Ayer conocíamos la decisión de Arabia Saudita y otros productores de petróleo de la OPEP+ de recortes voluntarios de su producción por alrededor de unos 1,16 millones de barriles diarios, en una medida que ha pillado por sorpresa a los inversores. 

De momento, son varios los analistas que ya han reaccionado, entre ellos, Goldman Sachs que ha elevado su pronóstico para el Brent a 95 dólares el barril para fin de año y a 100 dólares para 2024. Pero también los inversores, que este lunes apuestas por las compras: los Futuros del petróleo Brent repuntan en estos momentos un 5,47% hasta los 84,27 dólares, mientras que el West Texas sube un 5,6% en los 79,95 dólares.

El analista José Antonio González señalaba esta mañana que "a finales de la semana pasada, con los datos de inflación provisional en Europa, y la partida que daba más esperanza para contener la inflación er que la energía estaba retrocediendo posiciones. Apora, con ese recorte en la producción del petróleo van a subir los precios y eso va a provocar que la inflación sufra y pueda haber efectos de segunda ronda, que los bancos tendrán que aplicar de un modo u otro".

"El Brent alcanzó un apoyo en la zona de 72,26, que es claramente una zona de soporte y, a partir de ahí, ha tenido una reacción muy positiva. Ahora una superación de los 87,80 o 85,70 sería la señal de reacción de cara a las compras que permitiría actualizar próximos objetivos alcistas rumbo a los 99,4 o incluso 100 dólares por barril", apunta el analista de Ei. 

Conclusión: a nivel técnico el petróleo está configurándose para un nuevo tramo alcista.