Tras el verano suele ser frecuente esta afección porque se dan las condiciones perfectas para su desarrollo, tal y como explica el podólogo Jesús Molano, de la Unidad del Pie de Policlínica Gipuzkoa: “Las causas que provocan la proliferación de este tipo de hongo son el aumento de la temperatura y la humedad que se generan en el calzado cuando se realiza deporte”.
Pero también añade que el riesgo de contagio aumenta al caminar descalzo en duchas públicas, piscinas, vestuarios y en otros lugares similares. “También se puede contraer al compartir toallas, calzado, o calcetines, o al caminar descalzo sobre alfombras, moquetas, o suelos húmedos en áreas concurridas, como habitaciones de hotel. Además, el riesgo de infección se incrementa si los pies sudan y permanecen húmedos debido al uso de calzado cerrado”, prosigue este experto.
LA INFECCIÓN POR HONGOS MÁS FRECUENTE EN EL MUNDO
Esta infección en el pie, según apunta, está muy extendida en todo el mundo y es la micosis cutánea más frecuente, afectando al 15% de la población general, principalmente a varones de entre 20 y 50 años. “Representa el 70% de los casos de tiña, una infección causada por hongos, y que es altamente contagiosa, ya que se puede ser portador sin mostrar síntomas”, agrega.
En concreto, el podólogo de Policlínica Gipuzkoa indica que los síntomas principales del pie de atleta son una intensa picazón, irritación, y descamación de la piel; pudiendo también originarse pequeñas grietas entre los dedos, y formarse ampollas en la planta del pie.
Eso sí, Molano advierte de que estos signos pueden resultar “especialmente molestos” si no se tratan adecuadamente, al tiempo que sostiene que podrían complicar la salud del pie.
Por ello, defiende la importancia de “actuar rápidamente” al detectar los primeros síntomas del pie de atleta, para así lograr un tratamiento efectivo y evitar complicaciones. “Ante los primeros síntomas de irritación de la pieles importante contactar con nuestro podólogo para recibir el tratamiento adecuado y tratar este tipo de infección”, aconseja el experto.
En la mayor parte de los casos, sostiene este podólogo de Policlínica Gipuzkoa que el médico puede diagnosticar el pie de atleta simplemente con una inspección visual. “Sin embargo, algunos tipos de pie de atleta pueden parecerse a piel seca, o a dermatitis. Para confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones, el médico podría tomar una muestra de piel de la zona afectada para examinarla en el laboratorio”, remarca este especialista.
HOY EN DÍA HAY TRATAMIENTOS MUY EFECTIVOS
Es más, destaca que, en la actualidad, existen tratamientos “muy efectivos” para combatir el pie de atleta, como pomadas y geles antimicóticos. En los casos más graves y recurrentes dice que los podólogos pueden recomendar la terapia oral. Eso sí, indica que si el pie de atleta no mejora con tratamientos de cuidado personal en un período de 2 a 4 semanas, o si reaparece con frecuencia, es aconsejable consultar a un médico.
“Durante la consulta, el especialista evaluará el diagnóstico, y determinará el tratamiento más adecuado para cada caso. Las opciones de tratamiento pueden incluir desde medicamentos antimicóticos orales, hasta antibióticos para tratar infecciones bacterianas secundarias causadas por el rascado, y cremas tópicas con receta para eliminar los hongos”, remarca el podólogo de Policlínica Gipuzkoa Jesús Molano.
MANTENER SIEMPRE UN BUEN CUIDADO E HIGIENE DE LOS PIES
Con todo ello, este especialista remarca la importancia de prevenir el pie de atleta, y para ello recomienda adoptar ciertos hábitos de higiene para cuidar la salud de nuestros pies: “Es fundamental mantener una buena higiene, usar chanclas en espacios públicos, secarse bien entre los dedos del pie, controlar el exceso de sudoración del pie, utilizar productos antimicóticos, elegir calzado ligero y bien ventilado, y usar calcetines de materiales de calidad para la práctica deportiva”.
Este podólogo concluye señalando que “la clave es ser conscientes de la importancia del cuidado de nuestros pies, y actuar rápidamente ante los primeros síntomas”, subrayando además que el mantenimiento de unos buenos hábitos de higiene, y siguiendo las recomendaciones del podólogo, no hay ningún problema para mantener la práctica deportiva habitual.