El debate sobre el futuro de la Inversión Socialmente Responsable (ISR) en nuestro país comienza por la rentabilidad. ¿Son más rentables los fondos que tienen en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobernanza o no? No está claro que sean más rentables pero sí que no lo son menos que otros productos que no siguen estos criterios. La rentabilidad es el primer objetivo de la ISR “pero lo que le diferencia de otro tipo de productos es cómo se toman las decisiones de inversión: integrando en el análisis financiero un análisis extrafinanciero que analice criterios de gobierno social y corporativo”, reconoce Iván Díez, responsable de Groupama AM en España. Por lo que la ISR no es una rémora para la rentabilidad, busca generarla pero dando a los gestores una dimensión adicional para tomar decisiones de inversión. Y esta dimensión, según Sophie del Campo, Directora general para Iberia, Latinoamérica y US offshore de Natixis Global AM “es un análisis de riesgo con criterios extrafinancieros que aporta mucho valor en el largo plazo”.

Desde UBS ETF, su director en España Pedro Coelho reconoce que hay cuatro palabras clave a la hora de hablar de este tipo de inversión: transparencia, rentabilidad, coherencia y tangibilidad. Está claro que quien invierte en este tipo de estrategias no deja de tener rentabilidad pero “si queremos ser buenos ciudadanos tendremos que invertir en buenas empresas que cumplan con el derecho laboral, que tienen diversidad de género, criterios sociales….Esto nos dará una visión en primer plano de la sociedad en la que vivimos”. Javier Garayoa, Director de Spainsif cree que de alguna forma el inversor tiene que ser consciente de que no aplicar los criterios ASG por parte de las compañías daña su inversión.

 

De izda a dcha: Iván Díez (Groupama), Enrique Garrido (EFPA), Victoria Torre (SelfBank), Alberto Moreno (IEB), Silvia Morcillo (Ei), Javier García de Vinuesa (Robeco), Sophie del Campo (Natixis Global AM), Miguel Ángel García-Ramos (Ei), Pedro Coelho (UBS ETF), Javier Garayoa (Spainsif)  y David García Rubio (Santander AM). 

Pero, ¿cuál es el factor que más pesa sobre la rentabilidad de una compañía? Depende del sector. “Va muy ligado al tipo de industria. Cada una de las crisis nos ha ido enseñando dónde cada sector tiene que mejorar su ISR, partiendo de que el buen gobierno es fundamental en toda empresa”, según Javier García de Vinuesa, Director General en Robeco para Latinoamérica, US Offshore y Sur de Europa de Robeco. El experto de Groupama echa la vista atrás y recuerda que en los últimos 15 años “el origen de todas las crisis ha estado en la falta de buen gobierno corporativo: Enron, Worldcom, subprime e incluso crisis de deuda…”.  Y sin embargo, la crisis, habiendo sido muy mala, ha descubierto todo lo que puede aportar la ISR para solucionar aquello que nos ha llevado a la misma. Uno de esos factores “fue generar retornos a corto plazo, cada vez más corto, haciendo desaparecer la visión de largo plazo de las compañías. Esto nos llevó a productos más complejos, difíciles de entender y gestionar y más opacos. Un buen ejemplo de ello fueron las subprime”, recuerda David García Rubio, responsable del Servicio de Inversión Responsable de Santander AM.

Desde la Unión Europea “se da un enfoque único desde la visión de la sostenibilidad (…) si hubiera que coger entre los tres, coincido en que la gobernanza es fundamental porque es sobre el que pivota el resto de variables de la compañía”, explica Garayoa. Y un punto clave en este sentido es verificar que todo esto se cumpla. “Dar un paso más a nivel transversal es fundamental. El intangible pesa un 70% es más difícil de verificar y es un riesgo de conducta”, en palabras de Alberto Moreno de Tejada, profesor de ética de las finanzas de IEB. Estamos en un entorno, más después de la crisis, en el que la sociedad pide algo más a las empresas.

Pero ¿qué retos quedan por cumplir? El principal, el formativo. Victoria Torre, directora de contenidos, productos y servicios de Self Bank reconoce que a menudo “el inversor particular tiene una idea equivocada de lo que es ISR y se olvida de que hay muchos ámbitos más allá de ser verde. Tiene que ver mucho con la compañía y cómo trata a sus accionistas”. Formación que debe llegar también al analista y al profesional que será encargado de vender el producto. Pero hay dos palancas que deberían ser impulsoras de este tipo de inversión, el sector financiero y la parte pública. Si hay una definición común, el sector financiero hace los deberes y hay incentivos fiscales, ayudará a que este tipo de inversión avance.  “Los inversores necesitan saber qué hay dentro de su fondo, necesitamos más productos y estrategias que apliquen filtros ISR. Al final estos criterios son como los Airbags, que hace dos décadas no los tenía nadie y ahora tiene que ser algo inherente a las compañías”, afirma Enrique Garrido, asociado de EFPA.  

 

 

 

En el marco jurídico y apoyo regulatorio, lo que se está haciendo en Europa es una política de medidas regulatorias para promover la transparencia, información, reporting y que los inversores tengan conocimiento de estos criterios ASG. En Francia se ha dado un paso más con ayudas públicas e incentivos fiscales a las compañías… si a eso añadimos una política de certificaciones de productos y hacemos que esto sea público estamos poniendo un marco regulatorio. De esto salen resultados que no solo llega al institucional sino a los distintos niveles.

En este sentido, queda todo por hacer y hay mucho potencial en este aspecto. España ha crecido un 40% en activos de ISR, estamos en torno a 70.000 millones. Si bien es cierto que es el 1% de la industria en Europa pero hay una evolución positiva.

 

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