-¿A qué sectores beneficiará el repunte de la inflación? ¿A cuáles perjudicará?

-Históricamente, los sectores que han tenido una correlación más alta con la evolución de la inflación han sido energía y materiales frente a telecos, consumo básico, o salud. Esto no es casualidad, los sectores más cíclicos tienen una mayor correlación con la evolución de los precios. 

Normalmente, el incremento de la inflación se produce en aquellos momentos en que existe crecimiento económico. 

Por otro lado, también hay que tener en cuenta los tipos de interés reales. Si los tipos nominales es lo que se paga por el capital prestado, los reales serían lo nominales ajustados por la inflación. Por ejemplo, el momento actual, el tipo de interés del tesoro a 10 años en EEUU está en torno al 1,5% y la inflación se sitúa en torno al 4%. Los tipos de interés reales se situarían en torno al -2,5%.

Normalmente, los tipos de interés suelen ser altos cuando el ciclo es fuerte, existe crecimiento y se genera inflación. Pensamos que es muy parecido al contexto actual. Los sectores que históricamente se han comportado de forma más positiva han sido aquellos como el financiero, materiales, energía... frente a tecnología y consumo, sobre todo, consumo básico.

-Es profesor de psicología de los mercados en el máster de Estrategias de Inversión, ¿en estos momentos prima el miedo o la codicia?

-De acuerdo a los indicadores que seguimos, en este momento podría considerarse que estamos cercanos a un extremo de complacencia de los inversores. Algunos de los indicadores que seguimos, como la ratio put/call que mide el volumen de operadores en el mercado de opciones que está bajista, frente al volumen alcista. O la encuesta de la asociación American Investors que hace un ratio entre socios que creen que el mercado subirá frente a los que piensan que bajará. Estos dos indicadores se encuentran actualmente en extremos de optimismo.

Otro indicador muy útil es la volatilidad percibida por los participantes implícita de la renta variable o que habrá en los próximos treinta días. Esto se mide a través del VIX, que se encuentra relativamente por debajo de su promedio histórico. 

Otros indicadores como la entrada de flujos en renta variable, sobre todo en geografías y sectores más ligados al ciclo, que muestran que, efectivamente, sí que hay cierto exceso de optimismo entre los inversores. Muchas veces no se suelen leer estas señales de optimismo extremo de forma correcta. 

Un mercado alcista, como el de ahora, necesita del optimismo de sus participantes para continuar subiendo. Es normal que en mercados alcistas se alcancen excesos de optimismo en varias ocasiones. Este tipo de momentos no es tanto una señal operativa de venta sino que nos señala que, probablemente, los resultados futuros sean inferiores al promedio histórico, no necesariamente negativos. 

-Si la Fed sigue tolerando la inflación, en consecuencia, el dólar seguirá con su declive, ¿cree que la debilidad del dólar será sostenida a largo plazo?

-En el corto plazo, parece que el único catalizador del dólar estadounidense son los tipos de interés reales. Especialmente frente al euro, pero también a otras divisas. 

Nosotros pensamos que si el ciclo continúa su recuperación, provocaría una retirada de estímulos gradual por parte de la Fed que permitiría el repunte de los tipos de interés reales, dado que esperamos que la inflación estén tan altos ahora justificados por motivos temporales como el efecto base o los cuellos de cadena de las cadenas de producción.

A largo plazo, tenemos en cuenta un indicador basado en la paridad del poder adquisitivo. Se basa en una máxima: dos bienes similares deben tener precios similares... la ley del precio único. Tenemos un modelo basado en este indicador que en este momento muestra que al dólar podría quedarle cierto recorrido de cara al medio y largo plazo. Históricamente, el dólar se ha comportado, en momentos en los que se incrementa la aversión al riesgo, en momentos de caída de la renta variable, como una divisa refugio. Podría ser interesante, de cara a diversificar nuestra cartera, incluir una porción de la misma en dólares.

Es muy importante que los inversores mantengan carteras diversificadas y ajustadas siempre a su aversión al riesgo y a su horizonte temporal.

-¿El oro tocará pronto los 2.000 dólares? ¿Qué materia prima presenta mayor oportunidad de inversión aparte del oro?

-Con el oro existe cierta confusión con respecto a aquello que justifica los movimientos de su precio. A veces se piensa que cuando la renta variable cae, el oro actúa como activo refugio y sube. Esto no siempre es así, el oro no tiene correlación negativa con la renta variable y, por otro lado, aunque el incremento de la demanda del oro o la estacionalidad influye en el precio, la realidad es que el catalizador más importante es el tipo de interés real. 

Ante tipos de interés reales negativos, como los actuales, el retorno de las inversiones de bajo riesgo, una vez se ajusta con la inflación, podría ser inferior a la inflación. Esto ofrece cierto incentivo para que los inversores o incrementen el perfil de riesgo o aquellos que no están dispuestos a hacerlos, busquen activos que históricamente hayan preservado el poder adquisitivo, como parece que demuestra el oro en periodos de tiempo muy largos, superiores a 50 años.

Por otro lado, unos tipos de interés reales altos desincentivan este tipo de inversión que no genera renta. Otra forma de verlo es que el oro puede funcionar como un activo para refugiarse de riesgos políticos, económicos y en los momentos en que el riesgo se incrementa, la expectativa del comportamiento de la economía es más baja y, por tanto, los tipos de interés también son más bajos y esto beneficia al oro. 

Nuestro escenario central contempla un incremento suave pero sostenido de los tipos de interés reales y la historia nos ha demostrado que esto debería no ser positivo para la inversión en oro.

Con respecto a otras materias primas, especialmente aquellas más ligadas al ciclo como metales industriales o energía, podría quedarles cierto recorrido aunque en los últimos meses han corrido mucho y el próximo incremento de precio puede que no sea igual de dinámico.

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