El proyecto fue presentado por Thomas Kurian, CEO de Google Cloud, quien subrayó que el nuevo centro no solo incrementará la capacidad operativa de la compañía, sino que también impulsará el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial y computación en la nube en una de las economías más dinámicas del planeta.

Una apuesta sin precedentes por Asia

La decisión de instalar esta infraestructura en India refleja la estrategia global de la empresa para acercarse a los mercados emergentes y optimizar sus operaciones de datos en regiones con alta demanda tecnológica.

Además, se interpreta como una jugada estratégica para reforzar su liderazgo frente a competidores como Amazon Web Services y Microsoft Azure.

El complejo se desarrollará en Visakhapatnam, en el estado de Andhra Pradesh, un enclave con infraestructura energética favorable y acceso directo a rutas marítimas internacionales.

La filial india de Google, Raiden Infotech, será la responsable de ejecutar el proyecto, que incluye tres campus interconectados con una capacidad total de 1 gigavatio. Esta potencia permitirá atender operaciones de inteligencia artificial, almacenamiento de grandes volúmenes de información y servicios avanzados de nube híbrida.

Un enorme impacto económico y tecnológico para India

El gobierno de Andhra Pradesh ha recibido la noticia como un logro estratégico tras más de un año de negociaciones con la multinacional. La ministra de Desarrollo de Recursos Humanos, Nara Lokesh, destacó que el acuerdo impulsará la creación de miles de empleos cualificados y servirá para atraer nuevas inversiones tecnológicas a la región.

El nuevo centro se enmarca dentro del ambicioso plan de digitalización de India, que busca triplicar la capacidad de procesamiento de datos del país en los próximos tres años. Las autoridades esperan que la iniciativa favorezca el crecimiento de startups locales, fomente la formación en inteligencia artificial y consolide un ecosistema innovador en torno a la economía digital.

Además de su dimensión tecnológica, esta decisión también tiene un fuerte componente geopolítico. El país asiático se ha convertido en un aliado clave para las empresas occidentales que buscan diversificar su infraestructura lejos de China, aprovechando la estabilidad regulatoria y el talento local.

IA y sostenibilidad como pilares

El proyecto incluirá los sistemas de refrigeración y eficiencia energética más avanzados desarrollados por Google hasta la fecha. Parte de la energía procederá de fuentes renovables, con el objetivo de reducir las emisiones de carbono en un 40% frente a instalaciones equivalentes.

Kurian explicó que la instalación se construirá siguiendo estándares de sostenibilidad de última generación y que su capacidad de cómputo estará destinada principalmente al entrenamiento de modelos de inteligencia artificial generativa y de aprendizaje profundo.

En palabras del directivo, el nuevo centro “será un motor de innovación para toda la región Asia-Pacífico y permitirá atender la demanda creciente de servicios de IA de forma segura y sostenible”.

Con esta inversión, la empresa refuerza su presencia en un mercado que crece a ritmo acelerado. Las proyecciones de Google Cloud indican que el consumo de servicios de inteligencia artificial en Asia aumentará un 30% anual hasta 2030.

India como epicentro de la economía digital

En los últimos años, India ha atraído a grandes corporaciones tecnológicas gracias a su combinación de talento especializado, infraestructura en desarrollo y apoyo gubernamental. El país alberga ya centros de datos de empresas como AWS, Microsoft y Meta, y aspira a posicionarse como el principal nodo tecnológico del hemisferio oriental.

La nueva instalación de Google contribuirá a fortalecer esta tendencia. Se prevé que, una vez finalizada, gestione millones de operaciones simultáneas en la nube y se convierta en una plataforma esencial para empresas que utilicen inteligencia artificial en sectores como la sanidad, la educación o las finanzas.

El proyecto llega en un momento en que el grupo ha elevado su previsión de gasto de capital para 2025 a 85.000 millones de dólares, frente a los 75.000 millones estimados a comienzos del año. Esta revisión refleja la presión creciente por ampliar su infraestructura global ante la demanda de servicios en la nube.