Ana Belén Pistón ha explicado que las vacaciones son necesarias para disfrutar, despejar la mente y descansar, sin importar si se hacen viajes más o menos largos ni lejanos, “lo más importante es realizar actividades placenteras como leer, hacer deporte, reunirse con familia y amigos, dedicar más tiempo a la familia, ya que no lo hacemos con la frecuencia que nos gustaría debido a los quehaceres diarios”.
En este sentido, ha indicado que a veces cuesta trabajo el cambio de una situación laboral activa con horarios, exigencias y responsabilidades, a situaciones en las que no hay horarios rígidos y la exigencia disminuye. Hasta hace poco tiempo, se valoraba que las personas aun estando de vacaciones estuvieran disponibles para atender asuntos imprevistos, pero “hoy en día no es así, actualmente prevalece la idea de la necesidad de un período de vacaciones con la mente en blanco, para poder volver al trabajo y a la rutina diaria con energía renovada y aumentando así nuestro rendimiento”. Tener un descanso puede mejorar la creatividad y productividad al regreso, ya que una mente descansada “piensa manera más innovadora”.
Para realizar “una buena desconexión y conseguir sacar el máximo provecho al período vacacional es importante seguir algunas recomendaciones como intentar dejar cerrados los temas o asuntos más urgentes antes de las vacaciones para evitar que interfieran en el tiempo de descanso”. Es aconsejable que haya una persona que pueda cubrir nuestras funciones para cuestiones urgentes e informe de nuestra vuelta para el resto de tareas. Apagar las notificaciones del correo electrónico y de aplicaciones relacionadas con el trabajo puede ser una buena medida, así como hacer un uso consciente del teléfono y desconectar de las redes sociales.
En período vacacional “hay que realizar actividades diferentes como viajar, si es posible, pues el descubrimiento de lugares nuevos tiene un efecto positivo en nuestra salud mental y además hace que nuestro descanso y desconexión sea más intenso al cambiar nuestro entorno, aunque sea sólo un día”, según Ana Belén Pistón. Conectar con la naturaleza, pasando tiempo al aire libre, en la playa, montaña o paseando por un parque, realizar ejercicio y hacer meditación para reducir el estrés, son medidas que fomentan la relajación.
También es recomendable planificar las vacaciones con antelación, en la medida de lo posible, dejando unos días previos y unos días posteriores para facilitar la adaptación a los cambios situaciones. Lo más importante, ha destacado la neuropsicóloga, es “ser consciente de lo fundamental que es desconectar de nuestras rutinas diarias, introduciendo un tiempo libre de disfrute para estar con la familia y amigos, que nos sirve para valorar nuestra vida de manera global, para reencontrarnos con nosotros mismos, y reestablecer metas laborales y personales, caminando hacia la satisfacción”.