La pandemia ha condicionado, pero no detenido, el avance de la movilidad sostenible. Y es que, queramos o no, la movilidad sostenible nos afecta a todos. Por el simple hecho de que todos nos movemos. Por ello, abordar un futuro a largo plazo en el que los ciudadanos nos podamos seguir moviendo sin perder calidad de vida "es algo crítico", tal y como explica Paz López Conde, Directora de Innovación Abierta en Barrabés. "Eso es lo que tenemos que sacar en positivo de la pandemia: hemos acelerado ciertos cambios y abordado determinados retos de manera inmediata y rapidísima para poder seguir manteniendo esa movilidad en la situación actual, y deberíamos hacerlos permanecer en el tiempo", añade Paz López.

Por su parte, Ana Pérez del Olmo, Responsable del Área de Consultoría de EMT Madrid, cuenta que la pandemia ha cambiado muchísimo la forma en la que nos movemos. "Ha aumentado el uso del vehículo privado en detrimento del transporte público, ha aumentado el uso individual de transportes como la bici… Por ello, tenemos que ganarnos otra vez la confianza de las ciudadanos con una movilidad accesible, segura, eficiente y sostenible con el medio ambiente para lograr de nuevo un transporte público con mucha demanda".

La misma opinión tiene Oscar Barrero Gil, Socio del Área de Energía de PwC, al explicar que, a pesar de que con la pandemia la calidad del aire es mejor, al reducirse las emisiones y la polución, también se han acelerado "retrocesos en el uso del transporte público y movilidad compartida por miedo al contagio; además, se va a producir una pequeña desaceleración en el aumento de compras de vehículos sostenibles por la situación económica". En cualquier caso, "esto es algo coyuntural, y cuando volvamos a la normalidad, la tendencia de movilidad compartida y más sostenible volverá", asegura Oscar Barrero.

Naturgy movilidad sostenible

Pero, ¿cómo lo conseguiremos? La realidad es que no hay recetas únicas y, por ello, hay que explorar e innovar en diversos caminos en función de las necesidades de movilidad tanto de personas como de mercancías. En este sentido el socio de PwC explica que "uno de los sesgos mentales es que cuando nos dan muchas opciones nos cuesta decidir. Y la movilidad es un tema heterogéneo. Si nos centramos en el transporte privado de pasajeros el 70% de los viajes son de menos de 50 kilómetros y dentro de las ciudades, y en el caso de transporte de mercancías el kilometraje medio diario son 400... con lo cual estamos hablando de muchas necesidades distintas que tendrán que tener soluciones distintas".

No podemos centrarnos únicamente en una única tecnología ni en una sola opción. Y aquí "existe un triángulo clave en el que hay que estudiar la necesidad de cada uno: la parte del fabricante, de la tecnología y de la infraestructura", detalla Alberto Fariza Fernandez, responsable de Proyectos de Movilidad de Naturgy. "Estamos en momento histórico donde van a convivir las diferentes tecnologías durante unos cuantos años y las vamos a tener que ir adaptando en función de las necesidades que vayamos teniendo, es decir, en función del perfil de la utilidad de esa movilidad, y en este punto lo cierto es que hay una serie de barreras en cuanto a la penetración de la tecnología en las que el regulador nos va a tener que ayudar". Y es que "la movilidad sostenible tiene mucho de ver con la economía circular y aquí es muy importante la participación pública", añade Alberto Fariza.

Importancia de la colaboración público privada

Para Pedro Cotera, Gerente de Área Autobuses Urbanos de Scania Ibérica, hay dos puntos claves: "uno es el reto tecnológico y otro es la urgencia del reto". Y a ello hay que sumar la necesidad de la colaboración público-privada, otro de los retos fundamentales. "El sistema de transporte que hay en España, que es concesional en muchos aspectos, combina muy bien esta colaboración publico-privada". Existen muchos ejemplos con proyectos en los que están inmersos Barrabés, Naturgy, Scania... "Necesitamos la ayudad de todos los actores", lanza Pedro Cotera.

Paz Pérez del Olmo apuesta igualmente por esta colaboración público privada y a todos los niveles sectoriales, no sólo del transporte, ya que "la movilidad urbana es una megatendencia que afecta a muchas industrias: me muevo para ir a comprar, al colegio, al trabajo, etc. Y es importante que todas esas industrias piensen conjuntamente, con el garante de las infraestructuras (entidades públicas)". 

Importancia de un entorno regulatorio claro y estable

En cuanto a la regulación, todos coinciden en que la administración puede tener un papel como ejemplificador y partner de los proyectos de movilidad sostenible, pero también es el regulador e incentivador. Prueba de ellos son los fondos europeos y subvenciones directas para proyectos de movilidad.

"El Plan de Recuperación es una apuesta firme que le puede dar un empujón importante al modelo de movilidad sostenible", explica el responsable de Proyectos de Movilidad de Naturgy. No obstante, "además de la ayuda fiscal para adquirir un vehículo de movilidad sostenible y el desarrollo de infraestructuras, yo haría otras propuestas al regulador como agilizar la puesta en marcha y desarrollo de una infraestructura en función de las complejidades (facilitar toda la parte administrativa); y otra que tiene que ver con el tema de los certificados de origen".