El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha reconocido que el impacto de la inflación exigirá al banco una gestión más intensa de los costes, si bien ha asegurado que en España no existe esta presión de costes y ha mostrado su confianza en que la inflación vuelva a cifras "razonablemente normales en un relativo corto espacio de tiempo".

Así lo ha indicado en la presentación de los resultados empresariales del primer trimestre de 2022, en la que ha mostrado su convicción en que Santander cumplirá los objetivos marcados para 2022, pese al nuevo escenario marcado por la guerra y la escalada de la inflación y los precios de la energía.

Aunque Álvarez ha calificado los resultados y dinámicas del primer trimestre como "muy buenos", ha reconocido que el banco se enfrentará a un escenario económico de menor crecimiento y tipos de interés más altos que puede afectar a la actividad y a los resultados del banco, así como a un escenario de costes "más exigente".

"La inflación tendrá su efecto en los costes y tendremos que ver cómo gestionamos los costes para mantenernos por debajo de la inflación en el escenario más exigente", ha explicado Álvarez, quien ha insistido en que el objetivo de Santander será "batir claramente la inflación".

Tras ser preguntado por la posibilidad de realizar un nuevo ajuste de personal y oficinas como medida para gestionar el fuerte aumento de la inflación, el consejero delegado ha recordado que los costes en España se han reducido en el trimestre.

"Cuando me refería a la inflación no me refería a España, donde los costes están cayendo un 7% o un 8%. Es verdad que la inflación a futuro puede someter a alguna presión y que nuestra factura eléctrica sube, como para todo el mundo, pero en este momento, fruto de las actuaciones realizadas, no tenemos presión de costes en España", ha aclarado.

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