Según una encuesta de Greenwich, el 20% de los inversores institucionales utiliza ETF Smart Beta y un 16% se decanta por los minimum volatility. Esta tendencia podría ir a mayor, ya que el 57% de los inversores encuestados reconocieron que tenían previsto aumentar el uso de este tipo de instrumentos. A las ventajas ya conocidas de los ETF (transparencia, sencillez, liquidez, diversificación, ausencia de niveles mínimos de inversión o bajas comisiones) se unen unos menores costes de gestión.

Los ETF Smart Beta se caracterizan por seguir una estrategia de selección y ponderación que no guarda relación con la capitalización bursátil, sino que atienden a la volatilidad de los valores, los factores de riesgo y las estrategias de dividendo de las compañías. Se trata de un instrumento alternativo a los clásicos de gestión pasiva.


De este modo, las soluciones que buscan aportar este tipo de producto son tres: ofrecer una cartera con una baja volatilidad, sobreponderar factores de riesgo (en función del valor de mercado respecto al valor en libros, su balance o el momentum).

En el caso de Blackrock, ha lanzado una gama de productos para cubrir un total de 6 factores.  Entre ellos se encuentran: Value, que sobrepondera acciones infravaloradas en relación a sus fundamentales; Quality, que ofrece exposición a compañías con un balance sólido; Momentum, sobreponderando compañías que han obtenido una mayor rentabilidad en el intervalo de tiempo inmediatamente anterior; Size, equiponderando los valores del índice principal; Minimum volatility, sobreponderando aquellas compañías con menor volatilidad; Multi-Factor, ofrece exposición a los factores value, size, quality y momentum.

Según la encuesta de Greenwich, las Smart beta, que en la actualidad suponen el 8% de las carteras de los inversores, podrían ascender hasta el 20% en tan solo tres años.

Entre los puntos a favor de este tipo de instrumentos se encuentran el hecho de que eliminan el énfasis que se podría otorgar a aquellos índices con una mayor capitalización, además de la posibilidad de mejorar la ratio rentabilidad/riesgo.  
Cubrirse ante el incremento de la volatilidad
La volatilidad ha ido a más en los últimos meses y, según fuentes del sector, ha venido para quedarse ante una situación marcada por la intervención de los distintos bancos centrales para situar los tipos de interés en niveles cercanos a cero. Por tanto, en un entorno de aumento esperado de la volatilidad, aquellas estrategias que permitan cubrirse ante posibles repuntes de la volatilidad podrían cobrar una mayor importancia en los próximos meses.