Y esto es así porque cada año se celebra en esta ciudad suiza que ve desfilar cerca de sus cumbres nevadas a políticos, actores, empresarios de renombre, jefes de estado y actores. Todos para intentar encontrar la solución a un mundo que, según los últimos informes, cada vez es más desigual y menos justo.
Por eso probablemente justo después de pronunciarse, la siguiente ya se ha convertido en la cita estrella de la cumbre “Les pido asegurarse que la humanidad sea servida por la riqueza y no regida por ella”. La hizo el Papa Francisco en una carta que leyó el Cardenal Turkson. (
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El máximo pontífice de la Iglesia Católica se ha alineado con el presidente de WEF, que ya ha avisado que el tema principal del foro de este año será la desigualdad. Oportuno si tenemos en cuenta el informe que ha publicado recientemente Intermon Oxfam precisamente para calentar el ambiente antes de Davos.
En él se denunciaba denuncia que el aumento de la concentración de poder genera una riqueza extrema que perpetúa la desigualdad. Los datos del informe eran más que elocuentes:
Casi la mitad de la riqueza mundial está en manos de sólo el 1 % de la población y, por ejemplo, que la mitad más pobre de la población mundial (3.750 millones de personas) posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.
En la actual edición de Davos se van a reunir más de 2.500 participantes entre los que destacan el economista Nouriel Roubini, el presidente de Japón Shinzo Abe, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon , el vocalista de U2, Bono, o la flamante presidenta de Yahoo!, Marissa Mayer. En concreto irán líderes de unos 40 países y los consejeros delegados de empresas como Google.
Probablemente su agenda sea tan ajetreada que la cumbre iba a comenzar con una sesión de Mindfulness el día antes al inicio de las sesiones.
Desde el punto de vista económico, la cumbre va a debatir las previsiones para la economía europea y se preguntarán si lo peor de la crisis ya ha pasado. Entre la representación europea destaca la del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, Oli Rhen, Comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea y los ministros de finanzas de Francia y Alemania.
También se hablará de lo que se espera para Estados Unidos, China y algunos países latinoamericanos y africanos. De hecho, África, será el centro de un panel en el que se analizarán las consecuencias para el continente el crecimiento demográfico que va a provocar que alrededor del año 2050 se alcancen los 2.000 millones de habitantes.
En el caso de Latinoamérica se analizará qué está pasando en las economías de algunos países emergentes y cuál será la previsión para los próximos ejercicios.
De hecho, la representación de Latinoamérica cuenta con la presencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, Enrique Peña Nieto, el presidente de México y César Villanueva, el actual presidente de Perú. También viajarán hasta la ciudad suiza varios presidentes de gobiernos africanos como Liberia o Nigeria.
El evento de este año coincide con el inicio de las negociaciones cara a cara del gobierno Sirio y la oposición que tendrán lugar también en Suiza. Quizá por eso se hablará de la crisis humanitaria que se ha generado en el país de Oriente Medio.
Quizá por eso hasta Davos se dirigirán Ban Ki Moon y el Secretario de Estado de EE.UU. John Kerry. Eso sí, no está previsto que por la cumbre se pase este año Barak Obama, el presidente del país. Si viajarán el Secretario del Tesoro, Jacob Lew y el Secretario de Estado de Comercio, Penny Pritzke.
Los expertos piensan que en Davos se respirará cierto optimismo, más después del último informe del FMI en el que se ha elevado la previsión de crecimiento este año. De hecho, el fundador del WEF, Klaur Schwab afirma que “la confianza está retornando poco a poco”. Schwab ha utilizado un símil, “parece que estuviera cargando con una mochila muy pesada sobre la espalda”.
Más allá de la economía, tal y como viene siendo habitual, se discutará sobre asuntos como el cambio climático, sanidad o seguridad alimenticia.