La presidencia que asumirá Biden en esta semana podría marcar un punto de inflexión en la política del gobierno federal de los Estados Unidos y marcar el comienzo de una nueva era para la energía limpia. El equipo medioambiental de Biden encontrará una comunidad empresarial muy receptiva para colaborar en la sostenibilidad y cambio climático.

El plan de Biden “Build Back Better” que garantiza que al salir de esta profunda crisis económica y de salud pública, se enfrentará la persistente crisis climática. El programa plantea lanzar un esfuerzo nacional destinado a crear puestos de trabajo para construir una infraestructura moderna y sostenible ahora y ofrecer un futuro de energía limpia y equitativa.

Según se puede leer en la web joebiden.com, Biden hará una inversión acelerada de 2 billones de dólares (trillones americanos) para desplegar esos recursos durante su mandato, colocando a los Estados Unidos en un rumbo irreversible para cumplir con el ambicioso progreso climático que demanda la ciencia. Las inversiones serán tanto en infraestructuras, industria automotriz, transporte público, sector eléctrico, vivienda y edificios, innovación tecnológica y agricultura, con el objetivo de sostenibilidad y reducción de emisiones.

También el sector privado se ha volcado en la sostenibilidad y riesgo climático motivado no sólo por una mayor conciencia sino también como resultados de innovaciones que han reducido el precio de la energía limpia, creando un cambio en los mercados y creando incentivos financieros para capitalizar estas tendencias. Las inversiones por parte del capital privado en estos proyectos se han duplicado en el último año mientras que la financiación de capital riesgo en empresas de tecnología climática aumento a 16.100 millones de dólares vs 418 millones en 2013.

Pero los inversores particulares también aceleraron sus inversiones en fondos de energías renovables desde que se confirmó la victoria de Biden. De acuerdo con datos de Lipper, los fondos de energías alternativas que invierten principalmente en empresas de energía eólica, solar y de agua registraron flujos de entrada de 4.000 millones de dólares la semana pasada a nivel global.   Tan sólo en las dos primeras semanas del 2021 estos fondos han atraído la nada despreciable cantidad de 5.200 millones de dólares, tras entradas que superan los 17.100 millones de dólares en 2020.

Y como se dice, el que se llegó el gato al agua fue el iShares Global Clean Energy ETF,  que lidera y por mucho esas suscripciones, con casi 1.000 millones de dólares, seguido por el ETF Invesco Solar con entradas de casi 570 millones de dólares.  La rentabilidad del primero supera el 140% en 2020 y casi el 9% en lo que va del 2021, mientras que la del segundo es del 4% en lo que va del año. Por su parte, los fondos de energías tradicionales han cerrado su sexta semana consecutiva de reembolsos, con salidas la semana pasada de unos 113 millones de dólares.

También se pueden encontrar fondos de gestión activa que inviertan en este tipo de energías alternativas y que analizamos con anterioridad Nos llama la inversión en energía . . . limpia