•    Uno de los efectos del coronavirus en la economía europea va a ser el aumento de deuda que van a asumir los países para apuntalar sus economías. ¿Cree que esto va a impactar en el crecimiento de estas economías en el medio-largo plazo?
Está claro que la deuda subirá, siempre impacta en el crecimiento a medio y largo plazo pero si tratamos de ajustarnos a la realidad, no estamos negando la mayor, porque objetivamente subirán los niveles de deuda entre el 15-20% en los países de la Zona Euro. Pero también hay que decir que parte de este incremento viene por la garantía de los diferentes gobiernos a los créditos que se están dando a las empresas. Creemos que cuando se normalicen estas garantías, podremos volver a ver unos niveles de deuda en torno al 138%, equivalente a un 5% más sobre niveles de PIB que no es poco pero no es tanto como el 15*-20% que podemos llegar a ver en un primer momento. 
 
•    ¿Creen que los bancos centrales tienen munición suficiente para continuar apoyando a las economías?
 Sí, y además lo tienen que tener. La FED ha dejado claro que la apuesta es muy fuerte para sostener la economía, para medir de otra forma la inflación, lo que obliga al BCE. Creíamos que Lagarde iba a aumentar el Plan PEPP en 300-400.000 millones pero dijo que lo podría llegar a aumentar en 500.000 millones. Claramente hay una apuesta muy fuerte por el apoyo a la economía hasta que podamos salir de la pandemia. 

•    Y todo esto, ¿qué repercusión va a tener en los bonos soberanos europeos?
 Los bonos soberanos europeos ya no estaban pagando antes del Covid y seguirán sin hacerlo. Con tipos de interés a 0% se genera un desinterés por parte de los bonos gubernamentales, que quien los compra son los bancos centrales, y en inversores  minoristas o institucionales no se compran porque no pagan nada o incluso pagan en negativo. Esto lleva a un mayor interés por los bonos corporativos: el siguiente rango de riesgo es el investment grade corporativo y eso es lo que los inversores están mirando como la parte menos arriesgada de su cartera pero que algo paga. Con lo que el apetito por este tipo de activos subirá y de forma fuerte. Además, con el plan que hemos nombrado del BCE, también el organismo podría comprar lo que podría llevar a una retirada en 2021 de activos de crédito corporativo de casi 750.000 millones. Lo que implica un impacto importante en la rentabilidad de los bonos corporativos por un mayor estrechamiento de los que ya hemos vivido en este 2020.
 

•    ¿Ven atractivos los bonos corporativos?
 Lo vemos bastante atractivo por todo lo que he descrito. Aparte, la compra masiva por parte de inversiones institucionales y el BCE para 2021 puede llevar a un estrechamiento de spreads de 60 puntos básicos que es mucho y puede dar rentabilidades positivas. Será un activo escaso y muy demandado lo que suele generar comportamientos positivos en cuanto a rentabilidad. No hay que esperar retornos enormes, hablamos del activo con menos riesgo después del bono gubernamental, pero que puede pagar. 

•    ¿Dónde ven las oportunidades?
 Hasta ahora hemos pasado de una fase de reparación a una fase de recuperación. En esta fase donde lo que mejor funciona es el crédito corporativo porque las compañías se están desendeudando y preocupándose por pagar. Con lo que hasta ahora, donde hemos visto más atractivo es en las empresas que menos riesgo tenían. Nos gustaba deuda financiera subordinada bancaria y estamos empezando a mirar otros sectores como el inmobiliario o transporte. Ese tipo de sectores pueden ser los siguientes  beneficiados de este proceso d recuperación. Y con algo de cuidado y siendo selectivo se pueden ver deuda de compañías BB que estén saneadas y preparadas para el futuro.