Desde hace tiempo oímos hablar de Europa en términos favorables, como una de las oportunidades interesantes de inversión, pero parece que no termina de arrancar, ¿no es así?
Si miramos los índices europeos vemos que se han comportado muchísimo peor que los índices estadounidense. Aquí en Europa están en tablas o con pérdidas, mientras que en EEUU los hemos llegado a ver en máximos y el Dow Jones gana un 10% desde máximos. También le está costando arrancar desde el punto de vista del crecimiento; se han puesto en marcha muchas medidas por parte del BCE, pero no han surtido todos los efectos deseados, pues por ejemplo los últimos datos de PIB muestran un crecimiento del 0,3% intertrimestral y del 1,6% en el interanual, y la inflación está en el 0,5% en octubre, que es su nivel máximo desde junio de 2014, pero muy lejos de los objetivos marcados inicialmente.
 

Pero dicho esto, sí pensamos que hay oportunidades en la renta variable europea y tiene factores a favor, como las valoraciones, que están más atractivas que otros mercados, por ejemplo, el EuroStoxx está a un PER de 14x beneficios, frente a las 17x del S&P o las 21x del Nasdaq. Por otro lado, el BCE va a seguir llevando a cabo medidas expansivas, mientras que en EEUU están iniciando el ciclo contrario. En Europa también son importantes las reformas estructurales que apoyan al sector privado, y la reducción de los costes laborales que les han ayudado a aumentar competitividad.

Por el lado del Brexit, parece que no era para tanto y los datos que se están viendo en Reino Unido desde entonces no son tan malos como se había pronosticado inicialmente.
 
¿Qué retos sigue teniendo Europa por delante?
Por ejemplo, las medidas del BCE no le vienen bien a todos los sectores, como al bancario, que es uno de los más perjudicados. Además, se sigue diciendo que el sector bancario no se ha reestructurado todo lo que se tenía que reestructurar para consolidarse, que no se han adaptado al entorno de tipos bajos y de digitalización, por lo que podría seguir teniendo problemas.

Por otro lado, el Brexit parece controlado, pero seguiremos hablando de él. También a raíz del Brexit se han incrementado las tensiones políticas, como de cara al referéndum italiano.
 
¿Conviene entonces invertir en Europa?
En una cartera diversificada, Europa tiene que estar sí o sí, de una manera u otra; podemos invertir en Europa diciendo que la región puede ir fenomenal y me indexo, u otra alternativa es invertir en empresas que están aisladas de lo que es el contexto económico y van a ir bien en uno caso u otro porque están bien diversificadas, tienen buenos fundamentales, etc, y en este sentido nos parece buena idea elegir fondos que están sabiendo encontrar esas joyas que funcionen bien a medio y largo plazo.
 
Ricardo, ¿comparten ustedes esta visión? Hay algún fondo de su casa que invierta en Europa y que crean que está en buena posición para sacar partido a esas oportunidades?
Sí, la verdad es que nuestro fondo de renta variable europea, el Vontobel European Equity, lo está haciendo francamente bien y el escenario de mercado que estamos viviendo es en el que nos movemos más a gusto, pues un escenario de rebote masivo no es nuestro escenario ideal, nos gustan los escenarios en los que hay que buscar el valor implícito a la propia compañía. Para que nos hagamos una idea, el año pasado este fondo sacó casi un 11% de rentabilidad al índice de referencia y en este año ha estado hasta finales de septiembre cayendo la mitad que el índice. Este fondo coge compañías que pueden funcionar per sé, que no necesiten el viento de cola de la región y en que cualquier escenario puedan dar resultados positivos y previsibles.

 

¿Cómo hace el gestor para llegar a esas oportunidades?
El principal valor que busca el gestor es la predictibilidad y lo hace a través del beneficio por acción; cada euro que invierte en la propia compañía, le traiga retornos sin necesidad de apalancarse o endeudarse. Esto hace que tengamos empresas muy poco apalancadas y que sí están creciendo mediante el flujo de caja. No es fácil encontrar estas empresas, pero las hay y nuestro fondo está concentrado en 40 nombres. Una de esas empresas es Nestlè, que tiene 30 líneas de negocio con más de 1.000 millones de facturación cada una, así que, es muy difícil que de repente deje de facturar un 25% porque son bienes de consumo básico y la gente no prescinde de ellos en un escenario de bajo crecimiento.
 
 
No sólo apuestan por empresas de bienes de consumo básico, también llama la atención el peso que tiene en cartera alguna tabacalera. ¿Podría analizarnos este caso?
Tenemos a British American Tobacco, pero no por una puesta europea, sino emergente, pues casi un 70% de su facturación proviene de emergentes, donde no se está dejando de fumar y, aunque tampoco se está incrementando el consumo de tabaco, sí se está incrementando la calidad del tabaco que se fuma. Esto no supone mucho en costes para la compañía, pero sí en márgenes.