
El auge de los centros de datos y el aumento del uso de la inteligencia artificial son dos de los muchos factores que han hecho que la demanda energética se dispare en el último año. Según el informe de la Agencia Internacional de la Energía la demanda energética mundial subió un 2,2% y la demanda de electricidad aumentó un 4,3%.
Este aumento ha ido acompañado de una mayor producción de energía por parte de las fuentes renovables. Por ejemplo, en el caso de España en 2024 la producción de energías renovables subió 11,9%, lo que supuso 57,2% de la generación total en España.
Sin embargo, la penetración de este tipo de fuentes ha llevado consigo grandes desafíos como la volatilidad horaria o la producción de energía de forma irregular e intermitente. Es ahí donde las baterías desempeñan un papel fundamental. Almacenar la energía para utilizar cuando sea necesario es prioritario para mantener el suministro eléctrico a nivel global.
Al mismo tiempo, se ha producido una caída en el coste de las baterías en la última década, lo que también ha contribuido a que la mayoría de las compañías apuesten por este tipo de tecnología para obtener mayores márgenes de rentabilidad. Tal y como refleja Goldman Sachs, el precio promedio mundial de las baterías disminuyó de 153 dólares por kilovatio-hora (kWh) en 2022 a 149 dólares en 2023 y prevé que el precio promedio de las baterías podría caer hasta los 80 dólares kWh para 2026.
Esa combinación (demanda al alza + baterías más baratas) explica por qué los proyectos de almacenamiento han pasado de ser ejercicios pilotos a apuestas industriales. ¿Cómo están dibujando este nuevo paradigma algunas compañías energéticas españolas?
Naturgy
Una de las compañías que ha destacado por su gran apuesta por el almacenamiento ha sido Naturgy . La empresa actualmente cuenta con 13 proyectos de almacenamiento híbrido con plantas renovables situados en Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Gran Canaria y Galicia. El objetivo tal y como detalla Naturgy es ubicar los proyectos en zonas con alta penetración renovable para “maximizar los servicios que puede aportar el almacenamiento”. Asimismo, los sistemas están diseñados con tecnología de grid forming para “participar no solo en los servicios actuales, sino en los futuros”, aseguran desde la compañía. Estos proyectos en España suman 222 MW y 478 MWh.
Además, opera a través de almacenamiento por bombeo en la central hidráulica Bolarque II (215 MWh) y en Australia cuenta con 20 MWh en operación en la planta de baterías situada en la Australian Capital Territory (ACT). También tiene proyectos de menor magnitud como un BESS de 5 MW/10 MWh en Vigo que muestra una estrategia mixta: escala y localización estratégica para dar servicios de estabilidad y arbitraje. Por su parte, lleva a cabo otros proyectos de bombeo en emplazamientos propios y de terceros.
La compañía articula proyectos con financiación propia y project finance; además cuenta con co-financiación pública como PERTE para reducir coste de capital y cerrar operaciones.
Dentro de su Plan Estratégico 2025-2027, Naturgy tiene previsto destinar parte de los 6.400 millones de euros previstos en inversiones a proyectos solares fotovoltaicos que integrarán baterías, con una capacidad adicional de 220 MW, lo que permitirá hibridar instalaciones y ganar flexibilidad operativa.
La compañía señala que el almacenamiento de la energía es clave para la transición energética y además proporciona al sistema “la flexibilidad y capacidad necesaria” y al mismo tiempo permite “evitar la intermitencia” y sirve como “back up efectivo del sistema de generación”.
Iberdrola
Iberdrola ha presentado recientemente un Plan Estratégico, que además de ser el mayor plan de inversiones ha situado el almacenamiento en una de las grandes vertientes del plan. El grupo cuenta con una cartera diversificada que combina almacenamiento por bombeo, proyectos híbridos con renovables y sistemas de baterías utility-scale.
Actualmente, Iberdrola posee una capacidad instalada de almacenamiento de energía de aproximadamente 75 MW en baterías, según datos del primer semestre de 2025. Opera
con algunas de las principales centrales de bombeo en la península. Uno de los ejemplos más recientes es la planta de Valdecañas, en España, que incorpora un sistema de batería híbrida con una potencia de 15 MW y 7,5 MWh de energía almacenada. Además, está integrando baterías en proyectos solares y eólicos en España, Reino Unido, EE. UU. y Australia.
La estrategia de Iberdrola se apoya en inversiones propias de gran escala y en la movilización de fondos europeos y nacionales (PERTE, BEI, IDAE), mientras que en mercados internacionales como Australia desarrolla híbridos de gran potencia que integran almacenamiento inteligente.
Dentro de su plan la compañía tiene previsto destinar 2.000 millones de euros al almacenamiento energético, que junto a la energía eólica marina, solar y terrestre sumarán una inversión de hasta 21.000 millones de euros. El objetivo de la compañía para 2030 es alcanzar más de 120 GWh de capacidad de almacenamiento instalada acumulada.
Ecoener
Ecoener es otra de las compañías que ha integrado el almacenamiento dentro de su plan, apostando por la hibridación de los proyectos y con el objetivo de aportar flexibilidad al sistema eléctrico.
Actualmente la compañía está desarrollando varios proyectos de sistemas de almacenamiento en las Islas Canarias y en República Dominicana que suman 24,5 MW de potencia y 81,7 MWh de capacidad. Estos proyectos integrarán sistemas de baterías en plantas renovables ya existentes.
En términos de financiación, la compañía de energías renovables fue adjudicataria del 12% del total de los fondos en la primera convocatoria para instalaciones de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, promovida por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en las Islas Canarias y dotada con Fondos “Next Generation-EU”.
Ecoener evalúa la rentabilidad de sus proyectos de almacenamiento considerando el ciclo de vida completo y diferentes fuentes de ingresos como el arbitraje energético, servicios al sistema y gestión de excedentes, al tiempo que aprovecha la caída de los costes de las baterías y el impulso regulatorio para reforzar su competitividad.
Grupo Cox
Grupo Cox combina los sistemas de almacenamiento de baterías (BESS) con las sales fundidas. La utility verticalmente integrada de agua y energía cuenta con alianzas tecnológicas clave entre las que destaca su inversión en Malta INC, una compañía especializada en el almacenamiento de energía de larga duración. Esta colaboración combina el conocimiento de Cox en sistemas de sales fundidas con la tecnología avanzada de Malta, un player destacado en almacenamiento térmico/LDES que le va a permitir acelerar soluciones de almacenamiento de larga duración. Otras colaboraciones estratégicas con las que trabaja la compañía son Alfa Laval, Proman o Siemens Energy Ventures.
Cox ha dado un salto en América del Sur al adjudicarse proyectos en Ecuador con un paquete de proyectos por más de 700 millones de euros. Esta inversión abarca más de 600 MW de energía solar fotovoltaica, complementada con más de 1.200 MW de capacidad de almacenamiento en baterías, lo que refuerza la infraestructura eléctrica nacional.
La integración de almacenamiento en sus proyectos, tanto en sistemas de batería como en sales fundidas, refuerza la estabilidad del sistema eléctrico, superando la intermitencia de las fuentes renovables y garantizando una energía estable durante todo el día.
Umbrella Global Energy
Para Umbrella Global Energy y su filial Turbo Energy el almacenamiento energético es uno de los pilares claves en la transición energética. La compañía combina generación de energía con gestión inteligente y almacenamiento energético. Las soluciones de almacenamiento de Umbrella tienen dos vertientes: por un lado, Sunbox, una línea modular escalable de sistemas “all-in-one” que integra almacenamiento y gestión de energía a través de inteligencia artificial dirigida a pymes y hogares y, por el otro, almacenamiento a escala industrial.
A gran escala, ha firmado un acuerdo con un grupo empresarial para poner en marcha una planta fotovoltaica de 80,56 MWp y un sistema de almacenamiento en baterías con una capacidad de 366,84 MWh. Otro de los proyectos clave es Patrickston, una instalación híbrida en Reino Unido, que incluye un sistema de almacenamiento inteligente de 20 MWh junto a un parque solar de 12,6 MWp. Esta instalación prevé alcanzar un almacenamiento superior a 120 MWh.
Actualmente su pipeline suma proyectos de almacenamiento híbridos y standalone en Europa y Latinoamérica, con una potencia de 713 MWac y 96 MWac respectivamente, cuya capacidad de almacenamiento total es de 3.212 MWh.
La compañía evalúa sus proyectos con indicadores como el ROI y el payback, pero subraya que “el verdadero valor está en la resiliencia del suministro y la reducción de costes para clientes”. Para Umbrella, la rentabilidad no se mide solo en números, sino también en la capacidad de asegurar operaciones críticas y fidelizar clientes.
La estrategia está alineada con los objetivos de penetración renovable de la Unión Europea y con la expansión a mercados emergentes donde la intermitencia de las renovables exige soluciones de flexibilidad.
El grupo no limita su estrategia a las baterías de litio; sino que su equipo de desarrollo está explorando alternativas como baterías de sodio, de flujo de vanadio y de estado sólido, tecnologías que podrían marcar la siguiente evolución del sector.
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