Caxabank se estaría planteando hacer efectiva una ampliación de capital para financiar la compra del banco portugués BPI, aunque no de manera inmediata. Eso es lo que apunta Expansión en su información de hoy
en la que esgrime que para mantener su ratio de solvencia en los niveles, que controlan muy de cerca los reguladores europeos, debe captar más capital.
Hace unos meses se esperaba que el acuerdo pudiera llegar de la mano del grupo Santoro, por el que compraba el 18% de la entidad portuguesa directamente. Si hubiera sido así, el banco español habría tenido que llevar a cabo una ampliación de capital inmediata con el fin, precisamente, de que su ratio de solvencia no se viera mermado.
CaixaBank buscaría ahora la misma meta. Es decir, alcanzar la mayoría del capital desde el 44% que controla en la actualidad, mediante la opa que ha presentado y que debe tener el visto bueno de las autoridades europeas.
Sin embargo, la situación no es igual que en ese supuesto, puesto que la el desembolso de la operación no sería inmediato, sino que podría retrasarse hasta el tercer trimestre del ejercicio. Aunque la ampliación de capital sigue siendo una opción a considerar para obtener el capital que le hace falta para la adquisición del banco luso manteniendo así su capital actual.
%%%Le avisamos cuando Caixabank alcance niveles clave|CABK%%%
CaixaBank tiene actualmente una ratio de solvencia del 11,55% que podría verse reducido, según datos oficiales, hasta el 10,4% si obtuviera el 70% de BPI. Incluso, podría ver una reducción hasta el 10,1% en el caso de que todos los accionistas acudieran a esta operación de venta. Estar por debajo de estos niveles no tendría el visto bueno por los reguladores ni tampoco por los inversores.
Sobre esta operación los analistas de Morgan Stanley señalan que la adquisición de BPI podría consumir entre 95 y 145 puntos de su capital básico, que se situaría entonces en el 10,4% tras la fusión, por debajo del objetivo mínimo de la entidad situado en el 11%.
“Basándonos en nuestras estimaciones, una captación de capital de 1.000 millones de euros implicaría que la operación sería neutral o incluso ligeramente negativa (-1%) desde el punto de vista del beneficio por acción, alcanzando así una ratio de Capital Tier 1 del 11,1% tras la fusión”, argumenta Morgan Stanley.
Del mismo modo, la entidad norteamericana estima que la compra de la entidad lusa tendrá un retorno de inversión del 10,5% en los próximos 3 años, con unas sinergias de costes calculadas en 85 millones de euros, que se traducirá en un aumento en 117 millones de euros del beneficio neto estimado por Morgan Stanley para CaixaBank en el ejercicio 2018.
Por su parte, Javier Bernat, analista de BEKA Finance, indica que el objetivo de ahorro de costes anuales es de “85 millones de euros (40 millones en el primer año, 70 millones en el segundo año y 85 millones en el tercero)”. Estos ahorros deberían resultar en una mejora de la eficiencia de BPI Portugal. CaixaBank prevé que en el tercer año el ratio de eficiencia de BPI Portugal mejore Wal 50%, desde el 74% de 2015”, apunta el analista.
Según el experto, la previsión es “aceptable”, debido a que al aplicar el total de sinergias de costes esperadas (85 millones de euros) a los resultados 2015 de BPI Portugal “el ratio de eficiencia mejoraría al 58%, cerca del promedio del 57% de los bancos comparables”.
Por otro lado, agregando las cuentas de CaixaBank y BPI Portugal (incluyendo el total sinergias de costes) “el ratio de eficiencia 2015 agregado sería del 53%, lo que implica que el ratio de CaixaBank del 53% reportado en 2015 no variaría significativamente al consolidar BPI Portugal”, termina exponiendo Barnet.
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