¿En qué momento se encuentra la transformación digital en las empresas? ¿Qué servicios son los que más se vienen demandando y por qué?

Ahora mismo tenemos varios factores para medir en qué punto estamos. Estos factores son medibles por el tipo de corporación del que estemos hablando, en función de su tamaño, las capacidades que tienen de inversión en transformación digital son diferentes y, muchas veces, la falta de conocimiento de las capacidades de esa transformación digital te puede rentabilizar como corporación y no son conscientes y no invierten lo suficiente en tecnología.

Dicho esto, tenemos dos empresas claramente diferenciadas. La empresa grande, sólida, con un negocio fuerte, que invierte de manera periódica en transformación digital, en renovar sus sistemas, estar siempre a la última… Y, por otro lado, nos encontramos con una empresa que, por tamaño o por falta de conocimientos no invierte lo que debería de manera periódica en sus procesos de transformación y de mejora tecnológica y nos viene muchas veces con la necesidad de casi reinventar todos sus procesos de negocio para estar acordes al mercado.

¿Qué papel jugaba la tecnología en los modelos de negocios de hace 10 años y cuál es su papel ahora? ¿Ha cambiado algo?

Un sistema que tiene 10 años ya es obsoleto y nuestra manera de pensar a evolucionado mucho en este tiempo. Antes, invertir en tecnología era solucionar un problema puntual. Ahora, la tecnología ha pasado de ser un gasto ha ser una partida presupuestaria de las empresas, de hecho, en muchas de ellas es la partida presupuestaria más importante que hay.

Estamos consiguiendo ver esa inversión en tecnología como algo rentable y que produce. Por ejemplo, hace 10 años tenías un sistema de monitorización que servía para avisarte de que algo se había roto y ahora, con una pantalla de monitorización puedes ver que se han implementado mecanismos de inteligencia artificial que saben predecir que en ese punto va a haber una incidencia y avisa, no solo al equipo de IT, sino también al equipo de aplicaciones corporativas del que depende ese sistema, a los recursos humanos asociados a ese troncal de negocio que se va a ver afectado… y hace que la monitorización pase de ser reactiva clásica a una proactiva.

¿Qué ejemplos puede darnos en los que la transformación digital haya permitido la optimización de objetivos empresariales?

Todo proyecto de transformación digital cumple algún tipo de objetivo empresarial, ya sea cualitativo o cuantitativo. En Izertis tenemos un par de casos de cada tipo, por ejemplo, un cliente del sector bancario nos pidió ayuda para transformar su web corporativa del área personal de los usuarios del banco para fomentar el cros selling. Estuvimos analizando las tendencias de los usuarios cuando estaban la web de su área personal para ver por dónde clicaba más, cuánto tiempo leía y en qué partes de la página web y lo que les propusimos fue un rediseño de la web para que, en esos campos donde teníamos controlado que el usuario pasaba más rato, apareciesen otros productos bancarios que poder contratar.

Esto tiene un resultado inmediato de una inversión en transformación digital que se rentabiliza con que el banco genere nuevos productos en los clientes ya existentes. Pero tenemos otro caso de éxito de una aseguradora nacional que nos contó que para poder operar en el mercado asegurador a nivel nacional necesitaba cumplir con una auditoria respecto a sus copias de seguridad, su protección del dato. Izertis junto con fabricantes y proveedores estableció un modelo de copias de seguridad y de protección del dato donde lo ubicábamos en tres puntos independientes de la geografía española e incluso veíamos parte del back up se guarda físicamente en un medio, el cual se traslada manualmente a otro punto de la geografía española para su protección.

Fuera de Izertis hay ejemplos como un caso de éxito de cómo se va a llevar esta evolución tecnológica a Europa y es que una Comunidad Autónoma, mediante fotografía satélite está controlando las ayudas al sector agrario para ver que se cultive lo que corresponde en cada parcela y lo han evolucionado de tal manera que ya no solo se controla que las ayudas vayan donde corresponda, sino que les ayudan en función de esas fotografías e IA a ver cómo está el campo de cultivo  y si es el momento óptimo de plantar, dándole un informe al agricultor para que plante lo que le corresponda.

Rápidamente se me ocurre que, en este mundo de consultoría, esto es muy fácilmente evolucionable. Por ejemplo, si yo te voy a decir cuándo puedes plantar, seguramente también te sabré decir cuándo tienes que recogerlo, en el momento óptimo. Pero no es solo eso, es que ya existen máquinas que recogen los campos de manera automática y estoy convencido de que en unos años podremos ver cómo ese sistema vía satélite que analiza las fotografías, puede mandar a la máquina que recoja todo el campo de cultivo. Es lo bonito y la magia de la transformación digital en cualquier tipo de sector.

¿Cuál es el principal reto que os encontráis cuando acompañáis a las empresas a la hora de dar el salto hacia un modelo más digital?

Se pueden resumir en tres: El tema principal de sorpresa en las corporaciones es el factor tiempo, acometer un proyecto de transformación de según qué envergadura puede ser un proyecto de semanas e incluso meses y no todas las corporaciones tienen la voluntad de asumir estos plazos.

Después está el tema económico. Muchas veces la ambición de las corporaciones es muy grande, pero la partida presupuestaría no equipara la balanza.

Y, por último, pero para mí el más importante desde que empecé en este mundo, es la percepción del usuario final. Cuando inviertes en un proceso de transformación digital, este va a terminar en que alguien (clientes de la empresa, usuarios internos…) lo va a utilizar y si nos olvidamos de esta percepción del usuario y de que la solución tecnológica sea amigable… He visto cómo se han caído proyectos enormes porque no han conseguido que el usuario la disfrute y sea amigable.

Si tuviera que elegir tres tendencias del sector de la consultoría tecnológica del presente y del futuro, ¿cuáles serían y por qué?

En Izertis, desde hace un tiempo, me encargo hacer periódicamente un estudio de mercado de lo que demandan los CEO, de cómo está el mundo IT… para asesorar a nuestro área comercial y a nivel corporativo de cuál es el rumbo tecnológico que hay que seguir para poder ayudar a las corporaciones.

A día de hoy se pude resumen en tres grandes bloques: En primer lugar, la seguridad. Toda inversión tecnológica tiene que ir acompañada en paralelo de un punto de vista de seguridad (seguridad industrial, de los usuarios y de los datos confidenciales, de los sistemas…) Esto es clave hasta en el desarrollo. Hoy en día, las soluciones que se desarrollan a medida se hacen con un claro enfoque de protección.

Otra gran tendencia es el aumento de ecosistemas híbridos, entendiéndose como dos grandes bloques. A nivel de sistemas tecnológicos, el mercado está en auge y hay tantas soluciones que tienes que ir acompañado de un partner tecnológico que te ayude a amoldarlas todas estas en un cliente, tenemos proveedores en cloud, soluciones a medida vía web, soluciones que son en casa… y tenemos que saber aunar todas estas para que el resultado sea el correcto. Dentro del trabajo híbrido nos encontramos también con el teletrabajo o trabajo remoto, que está claro que se ha instaurado en un 90-95% de las corporaciones, pero quizá no lo ha hecho de la manera correcta y ahora toca un segundo trabajo que es revisar cómo se hizo esa implantación y ponerle una capa de seguridad, de monitorización, ver que ese entorno es productivo o que los usuarios que usan esa plataforma de teletrabajo cumplen con lo que tienen que hacer.

Por último, también muy en auge, es el mundo de las automatizaciones, que en el mundo tecnológico, con la IA, están evolucionando enormemente. Esto es fácil de vender dentro de la propia corporación porque los beneficios que obtenemos con las automatizaciones están relacionadas con el mundo económico (por ahorro de costes), pero también con mejora de calidad, ya que una automatización no se equivoca…

En todas estas tendencias son en las que creo que seguiremos viendo inversión en los próximos meses.