Entramos en el penúltimo mes del año. Con los que hemos vivido este mes de octubre. ¿Qué previsiones tiene hasta fin de año? ¿Hay motivos para ser optimista?

Hay un asunto importante y es ver qué ocurre con el conflicto de Oriente Medio. Si se globaliza y empeora la situación será malo porque subirá el crudo, tendremos más inflación y esto perjudicará al crecimiento que ya está deteriorado. Si no se mueve mucho el asunto, tampoco esperamos grandes movimientos porque la rentabilidad de los bonos no seguirá subiendo pero tampoco lo vemos bajando. 

El bono americano a diez años se ha acercado a niveles del 5% que llegó a tocar hace unos días y no está alejado de las zonas de máximos. La inflación continuará retrocediendo pero los tipos tardarán más en bajar de lo que generalmente se piensa. No será fácil que la inflación se sitúe por debajo del 3% incluso en 2025. Con lo que costará llegar a niveles objetivo del 2%.  Los tipos de los principales bancos centrales dejarán de subir, el BCE con total certeza y la Reserva Federal también con probabilidad y lo bueno es que tendremos tipos reales positivos por primera vez en mucho tiempo que no es negativo sino todo lo contrario, pues llevamos muchos años con tipos de interés reales en negativo. En el lado corporativo, las empresas no anunciarán grandes crecimientos de beneficios por acción. Los analistas, haciendo un ejercicio de optimismo, piensan que el punto de inflexión puede ser el cuarto trimestre de este año y, a partir de ahí, subirán las estimaciones de resultados. Esto me parece muy optimista teniendo en cuenta cómo está el entorno macro. Es un escenario complejo, la evolución del mercado es lenta y, aunque estacionalmente el último trimestre suele ser positivo, no veo un mercado sustancialmente mejor en la última parte del año. 

Dentro del Ibex 35 ¿Dónde estáis viendo valor? 

El valor más alcista del último mes es Banco Sabadell pero también Caixabank o  Bankinter. Me quedaría sobre todo con el sector financiero porque es el que ha superado las previsiones y ha confirmado las guías de aquí a final de año. En general lo están haciendo bien, pueden seguir haciéndolo bien no sólo por lo que están consiguiendo vía márgenes de interés sino que están conteniendo los gastos generales y el coste de riesgo. En este sentido, lo están haciendo mejor los bancos domésticos que los grandes bancos. Por el momento no necesitan mucha liquidez, no se verán en la necesidad de subir la remuneración de los depósitos, también lidian con una demanda de préstamos más moderada pero en un entorno de morosidad controlada que les permite retribuir muy bien a sus accionistas. En términos de rentabilidad, el ROTE ha mejorado y los ratios de capital son bastante importantes así que encontramos valor en el Ibex en el sector bancario. 

El BCE y la FED  han dejado claro que el techo en los tipos podría estar cerca. ¿Qué previsiones hay para el euro dólar? 

Dentro del entorno que estamos viendo de incertidumbre, no vemos muchas posibilidades de grandes movimientos. El BCE ha terminado ya de subir tipos porque la situación que hay  en Europa a nivel económico, con las dos grandes locomotoras en problemas, España e Italia tendrán un problema importante con la deuda si los tipos siguen subiendo . La FED creo que también ha determinado de subir tipos aunque la economía americana sigue mostrando señales mixtas. Por un lado, vemos ciertos niveles recesivos pero por otro lado resistencia de los indicadores. Quizás la FED pueda subir un cuarto de punto más lo que podría dar algo más alzas al dólar. Pero el par se moverá en una banda entre 1.08-1.045 dólares. 

¿Cabe alguna estrategia si pensamos que el petróleo puede ir a buscar los 118 dólares?
 
Otra vez volvemos a la situación de análisis que hemos visto antes. El futuro del petróleo brent tuvo dos repuntes antes de comenzar el conflicto en Oriente Medio y después volvió a subir a los máximos anuales para volver a caer. Esto pasa porque en tanto en cuanto el conflicto sea local y no intervenga Irán en el mercado del petróleo puede primar la parte de la demanda, que sigue débil porque a nivel global el crecimiento será débil. La curva de futuros de precios del petróleo es descendente y anticipa que en el futuro próximo el futuro del petróleo tenderá a bajar. No veo movimientos mucho más allá de los máximos de este año y, si el conflicto se radicaliza, puede ir muy arriba incluso a los 118-120 dólares, lo que sería dramático para el crecimiento global.