El rebrote amenaza con truncar el buen inicio del 4T20

Los indicadores macro de octubre confirman que la economía empezó el último trimestre con solidez: el número de viviendas iniciadas se incrementó un 4,9% en octubre, la producción industrial un 1,1% y las ventas minoristas un 0,3%. La recuperación, no obstante, parece bajar de marcha en noviembre, de acuerdo a las señales de los indicadores de alta frecuencia, dado, entre otros factores, el reciente repunte en la curva de contagios de Covid-19 y el agotamiento de los estímulos fiscales. Esperamos que el crecimiento del PIB se mantenga en positivo en el 4T20, si bien a un ritmo muy inferior al 3T20 y con crecientes riesgos a la baja.

En consonancia con las señales positivas de las encuestas empresariales, los indicadores de octubre confirman que la economía empezó el 4T20 con el pie en el acelerador, principalmente en la industria manufacturera, que parece contagiarse del buen momento que vive el sector en el resto del mundo. El consumo privado también parece resistir, si bien a un menor ritmo, tras otro mes de bloqueo político sobre la aprobación de nuevos estímulos fiscales. No obstante, las estadísticas de octubre no incorporan los efectos negativos del drástico empeoramiento de la emergencia sanitaria en noviembre, reflejado en nuevos récords, tanto en el ritmo diario de nuevos contagios (> 150.000) como en los ingresos en hospitales.

Estas tendencias son especialmente visibles en el consumo privado, que empieza a mostrar señales de debilitamiento después de que las ventas minoristas volvieran a expandirse en octubre (0,3%), lo que permitió que la actividad del sector ya sobrepasase en un 4,5% el nivel previo a la crisis. El crecimiento en octubre se debió a mayores compras de vehículos, productos electrónicos y de artículos comprados online, que más que compensaron las caídas registradas en vestido y el calzado, artículos deportivos y restaurantes; estos últimos mostrando la primera contracción mensual desde el inicio de la reapertura en mayo. Efectivamente, la evolución de los índices de movilidad personal muestra un marcado deterioro en octubre, que se ve ha visto intensificado en la primera mitad de noviembre. Dicho comportamiento se ha replicado en una caída en el número de reservas en restaurantes, de acuerdo al indicador de OpenTable, y en las compras efectuadas en los grandes almacenes, de acuerdo a Facteus, que agrega el gasto con tarjetas bancarias. También la confianza del consumidor empeoró en la primera mitad de noviembre (77,0 versus 81,1 en octubre, de acuerdo a la Universidad de Michigan). En balance, todos estos indicadores advierten de una posible contracción en el consumo privado en noviembre que, de confirmarse, sería el primer mes en números rojos desde los meses de confinamiento en la primavera.

Por su parte, la actividad en la industria se expandió en 1,1%, lo que más que compensó el inesperado retroceso de 0,4% registrado en septiembre, si bien con el nivel de actividad aún un 5,6% inferior al de febrero. A diferencia de las restricciones que están siendo impuestas al consumo, especialmente en los sectores de los servicios, el repunte del contagio aún no ha alterado la producción en las fábricas, situación que se vio reflejado en un nuevo incremento en el nivel de utilización de la capacidad instalada en octubre hasta el 72,7%, 4 p.p. por debajo que en febrero. No obstante, el deterioro sanitario parece que empieza a infiltrarse en las expectativas del sector: la encuesta del Empire State decepcionó en noviembre, al descender hasta 6,3 (10,5 en octubre), principalmente, por un fuerte ajuste en el componente de pedidos. La encuesta pone sobre la mesa el posible impacto en la oferta de un debilitamiento en la demanda, tanto interna como externa.

Por último, el sector de la construcción se mantuvo en la senda de crecimiento en octubre, con un ascenso del 4,9% mensual en el número de viviendas iniciadas. Asimismo, los permisos de construcción y la confianza de los promotores se mantuvieron cerca de sus niveles máximos. El sector residencial sigue beneficiándose de condiciones crediticias muy favorables, la demanda embalsada durante la crisis y cambios de hábitos producto de la pandemia. Si bien no inmune a la situación sanitaria, la construcción pudiera ayudar a atenuar la debilidad que se está evidenciando en otros sectores.

En conjunto, los últimos datos confirman que la economía había empezado el último tramo del año con un buen tono, situación que parece amenazada, entre otros factores, por el empeoramiento de la emergencia sanitaria. La situación está llevando a cada vez un mayor número de estados a reimponer restricciones al movimiento y al consumo, medidas que pudieran intensificarse antes de las celebraciones de Acción de Gracias a finales de noviembre. El resultado, previsiblemente, se traducirá en una menor actividad económica en noviembre, que pudiera compensarse en diciembre si la situación llegase a controlarse. Esperamos que, en balance, el 4T20 muestre un crecimiento positivo del PIB (en torno al 1%), aunque de mucha menor envergadura que el 7,4% trimestral alcanzado en el 3T20 y con crecientes riesgos a la baja.

Bankia Estudios

 

El rebrote amenaza con truncar el buen inicio del 4T20