¿Cómo de importante creéis que es la integración de criterios ASG en el análisis de empresas de los mercados emergentes?

Para nosotros ya no solo es importante en los mercados emergentes, sino a nivel global en cualquier tipo de mercado. Está demostrado que una empresa tenga esos criterios a la hora de gestionar desde su gobernanza hasta el tema de medio ambiente es mucho más estable. Además, están administradas con una mayor fiabilidad y tienen mayor probabilidad de que, en el largo plazo, tengan éxito. De hecho, si lo analizamos en cuanto a mercados emergentes, en Nordea consideramos que es incluso más importante analizar o integrar estos criterios ASG en la forma en la que se analiza la empresa. De esta manera, podemos obtener una información mucho más clara y transparente. Además, tiene mucho más sentido aplicarlo en mercados emergentes, al estar demostrado en las últimas encuestas que su inversor es de renta variable emergente y está expuesto a un 14% más a riesgos ASG no gestionados que si invierte en renta variable de países desarrollados. Por tanto, en Nordea consideramos una herramienta clave para la gestión del riesgo la aplicación de criterios ASG en la forma en la que analizamos la empresa.

¿Cómo de fiables son los datos ASG provenientes de las empresas dentro de estos mercados?

La información sobre ASG en los mercados emergentes es bastante heterogénea. Si miramos la transparencia no es tanta como la que podemos encontrar en otros mercados y, además, es una información mucho más limitada. Si tenemos en cuenta los riesgos a los que está expuesta la empresa en cuanto a ASG, no tenemos la información que tendríamos en un mercado desarrollado. No obstante, esto está cambiando ligeramente; si miramos al pasado y miramos el momento actual, las empresas de países emergentes están mostrando cierto cambio. Hay una mayor transparencia y una mayor información en el mercado, pero aún así no llega a ser la misma que la que obtenemos en un mercado desarrollado. Por lo tanto, consideramos muy importante la labor que hace la gestora a la hora de analizar e integrar los criterios ASG y es clave a la hora de entender bien a la empresa. Para nosotros existe un primer paso, que denominamos higiénico, que sería el punto de partida. Se trata de analizar exactamente qué datos nos da una agencia externa sobre esa empresa para ver qué criterios está cumpliendo y cuáles no. Eso es solo el comienzo del ASG. Para nosotros esto debería ir más allá y, si de verdad queremos saber cómo está gestionando la empresa los riesgos y los criterios ASG, deberíamos analizarlo internamente.

En concreto, en Nordea tenemos un equipo de especialistas en ASG, que se dedica a analizar las empresas. Son 18 personas dedicadas únicamente a esto. Lo cual nos permite no solo analizar estos datos de manera externa, sino también de manera interna; incluso nos podemos sentar con la empresa para hacerle preguntas directas para entender qué están haciendo y que están llevando a cabo, para mejorar en cuanto a temas de reporting, temas de trato al empleado o cualquier tipo de criterio ASG que nos repercuta. No solo hacemos esta visita e interacción constante con la empresa, sino que también tenemos un compromiso activo y participamos con la empresa. Si vemos que una empresa no está llegando a esos criterios mínimos y que debe establecer unos objetivos para cumplirlos nos sentamos con ella e intentamos hacerlo conjuntamente y aportar conocimiento por nuestra parte para que se pueda llegar al objetivo común. Para nosotros, esto es una carrera a largo plazo, tenemos que evaluar la empresa de forma recurrente para poder ver qué cambio está haciendo y cómo está gestionando los distintos problemas que le están afectando. Para nosotros, se trata de analizar el comportamiento de la empresa para poder ayudarla a mejorar en cuanto a todo esto.

Por ejemplo, actualmente estamos en plena interacción con una empresa mexicana, una energética -IEnova-. Les estamos dando un seguimiento en su progreso con relación a la divulgación de información sobre los riesgos climáticos y riesgos medioambientales. Están marcando una serie de objetivos para llegar a una mayor transparencia y una mayor información en este sentido.

¿Cuáles son las cualidades que buscáis a la hora de incorporar nuevas inversiones en cartera?

Nuestra estrategia Emerging Stars Equity como inversores bottom-up (de abajo hacia arriba) es determinar si la empresa está expuesta a un crecimiento estructural. Si se da el caso, pasaremos a analizar o estudiar cuáles son los factores éxito de la empresa y también si se están cumpliendo los criterios ASG. También tenemos en cuenta la solidez financiera, ya que una empresa se ve representada por su capacidad de hacer frente a una recesión. Preferimos empresas con menor deuda y una fuerte generación de flujos de caja. No nos conformamos con empresas que crezcan en cuanto a resultados, sino que también queremos un ROI sólido y sostenible. Si no es posible en el momento actual, que sea una empresa con potencial para generar un ROI sólido en el futuro. También miramos el rendimiento de su gestión, su día a día y su cultura y ver que estamos alineados en cuanto a objetivos. En resumen, lo que hacemos en Nordea es centrarnos en los riesgos materiales de cada empresa y, a su vez, evaluar la sostenibilidad de su modelo de negocio.

¿Habéis demostrado que la integración ASG y la rentabilidad en los mercados emergentes es atractiva?

Nuestra estrategia Emerging Stars Equity fue lanzada en 2011. Fuimos pioneros en cuanto a integración y análisis ASG, incluso ya lo hacíamos de forma interna, además del 'engagement' y del compromiso con las empresas. Desde ese momento hemos podido comprobar cómo se puede obtener una rentabilidad atractiva con un fondo o una estrategia que cumpla con los criterios ASG en su proceso de inversión. En concreto, hemos demostrado que esta estrategia puede funcionar ya no solo en momentos alcistas y de rebote del mercado, sino también en momentos más complicados del mercado. Si miramos Morningstar, estamos en el top cuartil de la categoría global de mercados emergentes de renta variable y durante los últimos tres años la estrategia ha tenido una rentabilidad anualizada por encima del 5% del índice de referencia MSCI Emerging Markets. Si además nos fijamos en el año actual, un año único en cuanto a complicaciones en el mercado, podemos decir que, en los primeros ocho meses del año, el índice de referencia ha tenido un comportamiento prácticamente plano mientras que nosotros hemos logrado obtener un rendimiento un 12% superior al índice, por lo tanto, es atractivo en un año tan complejo como este 2020.

Este exceso de rentabilidad se ha debido a la experiencia del equipo de gestión de nuestro fondo, pero también a ese enfoque ASG que venimos aplicando desde el lanzamiento del fondo. También hemos tenido una infraponderación a ciertos sectores, como el energético, que ha sufrido durante este año, el turismo, el sector inmobiliario o las aerolíneas, que ahí tenemos una menor exposición y, por tanto, nos hemos beneficiado de este posicionamiento. Podemos decir que contamos con un fondo con uno de los mayores históricos en el mercado y, además, no solo funciona en el corto, medio y largo plazo, sino que también ha demostrado que funciona en momentos más complicados del mercado y también sabe aprovechar los rebotes y subidas del mercado.