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Desde el lanzamiento del Fondo en octubre de 2017, la inversión de impacto ha pasado de ser una disciplina incipiente a una cada vez más generalizada. Son muchas las cuestiones que están alentando a los inversores para invertir con el fin de lograr un cambio positivo, así como una rentabilidad positiva. Entre ellos se encuentra  la actual pandemia mundial, los eventos climáticos extremos y los incendios forestales, una mayor desigualdad y una política cada vez más populista.

Ahora que este segmento ha crecido, hay una gama de productos disponibles más amplia, con una variedad de enfoques diferentes para la inversión de impacto. Sin embargo, el espíritu de ASI no ha cambiado desde hace tres años.  Utilizando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ASI ha creado 8 "pilares" de impacto. Cuando se invierte en una empresa, los pilares se utilizan para evaluar y medir con precisión su capacidad para hacer cambios positivos. De esta manera, han creado una cartera de alrededor de 46 valores.

Desde la gestora, tienen una gran convicción en cada uno de ellos, creyendo en su capacidad de ofrecer una rentabilidad financiera positiva para los inversores, así como de tener un impacto social o ambiental significativo y cuantificable.

Sarah Norris, cogestora del Fondo comenta: "Creemos en la inversión activa y vemos el compromiso activo como un componente esencial para una inversión de impacto de éxito.  El compromiso activo con los equipos directivos  es una parte necesaria de la forma en que supervisamos y apoyamos los programas de impacto de las empresas y  de la forma en la que trabajamos para mejorar la transparencia. En los últimos tres años, ha sido alentador ver que cada vez más empresas informan activamente sobre el valor positivo que sus productos pueden tener para las personas y el planeta".

Dominic Byrne, cogestor del Fondo añade: "En los últimos tres años ha sido fantástico ver que hay más empresas que adoptan objetivos sociales y ambientales y trabajan activamente para apoyar los crecientes esfuerzos globales en torno al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Sólo en 2020 hemos visto a China anunciar objetivos cero neto y el lanzamiento del Acuerdo Verde de la UE. Por lo tanto, no es sorprendente que las empresas que ofrecen soluciones para ayudar a cumplir dichos objetivos, como NextEra y Ørsted, tengan ahora capitalizaciones de mercado que superan las de Exxon y BP".