La firma finlandesa planea salir a bolsa en Hensinki  y podría estar valorada, según los datos que ha publicado Bloomberg, valorada en unos 2.000 millones de dólares. Con esta operación  en una operación en la que la compañía pretende captar unos 400 millones, es decir, una quinta parte de su capitalización.

En la actualidad, un 69% de la compañía está en manos de Kaj Hed, el presidente de la compañía después de invertir 1 millón de euros hace algo más de una década en la empresa que había co-fundado uno de sus sobrinos, Niklas Hed.

El dinero de la OPV servirá a la empreas para financiar la segunda compañía de “Angry Birds”, que podría estrenarse en 2019. La primera generó unos ingresos de taquilla de más de 350 millones de dólares.

Se preguntan los expertos cuál será el apetito que tengan los inversores por este tipo de compañía. En Bloomberg calculaban que la cotización de las empresas fabricantes de software de entretenimiento que han salido a bolsa, subsector al que pertenece Rovio, han caído en bolsa este año una media de un 18%.

Rovio elevó sus ventas un 34% el año pasado y generó un EBITDA de 17,5 millones de euros en ese periodo. Una buena cifra si se tiene en cuenta que el ejercicio anterior obtuvo pérdidas. Su objetivo es conseguir encontrar un producto como el inicial Angry Birds que dispare sus ventas.

Los directivos quieren centrarse sobre todo en el negocio de los videojuegos y este año vendió algunas partes de su negocio a Kaiken Entertainment, una startup liderada por su anterior consejero delegado, Mikael Hed y otros ex directivos de la empresa. La venta incluía el estudio de animación y el negocio de publiación de libros y otras marcas no ligadas a Angry Bird.

Esta medida y la reducción a la mitad de su plantilla ha permitido que en el segundo trimestre sus ventas crezcan un 90% en un intento por mejorar sus cuentas de cara a esta salida a bolsa.