La crónica brevemente es la siguiente: el miércoles, día festivo en la Bolsa de Madrid fue aprovechado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para levantar la alfombra de la vergüenza, esto es, una valoración negativa de 10.444 millones de euros en el caso de la matriz, BFA, y de 4.148 millones en el caso de
Bankia. BFA, lo dicho, suscribió este jueves esa cantidad en bonos convertibles, los denominados 'CoCos', junto a Bankia con resultado de una ampliación de capital por valor de 13.459 millones de euros. Viene a sumarse a la del pasado mes de septiembre cuando ya se hablaba de dilución. Una operación, por cierto, que según el presidente de BFA-Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, “despeja todas las dudas sobre la solvencia del grupo, genera mucha tranquilidad en términos de liquidez y constituye una clara señal de confianza tanto para el futuro de la entidad como para sus clientes", versaba ayer un comunicado.

¿El paso siguiente? Una reducción de capital en enero que vendrá a minar algo más si cabe al pequeño accionista con el objetivo de ajustar el capital al patrimonio neto.

A colación de estos últimos movimientos, la agencia Reuters difundía este jueves unas declaraciones de varias fuentes directas del proceso. “Será un valor puramente testimonial, residual. Van a perder hasta la camisa”, aseguraba esta misma fuente. De hecho, desde el Banco de España se aseguraba 'off the record' que la dilución que iban a sufrir los inversores iba a ser “muy fuerte”. Ramón Forcada, director de Análisis de Bankinter, afirmaba en esta línea que “la recapitalización de la compañía será de tal calado que los actuales accionistas recuperarán muy poco de su inversión”.

La palabra 'testimonial' está presente en las palabras de muchos analistas, como es el caso de Javier Flores, responsable del Servicio de Estudio y Análisis de ASINVER, que considera que los inversores fueron “embarcados en una operación acordeón” y ha derivado en “una situación lamentable” que se extiende a aquellos que llegarán a ser accionistas “como consecuencia de un canje de preferentes”.

Del total de los 350.000 accionistas que compraron en su salida a Bolsa allá por julio del año 2011 a 3,75 euros es difícil determinar cuántos quedan. Lo que sí se sabe es que las ventas en la jornada del jueves estuvieron protagonizadas mayoritariamente por ellos. El conglomerado bajo el que actúan en su mayoría, Bankia Bolsa, vendió ayer la friolera de 4,1 millones de acciones. Lección aprendida al parecer.

COMPRADORES & VENDEDORES BANKIA, 27/12/12 (FUENTE: BLOOMBERG)


No obstante, y suponiendo que Bankia regrese al mercado, el aspecto técnico es el vivo reflejo de una caída libre y sin frenos. Alejandro Martín, subdirector en España de Hanseatic Brokerhouse, habla de una situación “claramente bajista” que pasa por “perder los 0,48 euros” lo que daría lugar a “caídas muy fuertes ya que el siguiente objetivo está en 0,26 euros”. Flores, por su parte, concede una horquilla de entre 0,20 y 0,40 euros al valor “a partir de la dilución esperada”, aunque lo define como “un nivel incómodo” y que “hace razonable pensar que el destino de la acción es la exclusión de cotización”.

En el ángulo opuesto -bastante improbable, según los analistas-, Roberto Moro, de Apta Negocios, considera que el único nivel que “permite pensar en cierto rango de neutralidad pasa por los 0,75 euros” y veríamos. Hablando, por cierto, de OPAs de exclusión, Moro exige una “legislación para evitar que sucedan estas indecencias. ¿Qué más da?”, se pregunta, “que ofrezcan una prima del 100% cuando darán 0,60 euros por una acción que vale 0,30 y se está perdiendo el 90% de la inversión? Es una tomadura de pelo”.

Lo cierto es que el tono crítico se extiende por todas las opiniones recogidas y quizás más sobre los reguladores que sobre los propios gestores de la entidad por aquel entonces. Carlos Ladero, analista de Inversiones Inteligentes, asegura, sin medias tintas, que “Bankia ha sido la alfombra donde esconder la basura de las cajas”. De hecho, la situación de la entidad va más allá que su propia -nefasta- cotización en el mercado bursátil. El tema de las preferentes está aún por resolverse. Fuentes internas de la entidad afirman que los 'preferentistas' recibirán de vuelta el total de su inversión, pero a la luz del día no hay nada confirmado. “Si usted cree que le vendieron preferentes sin información suficiente (y aún duda en cómo demostrarlo), aquí tiene la respuesta: no hay empresa que en dos años pase de valer en libros más de 7 euros y ahora valga 0”.