Seguimos en un clima en el que en Estados Unidos sigue en máximos históricos por el optimismo de las políticas fiscales de Trump. ¿Cree que se ha descontado un exceso de euforia que podría terminar pasando factura?

No, no creo que se haya descontado una excesiva euforia. Normalmente cuando llega un nuevo presidente se le da un voto de confianza para que pueda aplicar sus políticas económicas, sobre todo en el caso de Donald Trump, porque ambas cámaras están en manos de los republicanos. Entonces, se supone que Trump va a poder implementar sus políticas, lo que ocurre es que ya se está llegando los primeros palos porque la corte judicial de California y también en Washington ya le han dicho que no y, a pesar de que va a apelar, es posible que no le den la razón. Históricamente ningún presidente ha podido cumplir más allá del 40% de la agenda que tenía programada. El record lo tiene Johnson en los años 60 que cumplió el 42%. Obama cumplió el 38% a pesar de tener las cámaras en contra. Entonces no creo que las políticas de Donald Trump se vayan a implementar más allá de ese 38% o 40% histórico, pero los mercados están dándole ese voto de confianza de que esas políticas las va a ir aplicando.

Al otro lado del Atlántico Apple ha marcado máximos históricos por primera vez desde febrero de 2015. ¿Le ve más recorrido al alza?

En principio yo no veo por qué no. Ya vale 700.000 millones, está ya oteando los 150 dólares por acción y en principio no veo por qué la compañía no vaya a tener un sesgo al alza. La realidad es que todas las empresas tecnológicas están en uno de los sectores que está más en boga y probablemente tenga más recorrido. Lo cierto es que hemos pasado de un visionario tecnólogo como era Steve Jobs a un Tim Cook que es mucho más pragmático. Probablemente veamos productos menos innovadores, pero quizá un poco más centrados en el control de costes y en hacer la empresa más rentable. Menos ilusionante, quizá, pero algo más rentable. No tenemos que olvidarnos que es una máquina de ganar dinero esta compañía y mientras no haya un elemento disruptor que puede venir de otra compañía y que realmente le mueva el espacio como en su día le ocurrió a Nokia, la compañía no tiene por qué dar grandes sustos.

También se está comentando mucho la situación de Twitter. ¿Qué futuro cree que le espera? ¿Considera que podría terminar comprado?

En Twitter veo claramente una empresa opable. El problema que se puede encontrar es que como no la compren rápido puede entrar en una espiral tremendamente negativa y que prácticamente no tenga ningún sentido la adquisición. Lo que ha quedado claro es que el modelo de Twitter, que puede ser más o menos interesante, desde un punto de vista económico y de negocio, no lo veo como un gran negocio de rentabilidad. Lo que sí podría ser dentro de alguna compañía ser un mix de productos y que encaje bien para completar una cartera de productos privados que tenga esa compañía. Entonces ahí sí puede encajar mejor. Pero fuera de ahí a Twitter no la veo recorrido. Desde luego, independiente de otras compañías no la veo.

¿A quién ve posibles compradores?

Podría comprarla una empresa del tipo Amazon u Oracle. Una compañía tecnológica que diga, tenemos una división y complementamos nuestro portfolio de productos. Tendría que ser algo parecido.

Por otra parte, en cuanto a política monetaria mucho se comenta sobre subida de tipos este año. ¿Piensa que el mes que viene se puede producir la primera subida viendo la evolución de los datos macro?

Creo que no. De hecho los analistas hablan de un 18% de probabilidades y estoy tan escaldado que ya no me creo nada. Pero no creo que se produzca una subida de tipos tan pronto como en marzo. Siempre se ha hablado de tres subidas de tipos y yo soy de los que piensan que habrá dos y veremos a ver. Pienso que marzo quizá es demasiado pronto para una subida de tipos. Janet Yellen debería esperar a que se implementen o se asiente Donald Trump en la Casa Blanca para empezar a ir tomando medidas. Ir demasiado deprisa puede coger a pie cambiado a los mercados. De hecho, que la bolsa norteamericana siga subiendo es un poco un indicador de que probablemente no vayan a subir los tipos de interés.

Pasando a Europa, aquí tenemos la incertidumbre que genera la política, sobre todo por las elecciones francesas del próximo mes de abril. ¿Cree que hay que estar dentro o fuera de los mercados europeos hasta que pasen los comicios?

Probablemente estaría fuera. Ahora mismo Estados Unidos está ofreciendo una rentabilidad importante. Se ha hablado mucho en los últimos años, ya desde el año 2012 o 2013, de esa gran marejada de dinero que iba a salir de la bolsa norteamericana para venir a la bolsa europea y no se ha producido, y probablemente en algún momento se producirá. Cuando EEUU toque el techo y no pueda con él y no vea rentabilidad y probablemente los grandes fondos emigren a Europa y las bolsas Europeas vayan subiendo. Hasta ahora no deja de ser más que un deseo. Pero la realidad es que ahora mismo, si bien yo soy de los que piensan que no va a ganar Lepen en Francia, cosas más increíbles hemos visto. Nadie pensaba que iba a salir el Brexit. Muchísimo menos nadie pensaba que iba a ganar Donald Trump. Entonces, ante esa incertidumbre lo mejor es quedarnos fuera y esperar a ver qué puede suceder porque estos populismos aunque no salgan la incertidumbre que van a traer no es positivo.

Sobre España seguimos en plena campaña de presentación de resultados, ¿cuál le parece la mejor opción de inversión hasta el momento tras ver sus cuentas?

A mí, con la mano en el corazón, soy muy de invertir en compañías que lo están haciendo bien, que lo van a seguir haciendo bien, que tienen un negocio sólido, exportable, con gran crecimiento fuera de España. A mí la empresa que más me encaja en ese perfil es la empresa de Amancio Ortega (Inditex). La veo con un enorme recorrido y crecimiento. No para de crecer y tiene una gestión absolutamente envidiable. Se habla mucho del sector bancario y de que en algún momento tiene que repuntar, pero no lo termino de ver. Mientras los tipos estén tan deprimidos es complicado. El sector petrolero probablemente sea una buena opción, pero prefiero ver más resultados y hacia adónde va. Ahora mismo estaría claramente con Amancio Ortega, porque para mí su empresa es de largo la mejor del Ibex 35.

Y, en relación a la situación de Popular, ¿qué cree que terminará pasando con el banco?

Creo que lo van a comprar. Banco Popular es un banco que es interesante porque tiene un capital humano y grandes profesionales dentro del banco y porque no nos olvidemos que es una entidad que tiene activos que pueden resultar interesantes. Pero los resultados del último ejercicio han sido terribles y a mi modo de ver quizá debería haber dotado más de lo que ha hecho. El futuro de Banco Popular está en que alguien la adquiera. Ahora, vamos a ver porque no es una digestión fácil. Es un banco demasiado grande para digerirse tan cómodamente. BBVA podría ser un gran candidato para esa adquisición y probablemente podría ser lo más previsible y lo más lógico en estos momentos.

¿Cuáles son sus principales recomendaciones para invertir?

Invertiría ahora mismo en Estados Unidos y probablemente dentro del sector bancario. La desregularización del sector puede ser muy interesante. Banca como Wells Fargo muy centrada en el país más que internacional. Tarjetas de crédito, como Visa. Luego en el sector tecnológico y el sector farmacéutico que puede haber fusiones, pero en plan stock pickers.