Para conseguir el objetivo de inversión, el gestor lleva a cabo una gestión dinámica de la cartera encaminada a obtener la mayor correlación posible con el comportamiento del índice de referencia. La cartera está compuesta por valores de renta fija pública o privada a corto plazo, depósitos e incluso participaciones de otros fondos de inversión referenciados a dicho índice, cuya duración media se corresponde con la del índice.