Son contabilizados en el plan de reestructuración un total de 240 millones ligados a la deuda contingente. Este pasivo se corresponde con créditos y avales de proyectos en riesgo de ejecución. Según el diario El Economista “el plan de Abengoa aborda la reestructuración de 8.610,2 millones de euros de deuda a través de quitas o de la capitalización del 70%. La estimación oficial es que quedará reducida a 2.583,1 millones. Por ello, si la deuda contingente de 240 millones, que es susceptible de aumentar, se ejecutara en un porcentaje relevante se superarían los 2.700 millones.”
 

La compañía descontará una cantidad mayor a aquellos acreedores más antiguos. Estos recibirán el 40% de la nueva Abengoa pero con una condición: a cambio de cancelar el 70% de la deuda y manteniendo solo el 30% de la misma. Por ello, la cifra final de la deuda dependerá de lo que realicen las entidades financieras.


Además de la posible capitalización del 70% de la deuda tienen otra alternativa: sostener una cancelación parcial de la deuda. Esta quita se aplicaría al 97% del pasivo y el 3% restante tendrá un vencimiento a 10 años sin devengo anual de intereses ni capital. Según El Economista, a la posibilidad de la quita se podrán unir “todos aquellos acreedores que no se hayan adherido al plan siempre que éste consiga el 75% de apoyos que son necesarios para que el juez lo homologue y evitar así la quiebra”. La fecha límite de este proceso es el 25 de Octubre de 2016.
 

Abengoa ha usado la hipótesis de que el total de los acreedores capitalicen el 70% del crédito. Suponiendo esto, el margen para llegar a los 2.700 millones es incluso más alto, ya que según El Economista “la opción de aplicar una quita del 97%, que tendrá sus adeptos -unos voluntarios y otros forzosos si sale adelante el plan-, supone un descuento muy superior y, en definitiva, una menor deuda reestructurada final.”
 

El total del endeudamiento de la empresa sevillana sería de 4.637,4 millones, frente a los 13.047 millones actuales.