Tanto que en estos momentos el principal selectivo que mide la evolución de estos mercados sube y se sitúa en máximos de tres semanas. Todo tras conocerse el dato de concesión de créditos de las entidades financieras chinas, que lleva a pensar que la economía del gigante asiático sigue teniendo músculo suficiente.
Los datos de Bloomberg muestran que tras la subida de hoy el selectivo se apunta una ganancia de un 3,7% en lo que va de año y coloca su valoración en 9,4 veces (a 12 meses), muy por debajo del MSCI Worl Index, que está en torno a 14,8 veces.
Es esta valoración la que ha llevado a algunos expertos a recomendar la entrada en la renta variable emergente. Precisamente hoy los expertos de Barclays afirmaban que las ventas en este tipo de bolsas deben ser identificadas como una oportunidad de entrada. Eso sí, sin olvidar que en los próximos meses pueden sucederse nuevos episodios de volatilidad en estos mercados.
También han opinado al respecto los analistas de JP Morgan que afirman que “son muchos los inversores que preguntan si es momento de entrada ya en los emergentes, cuando los Emergentes llevan mucho tiempo quedándose atrás, y por valoración relativa vs desarrollados parecen estar con un descuento muy superior al de la media histórica”
Los estrategas de la firma apuestan por entrar ya en estos mercados y se muestran muy positivos con Grecia y Rusia.
Sin embargo se trata de una opinión que no es unánime, ni tan siquiera entre los expertos de la misma firma. Como apuntan en esta nota de JP Morgan “para nuestra gente de Asset Allocation global, a pesar de verlos baratos, prefieren esperar a que el flujo de revisiones negativas de crecimiento termine (incluso hasta que haya revisiones positivas. A la vez, hay que esperar que esas revisiones positivas para los emergentes no vengan acompañadas de fuertes revisiones de Estados Unidos al alza que podrían llevar a la Fed a tener que comenzar el proceso de subida de tipos antes de lo esperado”.
De hecho, como señala Eduardo Faus, analista de Renta 4 “es curioso que con "tanta prensa" que se le ha dado al problema de los emergentes, el EMBI SPREAD, o diferencial entre los bonos emergentes frente a los bonos de Estados Unidos no haya marcado máximos por encima de los de 2013”.