La administración de Donald Trump ha puesto en el punto de mira a los estudiantes extranjeros que quieren realizar formación en universidades o escuelas de negocio de EEUU y que anualmente suponen unos ingresos para EEUU de 45.000 millones de dólares según Financial Times. Y la Universidad de Harvard es una de las más afectadas, ya que es la mejor escuela de negocios del mundo.
Aunque la medida no es definitiva, ya que está bloqueada por un juez en EEUU, el impacto no es baladí, ya que afectaría al 25% de su alumnado, y estamos hablando de más de 6.000 estudiantes internacionales que pasan todos los años por sus clases de universidad y escuela de negocios.
La administración Trump había retirado más de 2.600 millones de dólares en subvenciones federales a Harvard, principalmente destinadas a la investigación en áreas cruciales como salud y tecnología.
La prohibición de matricular estudiantes internacionales supondría una pérdida masiva de ingresos para Harvard. Las matrículas de estos alumnos son una fuente vital de financiación para la universidad, y se estima que la medida podría costarle miles de millones de dólares anuales. Ante esta situación, Harvard ha calificado la acción de "ilegal" y ha demandado al gobierno de Estados Unidos, argumentando que la revocación de su certificación para admitir a estudiantes con visa F y M es una acción "políticamente motivada" que busca castigar a la institución por su defensa de la libertad académica.
Las implicaciones de esta política van mucho más allá de lo académico y económico. Ya que EEUU sufrirá en el futuro graves desafíos operativos, como la pérdida de talento internacional en sus equipos de investigación.
¿Y cómo ha reaccionado Harvard?
Pues aplicando la estrategia empresarial en casos de crisis, la idea principal es "hacer que sus competidores se conviertan en co-opetidores" es decir asociarse con otras universidades y escuelas de negocio , para traspasar estos alumnos que no van a poder entrar en EEUU y que hagan su formación en otros campus de Europa o Asia, formando alianzas con estas universidades de forma que se logre un traspaso de conocimiento y no perder a estos alumnos ni a su matriculación.
Sin duda Harvard, aunque pierda parte de la matriculación, seguirá teniendo lazos con esos alumnos y hasta va a aumentar las colaboraciones con otras Universidades y escuelas de negocio. Porque una parte importante de sus ingresos viene por donaciones y los antiguos alumnos de Harvard, suponen el 60% de dichas donaciones.
Estrategia empresarial versus visceralidad . El futuro está cambiando y la mejor escuela de negocios ha decidido moverse rápido.
