Valoración de las bolsas en el 3T2025. Wall Street ha recortado la divergencia que tenía con Europa, ¿la bolsa americana sigue convenciendo más?
Sí, y además los datos de flujos lo confirman. En los últimos meses —y especialmente en las últimas semanas— hemos visto cómo el dinero vuelve a dirigirse hacia la bolsa estadounidense. Hubo un periodo en el que los flujos, tanto de ETFs como de fondos de inversión, se orientaron hacia la renta variable europea, sobre todo tras el anuncio de Alemania de levantar el freno a la deuda, lo que generó un entusiasmo que se reflejó en mejores rentabilidades en Europa que en EEUU. Sin embargo, esa tendencia se ha revertido. Desde los mínimos del 4 de marzo —curiosamente el día en que Donald Trump tuiteó que era un buen momento para comprar—, el mercado estadounidense ha subido más de un 30% en dólares, mientras que el europeo apenas la mitad. Es decir, no solo los flujos vuelven a Estados Unidos, sino que también la rentabilidad ha favorecido a su mercado.
Es cierto que el dólar se ha depreciado frente al euro, pero incluso ajustando por divisa, la renta variable americana ha resultado más rentable que la europea. Además, gran parte de ese rendimiento viene del sector tecnológico, que sigue mostrando un fuerte impulso y podría volver a liderar en este trimestre.
En definitiva, mantengo una preferencia por la bolsa americana frente a la europea, tanto por los flujos como por el momentum. Dicho esto, creo que el último trimestre será positivo para los mercados en general y para los activos de riesgo, aunque con una rentabilidad algo inferior en Europa respecto a Estados Unidos.
¿La temporada de resultados del tercer trimestre puede servir de catalizador para las bolsas en la recta final del año o existe riesgo de decepción?
Si tengo que decantarme por una opción, diría que no van a decepcionar. Es difícil afirmarlo con total seguridad, pero creo que los resultados no traerán grandes sorpresas. En realidad, si hay algo que podría romper la tendencia alcista de los mercados no son tanto los beneficios empresariales, sino más bien los datos de empleo. Pero en este trimestre que queda de 2025 tampoco espero grandes novedades en ese frente. Sabemos que el mercado laboral en Estados Unidos se está deteriorando y probablemente seguirá haciéndolo, pero no hasta el punto de generar temor a una recesión. Ese escenario quizá pueda llegar en 2026, pero no ahora. Por tanto, creo que en lo que queda de año estaremos tranquilos tanto en resultados empresariales como en empleo. Aunque la tendencia del mercado laboral es de debilitamiento, partimos de una base sólida: la economía estadounidense sigue creciendo, con ciertos debates sobre importaciones y aranceles, pero creciendo al fin y al cabo.
Tras un año con la tecnología liderando, ¿veremos rotación hacia sectores más defensivos o value?
Creo que lo adecuado es seguir apostando por sectores con una beta alta respecto al mercado, como el tecnológico y todo lo relacionado con la inteligencia artificial, que todavía tiene recorrido en esta última fase del ciclo alcista. Hablo de “última fase” porque pienso que en algún momento de 2026 veremos turbulencias en los mercados de renta variable, pero de momento, si hay que elegir, los sectores con mayor beta son los que ofrecen más potencial. Si analizamos el comportamiento desde los mínimos de marzo, el sector tecnológico ha liderado la recuperación. Y si la tendencia alcista continúa, es lógico seguir posicionados en esta área. Además, dado el elevado peso del sector tecnológico en el S&P 500, esta visión refuerza también mi preferencia por la renta variable americana frente a la europea: lo que impulsará a los mercados de aquí a final de año será, en gran medida, la tecnología.
¿Qué peso deberían tener mercados emergentes en cartera, especialmente India, Latinoamérica o China?
Dentro de los emergentes, nuestra preferencia es clara: nos gusta China. Su valoración se ha ajustado significativamente en los últimos meses y, de hecho, la renta variable china ha sido una de las categorías que mejor se han comportado en el último trimestre, con subidas superiores al 10%. Creo que seguirá destacando, en buena parte gracias a su sector tecnológico, porque China es cada vez más tecnológica, no solo Estados Unidos. Es cierto que Brasil también ofrece valoraciones atractivas, pero seguimos considerando más interesante el mercado chino que otros grandes emergentes. En el caso de India, lo vemos algo caro en este momento, y frente a Latinoamérica —ya sea Brasil o México— también nos inclinamos por China. Por valoración, me decantaría por dar un mayor peso a China dentro de las carteras de emergentes.
¿Cómo recomiendan equilibrar carteras mixtas en el último trimestre del año: más renta fija para aprovechar la estabilización de tipos, o más renta variable para capturar crecimiento?
Yo sobreponderaría renta variable, porque seguimos en la última fase del ciclo alcista y creo que aún debería dar buenos resultados. Ahora bien, en carteras moderadas o con perfiles menos agresivos es evidente que debe existir un peso en renta fija. En este sentido, me gusta especialmente la renta fija estadounidense. Pienso que allí existe más potencial de bajadas de tipos de interés que en Europa. En la eurozona el ciclo de recortes está más avanzado, aunque el BCE pueda añadir algún movimiento adicional, mientras que la Fed todavía tiene margen de actuación. La gran cuestión en este punto es el riesgo divisa. Yo cubriría siempre la exposición, porque el dólar ya se ha depreciado bastante frente al euro y podría seguir haciéndolo. Además, dentro de la renta fija estadounidense prefiero los tramos cortos de la curva, donde la correlación con la política de los bancos centrales es mayor y el potencial de caídas de tipos es más evidente que en los tramos medios o largos.
En resumen: renta variable sobreponderada y, en la parte de renta fija, me decanto por deuda americana a corto plazo y cubierta en divisa.

