A la diabetes se la conoce como la “asesina silenciosa”. Es una patología microvascular, es decir, que va atacando los microvasos de diferentes partes del cuerpo, como de la retina, por eso los pacientes se quedan ciegos; o por ejemplo del riñón, por eso entran en diálisis; de las extremidades más distales, y por eso hay personas con diabetes a las que les tienen que amputar un dedo o una pierna, por ejemplo, o bien puede atacar a tu corazón y producir un infarto de miocardio.
“En definitiva, es una enfermedad que te va matando lentamente”, tal y como explica el doctor Carlos Ballesta, cirujano bariátrico, pionero en cirugía laparoscópica y director del Centro Laparoscópico, ubicado en el Centro Médico Teknon de Barcelona, quien precisamente ha realizado con éxito una pionera cirugía por laparoscopia, con rayos infrarrojos, a una paciente diabética y con obesidad mórbida, y cuyo resultado ha sido la curación de la paciente.
El doctor Ballesta y su equipo fueron los primeros en realizar la cirugía de la diabetes hace poco más de una década en España. En este último caso concreto, la paciente sufría "diabesidad", es decir, diabetes y obesidad, de manera que "había que hacer un bypass metabólico”.
UNA TÉCNICA PIONERA EN EUROPA
Se trata de una técnica pionera en Europa en la cirugía de la diabetes, que permite que la persona pierda los kilos que le sobran y cura su diabetes. “Impide que el páncreas siga deteriorándose y afectándose. A día de hoy la obesidad no es causa por sí misma de diabetes, si bien es un factor que contribuye a la aparición de diabetes tipo 2 en personas que tienen predisposición a ella”, aclara este experto.
Además, explica este prestigioso cirujano bariátrico, que tener diabesidad puede comportar en el largo plazo complicaciones, fundamentalmente de tipo cardiovascular, como cardiopatías isquémicas, patologías cerebrovasculares, enfermedad arterial en extremidades inferiores, así como retinopatía, polineuropatía, y nefropatía; siendo la diabetes la principal causa de amputación no traumática de miembros inferiores, de ceguera, y de insuficiencia renal.
MAYOR SEGURIDAD PARA LOS PACIENTES
Concretamente la técnica llamada ‘bypass metabólico con rayos infrarrojos’, es una línea de investigación de la Unión Europea. Argumenta este doctor que es un procedimiento que aporta una seguridad que, hasta ahora, los expertos no tenían: "Es un avance tecnológico muy importante. Somos pioneros y vamos a serlo aún más. Va a ser el futuro, dentro de 10 o 15 años, todo el mundo tendrá que aplicarlo".
Indica que los rayos infrarrojos permiten valorar, de una manera óptima, la vascularización del estómago, aportando una mayor seguridad a la cirugía: “Cuando se realiza la cirugía normal, por laparoscopia, vemos lo que ve nuestra vista. Pero con el uso de los rayos infrarrojos y el láser, como va por dentro de la vena, se puede ver hasta donde llega”.
Así, precisa que los rayos infrarrojos son una irradiación electromagnética que tiene una longitud de onda determinada y que es invisible al ojo humano, que al mezclarse con un colorante especial (verde de indocianina) ese vaso se hace visible, y puede verse cómo llega la sangre al mismo.
“El verde de indocianina es una sustancia colorante que se utiliza en medicina desde hace años y que, gracias al desarrollo de estas nuevas tecnologías y al disponer de sistemas láser y de rayos infrarrojos, su uso en la actualidad es cada vez mayor. Juega un papel importante en el quirófano, ya que la utilidad de los rayos infrarrojos en conjunto con el verde de indocianina es muy amplia en nuestro campo y radica en la seguridad de los resultados para nuestros pacientes”, argumenta el doctor Ballesta, al tiempo que destaca el uso de nuevas tecnologías en las torres de laparoscopia y de procesadores de vídeo con filtros especiales en este tipo de procedimientos.
UN POSTOPERATORIO SENCILLO
Respecto al postoperatorio del bypass metabólico, el cirujano bariátrico asegura que es sencillo, ya que el paciente se va a casa a las 48 horas de la operación, con medicación para el posible dolor de cabeza y prácticamente no necesita calmantes. “A los siete días le retiran los puntos y, pasadas dos semanas, está comiendo con normalidad”, asegura el director del Centro Laparoscópico Dr. Ballesta, ubicado en el Centro Médico Teknon de Barcelona.
No obstante, lamenta este experto que, en el caso de los pacientes que tienen diabetes tipo 1, esta patología actualmente no se cura con la operación laparoscópica con rayos infrarrojos: "Estamos investigando la modificación de las células de grasa mediante cultivo para transformarlas en células beta, que son las que producen la insulina y las que hacen que funcione el páncreas. Por eso digo que, actualmente, la diabetes tipo 1 no se cura, pero no hay que perder la esperanza porque se curará dentro de unos años".