Wall Street cerrado el viernes pero datos interesantes como la balanza comercial de febrero, sin olvidar los datos empresariales. La semana pasada algunas entidades presentaron muy buenos resultados haciendo que Wall Street acabara en positivo.

Siempre empiezan con los bancos. JP Morgan y Wells Fargo anunciaron resultados bastante positivos, en ambos casos. Las perspectivas son de que la economía siga creciendo, las dinámicas siguen siendo positivas, el empleo sigue manteniendo los promedios altos que, por alguna razón, bajaron en febrero pero los recuperamos en marzo y eso abre las ganancias de los mercados norteamericanos. A pesar de que las expectativas de ganancias del SP500 bajen a un nivel del 2.4%

La semana pasada, antes de los resultados, hubo cuentas mixtos en otras cosas por el dato de IPC que subió un 0,4% más en marzo.

En la medida que en marzo se recuperó la dinámica económica, con ese nivel de empleo revisado que sigue siendo muy bajo en los 33 mil puestos, esa recuperación de la dinámica tiene una presión en la inflación que es la que vimos reflejada en los índices y, sin embargo, sigue por debajo del objetivo del 2% de la Reserva Federal y no hay ninguna indicación en las minutas de que vayamos a ver aumentos en los tipos de interés importantes. Salvo uno, que es la que mencionan, a finales del año.

El FMI bajó las previsiones de crecimiento mundial hasta el 3,3% del PIB para este año. En EEUU las rebajó hasta el 2,3%

Segunda revisión. Habían revisado ya en la reunión de otoño y las vuelven a revisar en esta Reunión de Primavera, la más importante. Obviamente hay una desaceleración mundial que tiene que ver con dinámicas económicas, tasas de interés, inseguridad geopolítica y, estructuralmente, con el bono demográfico. Las economías desarrolladas pierden la dinámica del pasado porque están envejeciendo y las economías emergentes son cada vez más atractivas en términos financieros por los retornos que generan. Sin embargo, no terminan de compensar la demanda de consumo que van dejando atrás las economías desarrolladas. Y lo vemos en la balanza comercial de China de la semana pasada, en dónde aumentan las exportaciones pero las importaciones no. China no puede compensar lo que va reduciendo en exportación.

La semana pasada, se produjo la Reunión de Primavera del FMI y el Banco Mundial, dónde hubo ministros de economía de todo el mundo. ¿Cuáles fueron las conclusiones?

Siguen siendo positivas en términos de crecimiento económico global sincronizado, pero a la baja. No tiene la dinámica que tenía en el 2017, cuando había una perspectiva de crecimiento sincronizado a nivel global y un enfoque muy grande en el crecimiento de la deuda a nivel global. Tanto a nivel público como privado. Los EEUU está en un récord de deuda pública que no tiende a mejorar en las próximas décadas. De hecho, los EEUU ha entrado en un proceso en el que tiene el mayor nivel de deuda pública en un periodo de paz en toda su historia. Y ése sigue siendo el enfoque fundamental del Fondo, con la deuda creciendo mientras el consumo y el empleo se mantienen estables y los tipos de interés no pueden bajar mucho, porque siguen estando en niveles prácticamente neutros de cara a la inflación.

La semana pasada hubo algo que no sucedía desde 2009: los 7 CEO más importantes de los bancos de los EEUU testificaron ante el Congreso.

La mayoría demócrata recupera el papel político en el país. No los había convocado desde la crisis. No escuchamos nada realmente nuevo pero era la primera vez que veíamos una concentración en esta nueva ala progresista del partido demócrata que ya domina comisiones importantes en la cámara baja, como la de finanzas.

Fueron interrogados sobre diferentes temas y en una discusión que se empieza a colar y que pone sobre la mesa el presidente de JP Morgan, Jamie Dimon, probablemente el banquero más importante del mundo, y Ray Dalio, un hedge fund manager muy importante, en dónde se precisa la necesidad de renovar el capitalismo norteamericano porque ha dejado de funcionar para las mayorías. Y por ahí fue esa discusión de los demócratas y los banqueros norteamericanos.

En cuanto a la Guerra Comercial de EEUU, Trump anuncia nuevos aranceles a compañías europeas como Airbus. Le UE acusa a EEUU de dar también subvenciones a la empresa Boeing. Una batalla que lleva 15 años…

La Guerra Comercial con China parece irse lentamente disipando y se abre un frente nuevo con Europa con una amenaza de ponerle tarifas al queso y al vino francés, lo que es cuanto menos dramático en esta ciudad que depende tanto del lujo.

Veremos que ocurre, pero probablemente se lleguen a acuerdos.

Es una guerra comercial de EEUU contra el mundo…

Sí, pero ninguna de las escaramuzas ha terminado en batalla.

Hablamos también de compañías. Como UBER que va a salir a bolsa en mayo valorada en cerca de 100 mil millones, siguiendo a su oponente Lyft que salió hace unos días a cotizar a Wall Street.

Sí. Vamos a ver porque es un anuncio temprano, un mes antes de la oferta pública. Veremos exacto el rango de precio, porque hablan de entre 96.000 millones y 120.000.  Está claro que el negocio sigue creciendo, pero en el folleto del proyecto reconocen que no  pueden asegurar que ganen dinero neto jamás. También hay ciertos riesgos regulatorios, que tampoco es extraño en este tipo de compañías y en las tecnológicas como Amazon, quien recordemos que casi por 20 años no tuvo ganancias netas.

Por lo tanto, el modelo de Uber se parece mucho al modelo de Amazon. Veremos, pero como viene la oferta y como se maneja el pricing, pero si sigue el ejemplo de Lyft, no fue muy positvo. Lyft, que pensó que el precio era perfecto, el asombro del mercado fue generalizado y sin embargo, sigue declinando su precio y nada parece apuntar a que vaya a recuperar ese nivel tras dos semanas.

Hablamos de Disney, que empieza a hacerle competencia a Netflix, provocando que el valor de la plataforma haya caído en el mercado…

Hay suficiente espacio para competir en el espacio de Netflix en el que también entra a competir Apple. Lo que le dio muy buen sentimiento al mercado es que el pricing de Disney es muy inferior al de Netflix, por lo que lo hace muy competitivo. Además, Disney podría estar planteando un nicho de mercado muy particular en virtud de las marcas que maneja: dibujos animados, Marvel, la saga de la Guerra de las Galaxias… Aunque no tenga la amplitud de Netflix aporta mucho valor agregado.

A pesar de todo, Disney ha dicho que no esperan ganancias netas en ese servicio  hasta el año 2022-2024

Entramos en un proceso largo de diversificación. A ver como terminamos consolidando.