En esas fechas el mundo financiero temía por nuestro sistema de orden económico; el capitalismo. La abultada deuda soportada por los bancos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac y asegurada mayoritariamente por las aseguradoras Ambac y AIG, trajo el colapso financiero y arrastró a los bancos de inversión Bearn Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch. La quiebra sistémica produjo un tsunami financiero que puso en duda el capitalismo y que provocó la parálisis del sistema financiero.
La crisis financiera que tiene origen en la burbuja inmobiliaria, dura ya un lustro y las autoridades políticas tienen en 2.013 un importante reto; dar carpetazo a la crisis.
Más allá de las múltiples teorías que tratan de explicar la crisis, me atrevería a decir que la codicia es el principal causante de la crisis financiera más grave de nuestra generación. Como he comentado en repetidas ocasiones en esta tribuna de opinión, la economía no parte de las matemáticas, más bien de la filosofía y la acción humana es el origen de toda actividad económica. Entendemos el ciclo económico en su fase expansiva como el desarrollo de la masa monetaria en forma de crédito y que por lo tanto, en función de conductas humanas, podemos tener ciclos expansivos que crecen sobre una base ética, es decir, economía productiva o una base especulativa, que busca en la subida de los precios de los activos la principal fuente de riqueza. Las crisis financieras vienen del abuso de la expansión crediticia, puesto que la codicia empuja los precios a niveles de exuberancia irracional que termina con una burbuja financiada, que a su vez tarde o temprano termina por ser un problema grave para el activo bancario.
Las burbujas llevan a la soberbia social y en 2.008 el sistema financiero había llegado a un nivel desconocido de locura. Las compañías americanas hipotecarias semipúblicas Freddie Mac y Fannie Mae, llegaron a conceder hipotecas de forma ilimitada. Los famosos CDO y ABS, permitían colocar la deuda hipotecaria entre inversores institucionales en un círculo vicioso que llevó a la quiebra a bancos de inversión, agencias de hipotecas y compañías aseguradoras. El círculo era perfecto, los bancos de inversión podían comprar deuda subprime y venderla en forma de fondos de inversión high yield. Las compañías aseguradoras, tenían primas multimillonarias al asegurar una cantidad ingente de deuda y las hipotecarias podían vender hipotecas por doquier. Al final, el círculo se cerró y la cordura se impuso. La deuda es deuda y lo prestado hay que devolverlo. Los mercados financieros suben y bajan, en función de la oferta y la demanda y llega siempre un punto en el que la demanda termina. En ese punto, la burbuja estalló, las aseguradoras, las hipotecarias y los bancos quebraron. USA, cuna del liberalismo socializó los bancos; algo terrible.
Esa decisión implicó el compromiso público para sacar al mundo de la bancarrota. El riesgo sistémico empezó y trajo consigo una etapa de múltiples crisis que a día de hoy sigue sin resolverse. El primer paso para salvar al sistema capitalista, fue rescatar el sistema financiero. La decidida acción de los bancos centrales, convirtió el problema privado en un problema público. Los estados se endeudaron para salvar la parálisis de la demanda privada. El rescate bancario sirvió para oxigenar la quiebra, pero no logró reactivar la actividad crediticia. La sociedad pasó de la codicia al pánico y el pánico trajo la parálisis de consumo y crédito, y estimuló el ahorro. El exceso de ahorro derivó en el desendeudamiento global y los países emergentes, con reservas ingentes de divisas aprovecharon la crisis del mundo desarrollado para crecer a pasos agigantados, creándose un mundo a tres velocidades, entre una economía americana centrada en el crecimiento al coste que sea; Europa homogeneizando los criterios de déficit y deuda, con políticas de austeridad recesivas a corto plazo y unos países Emergentes creciendo a dos dígitos.
De la burbuja inmobiliaria nace la crisis subprime y de ésta, la soberana. En el pasado año se puso en duda Europa entera, pero el enorme acierto de dar relevo al anterior presidente del BCE Trichet, dio sus frutos y Mario Draghi se erigió como el auténtico salvador de Europa por su decidida actuación contra el riesgo sistémico. En un mundo falto de liderazgo, Draghi se ha erigido como el auténtico héroe del sistema capitalista.
Las bases están sentadas, la FED, el BCE y el BOJ siguen apoyando el sistema financiero con políticas expansivas.
Japón parece que despega de una vez por todas con unas reformas muy acertadas bajo mi punto de vista a favor del sector privado y el debilitamiento del yen, gracias a las acciones del BOJ.
En USA los pactos para evitar el abismo fiscal siguen siendo el principal foco de atención, sin embargo aclarada la cuestión de la subida de impuestos, los líderes políticos americanos, deberán tomar decisiones responsables para reducir el gasto público de una forma gradual que no tire por la borda todos los esfuerzos realizados para mantener a flote la recuperación económica.
En Europa, los esfuerzos deberían centrarse en finalizar el proceso de reestructuración del sistema financiero y en estabilizar el orden social, para que poco a poco, la confianza de inversores, consumidores y empresarios mejore y siente las bases para poder pensar en un crecimiento económico sostenible a largo plazo y edificado sobre las bases de las enormes reformas sociales, causantes de un estado de crispación social que hay que relajar para poder aspirar de una vez por todas a salir de la crisis.
China tiene un gran trabajo por delante debido en parte a la caída de las exportaciones y la inversión. Los dirigentes políticos Chinos, deberán centrar sus esfuerzos en las reformas de los mercados de capitales, la privatización de las empresas públicas que ayuda a reducir el mercado monopolístico estatal y las reformas en materia de política fiscal y política urbanística.
Ante todos estos retos, enero termina con las bolsas mundiales en zonas de resistencias importantes, el EUR recuperando terreno ante los principales cruces y con una importante relajación del coste de la deuda. Los pasos están siendo sólidos, pero ¿lograrán atraer el interés de los inversores internacionales? Sin lugar a dudas, creo que este 2.013 será el año en el que los fundamentales se van a imponer y el stock picking será una de las principales armas de los inversores.
Mis principales apuestas pasan por la continuación de la recuperación económica y por ello, buscaré trading direccional en el que la recuperación económica europea será la gran apuesta.
BUND
La relajación de la prima de riesgo una vez se finiquite la reestructuración del sistema financiero, debería llevar una importante caída del bono alemán a 10 años.
EUR
Las perspectivas de la economía europea, deberían alejar el riesgo de ruptura del euro y con él deberíamos ver una recuperación sostenible a largo plazo del EUR respecto al AUD, NZD, JPY, USD, CAD, NOK, SEK y CHF.
EQUITY
Las reformas estructurales acometidas por Europa y los riesgos derivados del Fiscal Cliff, deberían servir para poder ver una mejora en el gap producido entre la renta variable europea y la americana. Por ello, buscaría una estrategia de trading relativo, con un outperformance entre el Eurostoxx 50 y el SP500.
Gisela Turazzini