Por qué a los mercados les gusta el bloqueo político

Sugerimos a los inversores que dejen de lado esta idea sobre los partidos y la personalidad de los candidatos. En su lugar, pensamos que es más útil evaluar los acontecimientos políticos de la forma en que nuestros análisis muestran que los mercados lo hacen: ¿Es probable que las elecciones den lugar a un estancamiento o no? Aunque pueda parecer contrario a la intuición, el bloqueo político o parálisis legislativa suele ser positivo para la renta variable, en nuestra opinión.

Fisher Investments España define el bloqueo como las condiciones políticas que dificultan la aprobación de la legislación por parte de un gobierno. Según nuestra experiencia, muchos inversores odian el bloqueo político, porque significa que están atados de pies y manos. Creemos que la mayoría de los votantes quieren, comprensiblemente, que los políticos a los que han votado hagan las cosas que son de su gusto. Pero, en nuestra opinión, esa preferencia también puede hacer que sea más difícil ver la actividad política del modo en que lo hace la renta variable.

El bloqueo legislativo puede adoptar diversas formas. Una versión común es una coalición multipartidista con poca alineación ideológica. Por ejemplo, la coalición recientemente elegida en Alemania combina partidos de izquierda y de derecha. Puede que esta coalición les dé la mayoría parlamentaria, pero nuestros análisis demuestran que el ámbito de acción en el que están de acuerdo es estrecho y centrista (en vez de radical y de gran calado), por lo que es poco probable que puedan tirar adelante mucho. Pero también hemos visto coaliciones multipartidistas alineadas ideológicamente en desacuerdo, cuando un partido de extrema izquierda o de extrema derecha difiere de sus homólogos más moderados en el énfasis de las políticas y en su aplicación, como ocurre con los partidos de izquierda y de centro-izquierda en los gobiernos de España y Portugal. Del mismo modo, nos encontramos con que los gobiernos minoritarios están por definición paralizados, ya que deben obtener el apoyo de los partidos disidentes o el acuerdo de abstenerse de votar para aprobar legislación, como ocurre actualmente en Canadá.

Incluso en los gobiernos de mayoría monopartidista, el bloqueo político puede obstaculizar la agenda de los dirigentes. Fisher Investments España ha observado que el bloqueo intrapartidista (las desavenencias entre las distintas ramas que conforman un partido) también puede paralizar la acción de gobierno. Lo vimos a menudo en los dos primeros años del expresidente estadounidense Donald Trump, cuando su Partido Republicano ostentaba la mayoría en el Congreso de Estados Unidos. Lo estamos viendo de nuevo ahora bajo el Partido Demócrata del presidente Joe Biden, que también tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso. Un líder con un capital político débil puede ser incapaz de impulsar proyectos de ley; incluso contando con mayoría, la popularidad de un líder puede dar lugar a una lucha de liderazgo que se traduzca en una situación de parálisis legislativa, como el caso del Reino Unido en estos momentos.

Cualquiera que sea la forma que adopte el bloqueo político, suele provocar dos cosas. La primera es puede bloquear grandes propuestas legislativas. La segunda es que puede diluir las grandes propuestas al obligar a los políticos a llegar a un compromiso, lo que da lugar a piezas legislativas algo menos extremas que las expectativas iniciales.

Nuestros análisis demuestran que la renta variable de los países desarrollados competitivos suele favorecer las situaciones de parálisis política. Los grandes cambios legislativos (de cualquier partido) crean incertidumbre, lo que creemos que puede alterar la renta variable. El bloqueo político, en nuestra opinión, reduce esta probabilidad. Evita que los legisladores alteren radicalmente los derechos de propiedad o que generen nuevos ganadores y perdedores a través de la legislación, los reglamentos y otras palancas gubernamentales. Esto puede reducir la incertidumbre sobre los futuros tipos impositivos, la interferencia del gobierno, las leyes laborales y otros factores que pueden afectar a los beneficios de las empresas.

Según nuestra experiencia, todo cambio importante (por muy bien intencionado que sea) corre el riesgo de crear ganadores y perdedores. Las investigaciones sobre el comportamiento financiero demuestran que las personas odian las pérdidas más de lo que disfrutan de las ganancias de una magnitud equivalente, cuyo fenómeno los psicólogos lo denominan aversión miope a las pérdidas o teoría de las perspectivas.1 Esto puede generar un sentimiento de negatividad cuando la legislación crea ganadores y perdedores. Los inversores (y los votantes) no siempre son racionales, según la teoría de las perspectivas. Un gran cambio puede beneficiar a un partido o a los electores de un partido, pero la aversión miope a las pérdidas muestra que los que no se benefician tienden a tomarlo con mucha más dureza, lo que puede compensar cualquier sentimiento de ganancia. Para los mercados, este sesgo cognitivo significa que cualquier legislación de gran alcance, independientemente del partido que la tramite, corre el riesgo de convertirse en un factor en contra. Además, los grandes cambios en las leyes y normas que rigen el comercio pueden complicar la capacidad de las empresas para planificar e invertir. Creemos que el bloqueo político reduce la incertidumbre política, lo que beneficia a los mercados de renta variable.

Entonces, ¿cómo afecta un ciclo electoral típico a la renta variable? Las elecciones suelen suscitar grandes emociones, ya que los políticos atienden a los prejuicios de los electores, sembrando la incertidumbre: ¿quién se beneficiará y quién no? Esto influye en la asunción de riesgos. Cuando todo está en el aire, sujeto a cambios, es difícil ver a través de la niebla. Según nuestra experiencia, la perspectiva de un cambio político puede influir en el estado de ánimo de los inversores; por ejemplo, la incertidumbre puede dificultar a las empresas la planificación a largo plazo. No saber cuál será el entorno político -y cómo puede afectar a las empresas- puede dificultar su capacidad para tomar decisiones de inversión, comprometiendo capital y recursos. Esto podría lastrar el crecimiento hasta que se aclare la situación y las empresas tengan más seguridad para llevar a cabo grandes proyectos estratégicos.

Pero si la votación da lugar a un bloqueo político, los legisladores probablemente no podrán lograr todo lo que prometieron en sus campañas electorales. El resultado de las elecciones más el bloqueo disminuye la incertidumbre política, dando a las empresas más claridad para proceder a la expansión a largo plazo y permitiéndoles asumir más riesgos de los que podrían de otro modo. Esto puede ser decepcionante para algunos (y alentador para otros), pero para los mercados, creemos que el bloqueo político establece un entorno político en el que es probable que cambien pocas cosas. Esto permite a los mercados mirar hacia el futuro, sabiendo que el marco empresarial en el que operan las empresas probablemente no cambiará significativamente en el futuro próximo.

Nuestra larga lectura de la historia sugiere que las acciones de los políticos y de los gobiernos pueden ser imprevisibles. El bloqueo reduce la incertidumbre, dejando un riesgo menos para la renta variable, y un factor infravalorado a favor del mercado.


1“The Effect of Myopia and Loss Aversion on Risk Taking: An Experimental Test,” Richard H. Thaler, Amos Tversky, Daniel Kahneman y Alan Schwartz, The Quarterly Journal of Economics, mayo 1997. “Prospect Theory: An Analysis of Decision Under Risk”, Daniel Kahneman and Amos Tversky, Econometrica, marzo de 1979.

Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited,   (“Fisher Investments España”). Fisher Investments España está inscrita con domicilio social en calle Junta de Castilla y León, 8, 28660 Boadilla del Monte (Madrid), con NIF W0074497I, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, en el tomo 39501, folio 110, inscripción 1, hoja M-701327, y en el Registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Empresas de Servicios de Inversión del Espacio Económico Europeo con Sucursal en España, con el número 126.

El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments España y Fisher Investments Europe, y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal, ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No existe garantía alguna de que Fisher Investments España o Fisher Investments Europe sigan sosteniendo estas opiniones, que pueden cambiar en cualquier momento a partir de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información aquí contenida no pretende ser una recomendación o pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en este documento. Invertir en los mercados financieros implica un riesgo de pérdida, y no hay garantías de que todo o parte del capital invertido sea reembolsado. La rentabilidad pasada no garantiza ni indica los resultados futuros de manera fiable. El valor de las inversiones y los ingresos procedentes de ellas están sometidos a la fluctuación de los mercados financieros mundiales y de los tipos de cambio internacionales.