
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado en apelación la desestimación de una demanda presentada por una paciente que atribuía al implante anticonceptivo Essure graves perjuicios para su salud —incluyendo una supuesta alergia al níquel y múltiples dolencias posteriores a la retirada del dispositivo—. El tribunal ha considerado que no hay pruebas suficientes de un nexo causal entre el implante y las afecciones alegadas, ni mala praxis médica ni déficit informativo. Además, la filial española Bayer Hispania queda al margen de responsabilidad, ya que actuaba únicamente como distribuidora.
La sentencia del 23 de octubre de 2025 consolida una línea jurisprudencial exigente: no basta con portar Essure y reportar síntomas compatibles —es necesario acreditar con rigor médico-científico un daño antijurídico, la ausencia de información adecuada en su momento y un vínculo causal claro con el implante o su retirada. En este caso, diversos informes concluyeron que muchas de las patologías ya habían sido diagnosticadas antes de la implantación, que no se demostró alergia al níquel con pruebas específicas y que los problemas de salud posteriores no guardan relación directa con Essure. A ello se suma el hecho de que la condena pionera dictada en 2021 por un juzgado de Orihuela fue revocada en apelación por la Audiencia Provincial, reforzando la posición de Bayer en estos litigios.
Bayer no lo tiene fácil: una compañía asediada por litigios y pérdidas
Este fallo favorable llega en un momento especialmente complicado para Bayer, que arrastra una cascada de problemas financieros y litigiosos derivados de su adquisición de Monsanto — principal fabricante del herbicida Roundup —, y de su necesidad de revisar a fondo sus activos en varios mercados.
En España, Bayer registró en 2024 unas pérdidas extraordinarias de 693 millones de euros, atribuidas al deterioro del negocio heredado de Monsanto. El volumen de negocio en España cayó de 944 millones en 2023 a 800 millones en 2024, según sus cuentas depositadas en el Registro Mercantil. A escala global, los resultados del tercer trimestre de 2025 muestran un impacto muy negativo por las provisiones destinadas a litigios: las cargas extraordinarias han lastrado los ingresos, y la empresa anticipa que continuará afrontando “vientos en contra” hacia 2026.
El litigio por Roundup sigue vigente y masivo: más de 60.000 demandas pendientes, con veredictos previos que han condenado a Bayer por miles de millones de dólares, lo que ha tensionado sus reservas y empañado su reputación. A pesar de estos desafíos, Bayer intenta resistir hasta 2026 con una estrategia que apunta a contener los litigios, reforzar otras líneas de negocio (como semillas y herbicidas).
En este sentido, la administración del presidente Donald Trump instó el lunes a la Corte Suprema de Estados Unidos a tomar la oferta de Bayer para frenar miles de demandas que alegan que su herbicida Roundup causa cáncer, respaldando el argumento de la compañía de que la ley federal prohíbe las reclamaciones. Bayer ha pedido a los jueces que escuchen su apelación de la decisión de un tribunal inferior de confirmar un veredicto de 1,25 millones de dólares otorgado por un jurado de St. Louis en un caso de la corte estatal de Missouri en el que un demandante llamado John Durnell demandó después de ser diagnosticado con linfoma no Hodgkin que atribuyó a su exposición al Roundup. Bayer se enfrenta a más de 67.000 demandas de este tipo en tribunales estatales y federales de Estados Unidos.
La compañía farmacéutica y biotecnológica alemana, que adquirió Roundup como parte de su compra por 63.000 millones de dólares de la empresa agroquímica Monsanto en 2018, ha dicho que décadas de estudios han demostrado que Roundup y su ingrediente activo, el glifosato, son seguros para el uso humano.
El fallo del TSJPV supone un alivio para Bayer en el frente de Essure en España, dando un respiro después de años de demandas de afectadas. Sin embargo, la empresa afronta simultáneamente una crisis mucho más amplia: pérdidas millonarias en sus cuentas españolas, litigios masivos y costosos por Roundup, y presión continua sobre sus resultados globales. En ese contexto, la victoria judicial no cambia el hecho de que Bayer debe afrontar retos estructurales, financieros y reputacionales de alcance internacional.
El valor sube más de un 14% en bolsa este martes y se instala sobre los 34,43 euros, lo que le permite dibujar nuevos máximos anuales, en un ejercicio que ha reportado ganancias de más del 77% para la compañía. El consenso de mercado dibuja un precio objetivo para la compañía de 29,9 euros, lo que arroja un potencial negativo sobre los precios actual. De los 22 analistas que cubren actualmente la compañía, 14 se muestran neutrales frente a 7 que recomiendan comprar y sólo uno que opta por vender.


