-La gestión de las emociones es fundamental para conseguir cualquier objetivo. ¿Qué es el psicotranding y cómo se aplica?

-El psicotranding es proporcionar a los traders estrategias o herramientas para que sean capaces de controlar sus emociones cuando operan. Cuando nosotros hablamos de control emocional lo primero que tenemos que hacer es reconocer esas emociones en nosotros. Pero, ¿qué hemos de saber de las emociones? Las hay más agradables o más desagradables, son fuertes, se contagian, no las podemos anular...

Las emociones son dispositivos de que algo nos está pasando y hasta la más desagradable nos está hablando. Tenemos que identificarlas y tenemos que descifrar lo que quieren decir. Nosotros proporcionamos a los traders la idea de que tienen que controlar, no eliminar. No se tiene que hacer todo y con miedo y todo con euforia... nosotros tenemos que hacer ese control emocional.

Dentro del psicotrading yo lo que les proporciono a mis alumnos son las estrategias, la idea de que conozcan todo el mundo de la inteligencia emocional. En la inteligencia emocional hay 5 pilares y de esos cinco yo trabajo tres. Por un lado, el autoconocimiento es cómo nos hablamos a nosotros mismos, qué lenguaje usas contigo.

En segundo lugar, es la autorregulación. Cuando tomamos una decisión y estamos un poco alterados, esa decisión se ve afectada. La tercera es la automotivación y dentro está la disciplina. 

Los traders tienen que ser inteligentes emocionalmente. Las habilidades emocionales más trabajadas por mí son la actitud, la mentalidad ganadora y la resiliencia. La gente tiene que saber que para el éxito hay una fórmula: conocimientos + habilidad x actitud. 

-Invertir en bolsa puede suponer un carrusel de emociones, ¿cuáles son los estados de ánimo más frecuentes por los que pasa un inversor?

-Pueden pasar de estar muy activados a muy deprimidos. Lo que más llama la atención son las emociones extremas. A la gente, desde el psicotrading, mostramos que es necesario un estado de ánimo alto. Depende de donde enfoques, cambia nuestro estado de ánimo. La gente tiene que aprender a darse cuenta que para que mantener el estado de ánimo alto, hay que diferenciar entre aquello que está en nuestra mano, por ejemplo, nuestro esfuerzo.

A través del trading te conoces a ti mismo. A veces dejamos entrar en nuestra vida a gente que no está conectada con nosotros. Hay que aprender a poner murallas, protecciones, cada uno va en una sintonía. Tenemos que aprender a proteger nuestros proyectos y nuestras ideas.

En una misma situación siempre se puede reaccionar de dos maneras.

-¿Cuál es el principal problema psicológico con el que tienen que lidiar los inversores?

-Siempre vienen por el miedo. Pero lo que más me cuesta controlar con ellos es la euforia.

Si analizamos el miedo, lo que hay que hacer es conocer lo que haces y practicarlo, así reduces el miedo. Con el conocimiento y la práctica el miedo se reduce, aunque siempre quede algo. Se adquiere seguridad sabiendo lo que haces.

Por otro lado, nadie me dice que sea eufórico. Es algo complicado de trabajar. Cuando una persona tiene muy buenos resultados, te creces y dejas de hacer lo que te ha llevado al éxito porque te crees indestructible. En ese momento es complicado hacer que una persona que está tan eufórica, reduzca ese nivel.

Pero lo que más se encuentra es el miedo. Cuesta mucho aceptar que no sabes y que solo has practicado diez veces.

-Al igual que ocurre con el cuerpo y el deporte, ¿qué habilidades mentales se pueden entrenar?

-La autodisciplina es esencial, así como la constancia y la paciencia. A mis traders les digo que tienen que trabajar la tolerancia a la frustración, es decir, somos capaces de esperar en un presente algo que pueda llegar en un futuro.

Disciplina es hacer algo sin querer hacerlo. Al igual que la constancia, cada día tienes que poner de tu parte. La paciencia, además, es fundamental en el psicotrading. Si hay algún trader que sea deportista lo entenderá a la perfección.

Los hábitos se aprenden y esto nos ayudará  a manejar nuestras emociones.