Durante el desarrollo de la prueba, los integrantes del desafío se han visto obligados a suspender un tramo a nado de Ibiza a Mallorca por el fuerte temporal que ponía en riesgo su seguridad. Después de modificar el itinerario se retomó la travesía en Mallorca y pudieron llegar a Menorca nadando a pesar del fuerte oleaje que persistía al principio del último trayecto.
 

Esta segunda edición de Mediterranean Challenge ha conseguido una recaudación de casi 100.000 euros a favor de la Fundación Juegaterapia que van destinados a la construcción del cuarto Jardin de mi Hospi, en la azotea del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Un espacio de 1.400 m2 al aire libre para que todos los niños ingresados puedan salir a jugar como cualquier niño, mientras reciben sus tratamientos, de forma segura.
 
Además, este año por primera vez el equipo de Mediterranean Challenge ha estado conectado constantemente a través de IoT de Telefónica y asesorados en tiempo real por el equipo médico de iQtra Medicina Avanzada. Durante la trayectoria, los deportistas llevaban wearables de Garmin que, conectados con la aplicación de Saluspot, permitió ofrecer información detallada de su ejercicio. Dichos datos se sincronizaban con la aplicación y estaban compartidos y disponibles en todo momento para los especialistas médicos que les acompañaban.
 
Además, la conexión del barco a través de la SIM M2M ofreció la posibilidad de ubicar al equipo en los distintos tramos a nado durante la trayectoria. Este aspecto ha sido  importante este año en el que las condiciones del mar han complicado mucho el seguimiento del equipo Mediterranean Challenge, especialmente en los momentos de gran oleaje, con olas de hasta 4 metros.
 
El equipo MC está compuesto por cinco deportistas aficionados, amigos y comprometidos con la lucha contra el cáncer infantil: Raúl, Chema, Javier, Abraham y Juan Carlos. A pesar de las dificultades que se han encontrado en el mar optaron por seguir adelante para hacerles un homenaje a todos los niños enfermos de cáncer y sus familias, que también atraviesan otro tipo de tempestades y comparten con ellos “la decisión de no rendirse nunca”, según Juan Carlos del Cerro.