Las últimas previsiones para este año apuntan a una recuperación de la movilidad internacional, y con ella, un nuevo grado de “normalidad” en el sector turístico. No obstante, la consciencia turística seguirá ganando peso a la hora de elegir destino vacacional por los turistas, ya que la preocupación por la salud y el cambio climático no han hecho más que crecer a raíz de la pandemia. La evolución de la demanda crece día tras día y con ello el gasto medio por turista, lo que nos sitúa ante un escenario especialmente optimista para los destinos vacacionales españoles, que podrían aproximarse a niveles previos a la pandemia.

A nivel inversor, pese a las elevadas tasas de infla- ción, las operaciones en el sector inmobiliario conti- núan mostrando una gran solidez y dinamismo frente a otros mercados. El sector hotelero se ha convertido en una de las alternativas de inversión más atractivas gracias a la flexibilidad que ofrecen sus tarifas medias diarias, con una mayor protección y seguridad frente al encarecimiento de los precios. Una situación que, desde nuestra perspectiva, se ve claramente en el caso de los hoteles de lujo los cuales ofrecen una mayor cobertura contra la inflación o la depreciación de la moneda, puesto que sus precios más elevados son asumidos por una clientela menos sensible a la presión inflacionista.

En materia de operaciones y gestión de activos, el sector hotelero ofrece una adaptabilidad única, lo que favorece que aparezcan nuevas oportunidades de inversión con las que generar un mayor valor añadido a los activos. Para los fondos, las oportunidades de inversión en hoteles “prime” o con potencial para ello en localizaciones de costa o urbanas seguirán captando una gran atracción dada la rentabilidad a largo plazo que ofrecen este tipo de activos en estos mercados.

Además, la industria hotelera está viviendo una situación única respecto a otros mercados. Los propietarios, ante la falta de liquidez, están viéndose obligados a vender sus hoteles en dificultades, así como los edificios y otros terrenos que poseen potencial para la reconversión. Esto supone una excelente oportunidad para los inversores ya que les permite ampliar sus carteras, proteger su patrimonio y rediseñar las tendencias en el sector.

Mención especial merecen los datos de ocupación hotelera y tarifas medias de los hoteles. Gracias a la digitalización, los gestores de activos y los inversores pueden conocer a distancia y en tiempo real cómo se están comportando los hoteles que gestionan o en los que invierten, ofreciendo una mayor transparencia y unas mejoras prácticas de buen gobierno, que son esenciales para que perdure la confianza ante accionistas y otros grupos de interés.

Como SILICIUS, ¿cuál es nuestra visión actual del mercado hotelero? En la actualidad, nos encontramos ante un escenario complejo a nivel global, pero no hay duda de que el turismo es un sector con un gran potencial de crecimiento en España, y en el mercado, especialmente en zonas prime y de Costa, siguen existiendo oportunidades de inversión con gran rentabilidad.

Durante los últimos años, en SILICIUS hemos diversificado nuestra cartera de activos existentes mediante el aumento de las rentas en la parte hotelera gracias a una marcada estrategia de generación de valor que nos ha permitido alcanzar contratos de arrendamiento a largo plazo con compañías relevantes.

En base a esto último, el pasado año logramos formalizar acuerdos de novaciones de arrendamiento de primer nivel con Iberostar sobre inmuebles como el Hotel Tropicana, en Mallorca o el Hotel Conil Park. Además, también cerramos la adquisición de un hotel 4* “llave en mano” en primera línea en Menorca (Hotel Biniancolet), gestionado en la actualidad por Barceló Group; incrementando nuestra cartera de activos existentes. La sólida posición que vive el mercado inmobiliario nos hace prever un año ambicioso para nuestra compañía, apostando por un crecimiento diversificado y estable.