Reservar una parte de ingresos ordinarios

Es el clásico concepto de ahorro. Cuando pensamos en ahorrar, pensamos en separar una parte de nuestros ingresos ordinarios, generalmente mensuales, para poder hacer usufructo del mismo en momentos posteriores. Por tanto, ya sean particulares como empresas, deberían separar una parte de sus ingresos ordinarios para conseguir mes a mes una cantidad ahorrada que vaya in crescendo y permita crear un colchón financiero que haga frente a futuras contingencias.

Por ejemplo, ambas partes pueden separar parte de su nómina en la entidad que decidan para, en un momento posterior, por ejemplo la jubilación, puedan hacer uso de él.

Guardar dinero como previsión para necesidades futuras

Los particulares pueden tener situaciones de gasto o consumo en un momento dado que haga necesario el uso de ese dinero reservado para la previsión futura. Así mismo, las empresas están continuamente invirtiendo y reinvirtiendo en proyectos que hagan crecer su negocio haciendo que esta noción de ahorro sea muy importante.

Por ejemplo, un particular de aquí a tres años pretende reformar la casa y, por otro lado, una empresa pretende introducirse en el mercado exterior; ambos deben dotar esa provisión para poder hacer frente a esas necesidades futuras.

Evitar un gasto o consumo mayor

Aquí está el quid de la cuestión ya que es la acción para el ahorro que más trabajo lleva. Esto es así porque cuando vamos a realizar un gasto o consumo mayor dentro de nuestra empresa, o el particular en su hogar, hay que pararse a analizar el abanico de posibilidades a las que optar para realizar esa acción.

Por ejemplo, el particular debe evitar la compra de bienes no necesarios que conlleven un mayor gasto y saber determinar lo que es necesario y lo que no. Por el lado de las empresas, si necesitan financiación por no haber llevado una estrategia de ahorro buena, deben analizar los diferentes proveedores financieros con respecto a los precios y condiciones. No siempre un precio atractivo puede ser la mejor opción ya que puede llevan consigo productos adicionales como condición los cuales hacen encarecer tu financiación y provocar un mayor gasto innecesario.

Solución clave al ahorro a través del crowdlending

Estas tres concepciones de la palabra ahorro se solucionan a través de las plataformas de  crowdlending, como MytripleA, ya que es la actividad que conecta inversores con necesidades de financiación de pymes, autónomos y emprendedores creando una vía alternativa a la banca en la que se benefician ambas partes.

Los inversores financian los préstamos otorgados a las empresas que recurren a este modo de financiación cómodo, rápido y sin productos adicionales.

Crowdlending para inversores particulares

Los particulares que se registren como inversores pueden realizar operaciones de inversión que permiten obtener unas rentabilidades atractivas al dinero destinado al ahorro. Por tanto podrán reservar dinero reinvirtiendo y guardarlo de tal manera que se incremente inversión a inversión. Además, invirtiendo a través de MytripleA, lo harás sin comisiones.

La inversión se puede realizar en préstamos con riesgo medido que arrojan rentabilidades medias entorno al 6% y, por otro lado, únicamente en MytripleA se ofrece otro producto con una estructura de seguridad muy robusta ya que son inversiones en préstamos garantizados por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), donde el inversor obtiene una rentabilidad anual del 2%+Euribor generalmente (el Euribor nunca resta aunque sea negativo).

Crowdlending para empresas

El crowdlending para empresas ofrece más posibilidades para la financiación de negocios ya que permite que se financien a través de los inversores privados con mejores condiciones.

Si una empresa no ha reservado o guardado previamente una provisión el dinero, podría necesitar en un futuro para su crecimiento o expansión. El crowdlending se les presenta como alternativa de financiación a la banca que permite evitar un mayor gasto ya que no requiere de productos adicionales y no tiene comisiones por amortización