La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha denunciado que muchas de sus empresas asociadas están recibiendo presiones por parte de sus clientes para bajar las tarifas de sus servicios de transporte de mercancías, aludiendo a la bonificación de 20 céntimos que estos profesionales reciben para el pago del carburante.

Las empresas cargadoras les exigen rebajarles estos 20 céntimos por litro o kilo de bonificación, cuando se trata de una ayuda específica para que los transportistas puedan hacer frente al incremento de la gasolina en los últimos meses.

"No se negociaron ayudas para los clientes de los transportistas ni, por supuesto, cabe modificar la fórmula de cálculo como tampoco emplear en ella otros parámetros distintos a los que marca el texto legal. Tampoco puede cambiarse el peso que se le concede al combustible en relación al precio del transporte (30%), ni el indicador de variación del precio del combustible", ha explicado el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia.

Esta rebaja en el precio de algunos combustibles es acumulable a otras ayudas que recibe el sector, como la devolución del gasóleo profesional, que hasta el 30 de junio es mensual en lugar de trimestral, o las ayudas directas de 450 millones de euros (1.250 euros por camión, 950 euros por autobús, 500 euros por furgoneta y 300 euros por vehículo ligero como taxis, VTC o ambulancias).

La invasión de Ucrania por parte de Rusia, iniciada el pasado 24 de febrero, ha disparado los precios de la energía, y el diésel ha seguido encareciéndose y acumula otro 35% en el primer cuatrimestre, lo que obliga a los transportistas a desembolsar al mes una media de 2.000 euros más por camión en combustible.