Oro: entre el miedo al riesgo, la pujanza del Bitcoin y el tapering de la FED

El Oro ya no es lo que era. Entre la competencia y la coyuntura opta por una lateralidad, en la que lo mejor y lo peor del mercado en su cotización apenas le separa de los 294 dólares en esos máximos del último año cosechados en noviembre del pasado ejercicio tras acercarse a los 2.000 dólares la onza.

Y es que la competencia sigue llegando de Bitcoin con un valor añadido: la novedad en la cobertura de la inflación y en esa legitimación de la criptomoneda de la que se encargan los grandes fondos sigue haciendo mella en su precio y en el impulso de los inversores hacia el metal precioso.

El segundo factor, es sin duda la coyuntura que persiste en el mercado. A pesar de que sigue siendo, aún con cripto de por medio, un valor refugio al uso cuando llega el momento de pensar en liquidez o en una inversión con menor riesgo, lo cierto es que son muchos los vientos en contra con los que cuenta en estos momentos.

Dice la analista Susan Bates, de Morgan Stanley, que, a pesar de los factores inflacionistas del mercado, los riesgos a la baja sobre la cotización del oro se siguen acumulando. En especial mirando a la FED y a las expectativas de reducción del montante de sus compras de bonos y la previsión de un aumento de los tipos de interés pueden lastrar su precio a 6 meses y a un año vista.

Y lo que es peor, no solo la realidad, sino también lo que prevea el mercado, lo que denomina el mayor riesgo del “pánico de reducción” pueden tensar la cuerda a la baja de los precios de la onza de oro. Y todo ello con la expectativa de un fortalecimiento del dólar, que incluso jugaría más en su contra.

En su gráfica de cotización vemos como el oro apenas se mueve un 0,62% al alza en las últimas cinco sesiones, con avances en el mes del 0,81%, recorte del 2,45% en el trimestre precedentes y caídas ya acumuladas algo superiores al 7% desde que comenzara 2021.

Oro cotización anual en el mercado

En cuanto a sus expectativas, desde esa misma casa, desde Morgan Stanley cifra en los 1.835 dólares la onza el promedio anual, con caídas de hasta los 1.745 dólares en 2022, penalizado por los rendimientos de los bonos y su subida contante en la referencia a 10 años limitando la demanda de inversión sobre el metal precioso. Y desde Citibank, lo ven incluso peor, con una expectativa bajista hasta los 1.600 dólares en 2022.

Más optimistas se muestran desde Commerzbank al considerar que si la estanflación gana enteros en el mercado, eso ayudaría a que el oro pudiera alcanzar el umbral de los 1.900 dólares la onza en la parte final del año, incluso con el recorte de estímulos de la FED porque los tipos seguirían en niveles todavía muy bajos.  

Sólo un enfriamiento mayor de lo esperado en las expectativas de recuperación, con mayor enfriamiento ante los problemas de fondo, como la subida de la inflación o la escasez de componentes, como una crisis energética podrían potenciar el oro, con permiso de la Reserva Federal y su tapering.

Los Indicadores premium de Estrategias de Inversión nos muestran que el oro apenas alcanza, en modo claramente bajista 1 punto de los 10 posibles para esta materia prima. Solo en positivo se mueve la volatilidad, medida en términos de su rango de amplitud que es decreciente, tanto a medio como a largo plazo.

Oro indicadores premium de Estrategias de Inversión

Mientras, la tenencia es bajista a medio y largo plazo en el caso del oro, con momento total tanto lento como rápido que es negativo para el valor y volumen de negocio, que, en sus dos vertientes, tanto a medio como a largo plazo, se muestra decreciente, a la baja, para el oro.

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