José Luis Cava comienza señalando que el gobernador del Banco de Inglaterra, según el Financial Times, declaró ante la Cámara de los Lores que “están sonando las alarmas en los mercados de crédito privado” y que existen paralelismos con la crisis financiera de 2008. Cava lo califica de “barbaridad” y analiza los datos para refutarlo: las primas de riesgo de los bonos corporativos “no muestran tendencia alcista, incluso han caído en los últimos días”, y las de los bonos basura se mantienen en movimiento lateral dentro de una tendencia bajista. “Podemos decir, con todo el respeto del mundo, que el gobernador del Banco de Inglaterra está equivocado”.
Para reforzar su argumento, compara los gráficos actuales con los de 2008, cuando “las primas de riesgo subieron con fuerza desde finales de 2007”. En cambio, hoy no se observa ese comportamiento. Cava ironiza: “¿Desde cuándo un banquero central nos avisa de una gran crisis financiera?” y añade que declaraciones como estas suelen ser indicadores de opinión contraria.

De hecho, señala que el índice de codicia y miedo de la CNN se sitúa en 26 puntos, en zona de extremo miedo. “Por la teoría de la opinión contraria, voy a considerar como escenario más probable que el S&P 500 siga subiendo”, asegura.
A continuación, comenta que la deuda pública de Estados Unidos ha alcanzado un nuevo récord, 38 billones de dólares. Esto confirma, dice, que “la burbuja de deuda sigue aumentando”. Sin embargo, considera que no es un problema inmediato mientras “haya liquidez suficiente en el sistema para que esa burbuja siga rodando”. Y de hecho, muestra un gráfico de la oferta monetaria global (M2) que “se encuentra en tendencia alcista y marcando nuevos máximos históricos”.

Por tanto, resumiendo sus argumentos: “Si siguen emitiendo deuda pública, el gasto sigue desbocado y la liquidez sigue creciendo, y además el miedo domina el mercado, lo lógico es que el S&P 500 siga subiendo hasta final de año”.
Luego se detiene en una noticia del Wall Street Journal: la administración Trump estaría considerando adquirir participaciones en tres empresas de computación cuántica. Estas compañías “han subido entre un 10% y un 13%”, aunque Cava advierte: “hay que tener cuidado, ahora están como locos todos comprando”. Explica que esta medida se ampara en una ley de 2018 que permite al gobierno estadounidense “tomar participaciones en empresas de computación cuántica por razones de seguridad nacional”.
Después habla del mercado del oro. Según sus cálculos, en las bóvedas del London Metal Exchange y del COMEX habría unas 9.000 toneladas de oro, pero solo unas 200 estarían realmente disponibles. “Los banqueros centrales de los BRICS están pidiendo que les devuelvan el oro depositado, y creen que no hay suficiente”, advierte. Estima que “hay una tonelada de oro físico por más de 200 toneladas de oro papel”, lo que, según él, revela un desequilibrio preocupante.
Por último, aborda el mercado de las criptomonedas: “Ayer, en plena caída, BlackRock compró 200 millones de dólares en Bitcoin y 40 millones en Ethereum”. Cava interpreta que podría estar produciéndose un trasvase de activos “de manos privadas a manos institucionales”, con las grandes gestoras acumulando criptomonedas y retirándolas del mercado.