Los observadores del mercado ofrecen una amplia variedad de interpretaciones de la subida de tipos de la Reserva Federal así como de la reacción que ha tenido el mercado a ella. Algunos creen que el mercado desató un rally masivo en activos de riesgo a pesar de que existe también la creencia de que la Reserva Federal nunca subirá los tipos lo suficiente como para amenazar seriamente su tercer mandato, el S&P 500.
 

El hecho de que la Fed no haya ajustado sus puntos tanto como el mercado había pronosticado, sugiere que esto es una señal de que la Fed siempre subestimará el mercado. Otros sugieren que la Fed esperaba que el mercado la hubiera tomado más en serio.  Pero si este fuera el caso real, tendríamos que ver a una Fed más “hawkish” destinada a contrarrestar la agresiva subida en el mercado de renta variable de EE.UU. de los últimos dos meses.
 
La interpretación más neutra es que la Fed quiere relajar la acomodación de las políticas a un ritmo gradual y sólo alterará ese ritmo basado en los datos económicos que se vayan conociendo. Independientemente, todavía tenemos que estar atentos a la posibilidad de que la Fed esté incómoda con el comportamiento del mercado, y la campaña obvia para cambiar las expectativas con una subida en marzo puede haber sido la primera señal.
 
Ewald Nowotny, miembro del Banco Central Europeo, comentó ayer la posibilidad de que el BCE subiera la tasa de depósito antes de la tasa de referencia e incluso antes de que termine el programa de flexibilización cuantitativa, lo que hizo que el EURUSD cogiera más fuerza. Por el momento, si el dólar sigue siendo débil, de repente nos enfrentamos a grandes niveles en el euro-dólar (EURUSD) en zonas de 1,0800-50, una zona pivote que es posiblemente una línea estructural para alcistas y bajistas. Así que, las próximas semanas parecen fundamentales para saber si el par prueba esta zona o si vuelve a sumergirse en el rango mientras esperamos nuevos impulsos políticos de Trump o de las elecciones francesas.
 
La reunión del Banco de Inglaterra también sorprendió al mercado. La mayoría de los analistas, incluido yo mismo, pensamos que el BoE no haría nada hasta que se pudieran dibujar los riesgos económicos una vez que el período de negociación “Brexit” se ponga en marcha en los próximos meses. En cambio, tuvimos un lenguaje bastante rígido y preventivo sobre los riesgos de inflación, con un votante que pide una subida de tipos así como señales de que otros votantes se están inclinando también hacia una subida si los niveles de inflación siguen aumentando. Estos comentarios impactaron en la libra esterlina, con importantes niveles técnicos ahora en juego para la libra-dólar (GBPUSD), pero posiblemente también para la libra-yen (GBPJPY).
 
Seríamos más positivos en la libra esterlina si los tipos cortos del Reino Unido también hubieran respondido con más fuerza a la reunión del BoE. Pero por desgracia, las tasas de dos años del Reino Unido están más o menos donde estaban hace un mes, a pesar de que han tirado alrededor de 6 puntos básicos desde finales de febrero, mucho menos que las tasas de EE.UU.
 
¿Hacia dónde se dirigen el oro tras la Fed?
 
El oro y la plata repuntaron al alza después de que la Fed subiera los tipos por tercera vez. No obstante, el tono “dovish” de Yellen activó la cobertura de cortos y el oro regresó a una seguridad relativa por encima de los 1.221 dólares por onza. Ahora que la atención sobre la Fed está disminuyendo, es probable que el oro se estabilice con las ganancias del mercado de valores compensando la demanda de riesgo geopolítico.
 
Después de encontrar soporte más allá de los 1.193 dólares por onza  – el 50% de la corrección de rally de diciembre a febrero- el oro pasó gran parte de la semana pasada consolidando alrededor del nivel psicológico de los 1.200 dólares por onza.
 
El oro ahora necesita restablecer soporte en los 1.221 dólares por onza. La atención se mantendrá en los próximos datos de EE.UU. y en su impacto en los rendimientos así como en el valor del dólar.
 
Los riesgos geopolíticos en Europa se han enfriado un poco ante las elecciones presidenciales celebradas en Holanda, no obstante, ante los diversos puntos calientes que existen aún, pueden atraer demanda de los metales preciosos, probablemente no para buscar ganancias, pero si más para diversificar riesgos en las diferentes clases de activos.