China es el segundo país más grande del mundo en términos de PIB, siendo el país de mayor contribución al crecimiento económico global. Los mercados financieros de China consisten en bolsas de valores, préstamos bancarios, bonos y algunas acciones internacionales. Durante las últimas dos décadas, bajo Xiaoping, China ha intentado liberalizar sus mercados y adoptar un entorno más abierto y competitivo para los inversores. Desafortunadamente, las raíces comunistas de China todavía tienen un firme control a través de empresas estatales, controles estrictos sobre quién puede invertir en qué vehículos y en qué cantidades y una propiedad mayoritaria en acciones y bonos no negociables. No obstante, el país ha experimentado importantes transformaciones estructurales en sus mercados de capitales, que se ha visto reflejado en la inversión por parte de extranjeros en el país.

Las bolsas de valores de China

En China continental hay dos bolsas, la Bolsa de Shanghái y la Bolsa de Shenzhen, que fueron abiertas por el gobierno chino en 1990, como una forma de modernización de la economía de China. La bolsa de valores de Hong Kong se está integrando en las otras bolsas chinas, lo que hace parte que forme parte del mercado de valores de China.

La Bolsa de Shanghái (SSE) es la más grande de China. Su capitalización de mercado total en torno a 7,62 billones de dólares , y por tanto el mayor de China y el quinto más grande a nivel mundial, integrada  por un total de 1983 empresas cotizadas y 2025 valores, la mayoría son empresas estatales. Sus inversores destacan fondos de pensiones y bancos locales, ya que aún no está totalmente abierta a inversores extranjeros debido al estricto control de capital. Se negocian tanto acciones, como bonos, fondos ETFs y derivados. En acciones hay acciones A y B, que veremos más adelante. En cuando a deuda o bonos, incluye los bonos del Tesoro, bonos corporativos y convertibles.

La Bolsa de Shenzhen (CSI) es una más pequeña, con una capitalizacón de 3,9 billones de dólares y con más de 2000 compañías listadas. Se posiciona entre las 10 bolsas de valores más grandes de Asia. Se negocian acciones A en renminbi y B en dólares hongkoneses.

Además está la Bolsa de Hong Kong (HKEX), siendo uno de los centros financieros más relevantes del mundo. Se fundó en 1891, habiendo pasado por una serie de reformas hasta nuestors días. Con estas reformas se buscaba aumentar la competitividad y aumentar las capacidades a manera de enfrentar los desafíos de unos mercados más globales. Alcanza una capitalización que fonda los 40 mil millones de dólares hongkoneses y con más de 2200 empresas listadas. Su capitalización de mercado supera los 46,6 billones de dólares hongkoneses. Es ahí donde cotizan empresas como HSBC, Hang Seng Bank, China Resources Land, China Life... con acciones tipo H, que incluyen variantes P Chips (carecen de participación del estado) y la sede de las empresas están en paraísos fiscales y las Red Chips, empresas cuyo negocio está principalmente en China y en las que el gobierno mantiene una participación considerable.

Una de las características distintivas de los mercados de valores de China es que las empresas que cotizan en bolsa pueden emitir diferentes clases de acciones, según la ubicación en la que cotizan y el tipo de inversor que puede poseerlas.

Las más comunes de estas acciones son las A y las B. En el caso de las primeras, representan valores de empresas chinas que cotizan en las bolsas de valores de Shanghái o Shenzhen. Están emitidas en renminbi y solo pueden ser negociados por residentes chinos o inversores extranjeros elegibles para los programas de Inversor Institucional Extranjero Cualificado (QFII), Inversor Institucional Extranjero Cualificado en Renminbi (RQFII) y/o Stock Connect. Mientras que las B cotizan en dólares estadounidenses en la bolsa de valores de Shanghái y en dólares de Hong Kong en la bolsa de Shenzhen, y por residentes y no residentes chinos.

También está la clase menos conocida que es la H, que son acciones de empresas de China continental que cotizan en la bolsa de Hong Kong, y que, aunque están reguladas por la ley china, se negocian de la misma manera que las demás acciones. Están denominadas en dólares hongkoneses. En muchos aspectos, recuerdan a los certificados de depósito estadounidenses (ADR), que son las acciones de empresas no estadounidenses que cotizan en la bolsa a de valores de Nueva York.  

Con esta información, el inversor podrá saber según el prospecto o DFI del fondo en que tipo de acciones invierte el gestor y con ello los riesgos implícitos a los que está expuesto. Un ejemplo son fondos como Schroder ISF All China Equity, que invierte en empresas chinas independientemente de dónde coticen las empresas; o bien Aberdeen Standard Sicav I - China A Share Equity fund, que como su nombre lo indica invierte en acciones A chinas; o el fondo Barings International Hong Kong China Fund, que invierte en acciones listadas en Hong Kong.