-Según la clasificación en innovación que publica cada año la UE, la innovación crece a un ritmo constante desde 2012 pero España se encuentra en el grupo de “innovadores moderados”. ¿Cómo está España en innovación frente al resto de países de nuestro entorno? ¿Cuáles son los principales retos que hay en este sentido? 

España no está a la cabeza de la innovación, como pueden ser Israel o EE.UU. Pero en los últimos años hemos ido madurando; si vemos la evolución de los ecosistemas de innovación en Barcelona y Madrid, hemos mejorado mucho. Para mí los tres grandes retos en España son la inversión, la integración de grandes grupos de innovación con un tamaño significativo -ya que competimos con países que generan compañías de mayor tamaño- y, como tercer reto, la regulación en algunas industrias que ayuden a lanzar modelos de innovación disruptivos, es decir el talento; la capacidad de aquellas compañías que están creando modelos más avanzados de crecer y atraer talento. En resumen, los retos son capital e inversión, tamaño y regulación/talento.

-¿Cómo cree que se puede cerrar la brecha que existe con respecto a nuestros vecinos europeos?

Los tres retos que comentaba antes tienen posibilidad de evolucionar. En inversión, si vemos los números de fondos de Venture Capital en España están creciendo, la inversión pública también crecerá con los fondos de Next Generation (fondos de Recuperación Europea) y las compañías privadas comienzan a lanzar fondos privados de inversión en compañías innovadoras. En este sentido, hay movimiento para aportar más capital y más inversión para crear negocios innovadores.

En segundo lugar, hay que seguir trabajando para entender que el tamaño importa en compañías innovadoras y hay que dejarlas crecer. No se trata de potenciar tanto lo pequeño sino buscar que algunas de estas compañías crezcan más rápido.

En cuanto a la regulación, hay que tener en cuenta la flexibilidad. En la industria financiera, en Abanca, se está implementando el nuevo Sandbox regulatorio que permitirá a bancos y startups probar nuevos modelos de negocio en un entorno mucho más controlado y, por tanto, hace la regulación más fácil y ágil para gente que tiene propuestas innovadoras.

Hay movimientos en los tres ámbitos que deben ayudara mejorar España como nación innovadora.

-¿Qué supone la innovación para Banco Sabadell? ¿Qué porcentaje de los beneficios de la empresa se invierten en innovación? 

Para nosotros es una prioridad y una forma de ser. La innovación forma parte de nuestro ADN y trabajamos cada día para entender mejor lo que quieren los clientes para aportarles una mejor propuesta de valor. En cuanto a inversión, nuestra visión es apostar por la calidad y enfocar las inversiones en aquellas importantes para los clientes, no innovar por innovar. Nosotros, cada año, dedicamos una parte muy significativa de nuestros planes de inversión en crear nuevos productos y servicios para nuestros clientes. 

Otra parte importante para nosotros es, aparte de la propia inversión como banco, también los distintos vehículos que tenemos para invertir capital del banco en compañías innovadoras que luego son colaboradores nuestros o partners para crear nuevos productos. Tanto desde Sabadell Venture Capital como desde InnoCells invertimos capital en compañías innovadoras que acaban siendo parte de nuestra propuesta de valor. Es nuestro ADN.

-¿Cómo ve situado a su sector frente a otros sectores y otros competidores internacionales?

La banca ha sido tradicionalmente una industria que ha utilizado la innovación para evolucionar y cambiar. Hace cuarenta años despegamos dos cajeros automáticos, hace diez, con el lanzamiento del primer iPhone lanzamos la banca móvil, ahora estamos trabajando en temas más avanzados utilizando tecnologías más predictivas para ofrecer un mejor servicio al cliente... La banca siempre ha utilizado la tecnología y la innovación como eje de diferenciación. Dentro de España somos una de las industrias que entiende la innovación como elemento diferencial pero si lo comparamos con el resto del mundo, es uno de los mercados donde la banca ha avanzado más en innovación pero hay mercados más maduros. Por ejemplo, Asia, el norte de Europa, Australia...hay países que van 2 o 3 años por delante en algunos temas. Pero la banca española ha tenido siempre un liderazgo significativo en la innovación.

-En los últimos años han aparecido tecnologías disruptivas como el blockchain, la inteligencia artificial, el big data…  ¿Cuál diría que es el área de investigación más estratégica actualmente para Banco Sabadell y qué previsiones se han marcado de cara al futuro? 

La inteligencia artificial está cambiando muchos sectores porque permite industrializar modelos de negocios que antes estaban basados en personas y procesos manuales y ahora los convierte en más significativos. Por ejemplo, Google utiliza la inteligencia artificial para hacer que su buscador sea más predictivo. La inteligencia artificial es una de las palancas que va a cambiar muchos modelos de negocio.

Por otro lado, el móvil es y seguirá siendo uno de los canales principales de relación con clientes, sobre todo en el mundo de la banca, ligado  a los pagos, con la desaparición del efectivo, la digitalización de las tarjetas de créditos, el bizum.... El móvil se convertirá en el centro de la relación con los clientes, de hecho ya lo es para muchos y cada vez más en los próximos años.

Nosotros creemos que el siguiente gran paso será la banca conversacional. Una banca basada en las interacciones en forma de chat que hacen que la interacción sea mucho más natural. Y después llevar ese concepto conversacional a todos los dispositivos. Estamos viendo cómo Alexa se está introduciendo en todas nuestras interacciones cotidianas. Por lo tanto, el salto del móvil a cualquier dispositivo conectado va a ser el gran paso de transformación en los próximos años.

Otros temas colaterales importantes para la banca serían el open banking y las APIs. Es decir, queremos que los servicios financieros se integren de forma invisible en otras plataformas y el open banking ha permitido que esto pase. En unos años veremos que desde el coche pagamos la gasolina casi sin tocar un botón porque nuestro medio de pago está integrado en el vehículo y, por lo tanto, todo pasa de manera invisible para el cliente. Esa integración de los servicios financieros de manera transparente en muchas más plataformas va a ir produciéndose cada vez más.

-¿Cuáles son los proyectos más importantes que han llevado a cabo desde la entidad para adaptarse a todos estos cambios?

Hace diez años fuimos pioneros en el lanzamiento de la banca móvil basado en aplicaciones para dispositivos Iphone y Ipad. En ese momento veíamos que la relación con el cliente iba a ser móvil.

El otro gran elemento para nosotros es el mundo data. Aquí hemos lanzado distintos servicios; por ejemplo hemos lanzado Kelvin, una plataforma que utiliza datos de pagos con tarjeta de crédito para dar información de inteligencia a nuestros clientes, de qué tipos de clientes les visitan, de cuáles son sus competidores, de los tickets medios de compra.

El otro tema relevante es el uso transversal de la inteligencia artificial y por lo tanto, cambiar procesos internos y cambiar nuestra capacidad de relacionarnos con el cliente en entornos mucho más conversacionales y naturales en un concepto de asistente digital.

Otro tema muy acelerado por la pandemia y por esta situación es la digitalización del puesto de trabajo. Esto genera un cambio en los modelos organizativos y operativos de las empresas. Es importante también tener en cuenta ese gran cambio dado por el teletrabajo.

Finalmente, el open banking, permite conectar nuestras plataformas con plataformas de terceros y ofrecer experiencias más conectadas. Desde InnoCells, tenemos la capacidad de buscar partners y colaboraciones e incluso invertir en algunas de esas compañías que pueden ser parte de nuestra propuesta de valor futura.