José Luis Cava se pregunta por qué los bancos centrales están acumulando oro a un ritmo alarmante. Explica que los bancos centrales están comprando oro como medida de protección ante una futura degradación monetaria. “El oro constituye ahora mismo el segundo activo, después del dólar, en las reservas de los bancos centrales. Están acumulando oro a un ritmo de 1.000 toneladas al año”. Actualmente poseen 36.000 toneladas, cifra cercana a las 38.000 que mantenían cuando regía el patrón oro. Esto sugiere un posible regreso a un sistema similar.

El analista destaca la inminente aprobación de la Ley Genius en Estados Unidos, que permitirá a instituciones privadas emitir stablecoins respaldadas en proporción uno a uno con dólares o deuda pública. “Esto va a provocar que entidades financieras de Estados Unidos emitan monedas respaldadas con deuda pública, que se venderán tanto a estadounidenses como a ahorradores del resto del mundo. En muchos casos, a residentes en países con inseguridad jurídica o baja calidad crediticia en sus gobiernos. Ese ahorro irá a Estados Unidos, y al invertir en stablecoins respaldadas por deuda pública americana, en la práctica estarán financiando el gasto público de Trump”.

Para él, la ley responde a la urgencia del gobierno de Trump por financiar un gasto público “desbocado”. Ante esta perspectiva, los bancos centrales optan por acumular oro, como ya hace China, que ha establecido reservas fuera del país para facilitar transacciones en oro con algunos socios comerciales. ¿Y cómo nos defendemos los ciudadanos de a pie? “Comprando oro, bitcoin y empresas de alta calidad que ganen dinero y sean solventes”, señala el experto.

Cava también analiza si Trump tiene razón al querer que Powell reduzca el tipo de interés al 1%. Considera que no, y advierte que las presiones públicas de Trump contra la Reserva Federal deterioran la imagen de esta institución, vital para la estabilidad financiera y democrática. “Los banqueros centrales siguen una referencia llamada la Regla de Taylor. No es una norma rígida, pero sirve de guía. Según esta regla, y utilizando los datos actuales —tipo neutral del 2%, inflación del 2,4% frente al objetivo del 2%, crecimiento potencial del 2,3% y real del 1,3%—, el tipo de interés debería estar en el 4,1%. Ahora mismo, el tipo de interés está entre 4,25 y 4,50. Por tanto, Powell podría bajarlo 0,25 en septiembre y otros 0,25 en noviembre, y estaría dentro de la Regla de Taylor. Pero situarlo en el 1% sería temerario y podría colapsar el mercado de bonos”.

Cava señala que Trump planea aprovechar el nuevo marco de las stablecoins para emitir deuda masiva a corto plazo y, tras colocar a un sucesor en la Fed, reducir los tipos y seguir gastando sin control. Según el experto, estamos asistiendo a una nueva etapa de degradación monetaria. Su recomendación es protegerse comprando oro, Bitcoin y acciones de empresas rentables y solventes.