Vamos a conocer el índice de precios y de ventas de viviendas del mes de abril, también la confianza del consumidor de la Conference Board y los PMI, Manufacturero y Servicios del mes de junio. Seguramente el dato más importante será el producto interior bruto del trimestre.

Cabe destacar que no sólo el tema de la vivienda, sino que estamos en un periodo donde todos estos indicadores están tratando de encontrar su punto de equilibrio. Los rasgos de la pandemia se encuentran en todos lados en el tema de la vivienda, en el tema del índice de precios al consumidor, incluso en el tema de la confianza del consumidor. En el tema de la vivienda, hay que tener en cuenta que estamos a niveles de inventario cerca de los históricos más bajos, por lo que los precios se mantienen elevados. Y esto se traslada también al tema del alquiler. No sólo es la compra de la vivienda, sino también el tema del alquiler. El índice de precios al consumidor captura aproximadamente el 30% del tema de la vivienda, por lo que puede ser un tema bastante rígido y que tal vez no vamos a poder caer los precios en los próximos meses o no tan rápido. Y esto tiene un impacto fuerte también en el tema de la confianza del mismo consumidor.  En cuanto al Conference Board y de la Universidad de Michigan, estos estos dos indicadores miden la confianza del consumidor de manera distinta; uno es en el tema de las finanzas y el otro es en el tema laboral.  El tema de las finanzas, por el tema inflacionario, el consumidor no se siente del todo bien, por lo que vemos este nivel relativamente bajo.  Pero en el tema laboral se mantiene fuerte; es un indicador macroeconómico que le da cierta salud a la economía en general. Y por lo tanto, esta discrepancia entre estos dos indicadores, cuando alcanza niveles altos históricos es cuando la economía a veces entra en recesión. En el índice manufacturero, debido al alza de los tipos de interés, va a haber cierta desaceleración, el índice está cayendo.  Y ya llevamos seis meses con este índice cayendo, pero también era esperado desde el punto de vista de la corrección,  de los excesos a raíz de la pandemia. Creo que la economía en general sigue encontrando sus nuevos puntos de equilibrio, y esto lo va a reflejar el mismo PIB, que se va a revelar. Recordemos que también este indicador trae un desfase de varios trimestres, así que lo que se puede publicar va a traer revisiones de dos, tres, hasta nueve meses atrás. Por ello, a veces el mercado ya ha hecho el pricing de todos los activos en este sentido. Una desaceleración del 2 al 1,3% podría ya estar dentro del mercado. 

Estamos en el 4% de inflación, un poco mejor que el mes pasado, pero lejos todavía de ese objetivo, de la Reserva Federal del 2%.  Y, por lo menos, en el caso de las viviendas, las expectativas sobre inflación de los consumidores están en mínimos de dos años.

Cierto, y esto puede ocasionar problemas a largo plazo.  Lo hemos visto en muchos sectores, en el caso de los alimentos, en el caso de las viviendas, etc. Los consumidores son alrededor del 68%, 70% de lo que viene siendo la economía, y si el consumidor continúa esperando altos precios para los próximos años, esto puede ocasionar un círculo vicioso. Mucha gente y analistas posiblemente han hecho el pricing de muchos activos. Pero cabe mencionar que sí ha caído, con lo que sí vemos algo de positivo en este sentido, porque si tenemos el 4% y queremos llegar al 2%, podemos llegar a este aterrizaje suave o a este soft landing que la FED quiere.  Sin embargo, ellos mismos han dicho que a este ritmo vamos a llegar en 10 años. Cabe la probabilidad de que la FED siga incrementando las tasas.

Precisamente, Powell dijo la semana pasada que se van a subir los tipos de interés dos veces más este año.  

Así es. De hecho, muchos analistas, aparentemente, ya tienen dentro del pricing y el mercado absorbidas estas dos alzas en lo que resta el año. Obviamente, esta pausa dio un poco de respiro a todos los mercados y están viendo o tratando de analizar qué es lo que significa para recibir mayor información del índice de precios al consumidor, de la confianza del consumidor, de todos los datos que van a salir esta semana y de los que continuarán en los próximos meses y que no han logrado caer al ritmo  que muchos analistas y que la misma FED esperaba.  

El Fondo Monetario Internacional también ha alertado de los riesgos de los tipos de interés en Estados Unidos  que pueden afectar al resto del mundo.

Sí, pero esto no es nada nuevo, ha sucedido muchísimas veces. Creo que también hay que recordar que el dólar continúa siendo la moneda o la divisa de reserva para todo el mundo. Sí existen comentarios de que algunos mercados y algunos emergentes quieren salir del dólar, pero esto no va a suceder de manera importante a corto plazo. Lo que cambia es que los bancos centrales de muchos países tienen que adaptarse a este tipo de cambios relativos a sus políticas fiscales y a sus dinámicas de mercado. Un ejemplo lo tenemos en México, que ha adoptado una política monetaria muy similar a la de la FED y que hasta cierto punto ha funcionado. Por ello, esto no es nada nuevo.  

¿Cómo está afectando este momento de la economía a los agricultores y a los bolsillos de los ciudadanos?

A todos los sectores les impacta el alza de las tasas, pero recordemos que venimos de también de un periodo inflacionario en el que muchos de estos altos costos, incluido de los precios, se trasladaron al consumidor. Por otro lado, los ingresos y los salarios también se han incrementado, sobre todo en el primer cuatrimestre, en la cadena de distribución de los ingresos. Y esto afecta mucho a la manera en cómo nos alimentamos. Venimos de un periodo de excesos durante la pandemia, donde los ingresos se incrementaron, no solo por el estímulo del gobierno, sino también por todos aquellos gastos del consumidor que no se hacían en sectores contraídos, como son el sector de restauración, de turístico, etc. Todo este ingreso ocasionó que el consumidor cambiara sus hábitos y consumiera más proteína o alimentos de mayor precio. Con el tema de la inflación, y sobre todo en los últimos 12 - 16 meses, hemos visto una corrección y una contracción en ese sentido, pero hemos visto que estos precios rígidos cambiaron de productos de lujo a productos todavía de mayor nivel. Y esto se traslada y se ve en los precios de la carne, del huevo, de la leche, etc.  Como el consumidor se acostumbró a pagar mayores precios, vuelve este ciclo. Por ello, todo depende de cómo este ingreso dentro del consumo de alimentos se mantiene. Si muchos de estos ingresos caen en términos reales o bien ajustados para la inflación por debajo,  podríamos ver estos cambios alimenticios para el consumidor. En el caso de los productores, hemos visto también en 2020-2021, utilidades récord para todos ellos por los mismos altos precios de los alimentos.