El 43,2% de las empresas de construcción considera que la nueva reforma laboral tendrá efectos negativos para este tejido empresarial, frente al 18,3% que piensa que serán positivos y el 38,5% restante que entiende que no generará incidencia alguna.

Así se desprende de una encuesta lanzada por Nalanda, multinacional española de coordinación de actividades empresariales, homologación y compras del sector de la construcción, a 106 empresas del sector, el 25% contratistas y el 75% subcontratistas.

Separando las respuestas entre unos y otros, el 32% de los contratistas cree que favorecerá la contratación, frente a solo el 14% de subcontratistas que así lo opina, decantándose la mayoría de estos por que les perjudicará (52%).

Algo parecido ocurre con el nuevo contrato indefinido de obra para el sector de la construcción, que el 32% de los contratistas cree que alterará su actividad, en contraste con el 51% de los subcontratistas que así lo piensa.

En relación a la obligación de recualificar al empleado para que pueda desempeñar funciones diferentes, el 46% de los contratistas lo ve como un beneficio, frente al 14% de los subcontratistas, que en un 36% lo ven como un perjuicio.

Sobre la prevalencia del convenio sectorial, el 46% de los contratistas no cree que suponga una dificultad, un porcentaje que baja al 28% en el caso de las empresas subcontratas.

"La nueva normativa apuesta, específicamente en el sector de construcción, por un nuevo contrato indefinido de obra, cuya diferencia respecto al resto es que admitirá la extinción en determinados supuestos tasados y amplios, lo que entendemos que permitirá a las empresas adaptarse de forma menos gravosa a su situación y dinámica", señala el consejero delegado de Nalanda Global, Juan Francisco Gil.