Uno de los dolores más frecuentes y molestos, además de ser la principal causa de discapacidad en el mundo, es el dolor lumbar, también llamado lumbago o lumbalgia, dolor de espalda que puede ser la primera señal de una estenosis de canal lumbar. Se localiza en la parte baja de la espalda, entre las últimas costillas y la pelvis.
Un estudio reciente afirma que la lumbalgia afectó a 619 millones de personas a nivel mundial, con una proyección de 843 millones de casos para el año 2050.
Este dolor puede tener muchas causas, como una contractura, una hernia discal o tener artritis reumatoide, entre otras.
Según el doctor Fernando Álvarez-Sala Walther, jefe de la Unidad de Patología Vertebral del Hospital Ruber Internacional de Madrid, en otros casos la causa es estructural, como en la estenosis de canal lumbar, un estrechamiento del espacio por donde pasan la médula espinal y las raíces nerviosas, lo que puede causar dolor lumbar y síntomas neurológicos en las extremidades inferiores.
“Pero en la mayoría de los casos de estenosis de canal suelen ser el resultado de procesos degenerativos, generalmente al envejecimiento, que afecta a la columna vertebral a lo largo del tiempo: desgaste de los discos intervertebrales y el engrosamiento de los ligamentos que soportan la columna”, señala el traumatólogo.
La disminución del espacio disponible en el canal espinal ejerce presión sobre las estructuras nerviosas y da lugar a los síntomas característicos de la estenosis de canal lumbar. "Estos síntomas pueden variar desde dolor persistente en la espalda baja hasta dolor en las piernas, debilidad muscular, sensaciones de hormigueo y dificultad para caminar", indica el doctor Álvarez-Sala.
El experto explica que el dolor lumbar surge por la irritación y compresión de las raíces nerviosas en la zona lumbar, generando sensaciones de ardor, punzadas o dolor agudo que se propaga hacia las piernas. “Algunos pacientes pueden experimentar alivio momentáneo al sentarse o inclinarse hacia adelante, que se relaciona con la apertura del canal espinal y la disminución de la presión sobre los nervios”, destaca el doctor.
En algunos casos de estenosis de canal lumbar, pueden surgir problemas como la claudicación neurogénica que puede variar en intensidad y duración, “una condición que se caracteriza por una debilidad y entumecimiento de las piernas que dificulta caminar y permanecer de pie”, subraya.
Por eso, tal y como afirma Álvarez-Sala, es un síntoma importante en el que es aconsejable buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
El diagnóstico de la estenosis del canal lumbar se realiza mediante la evaluación de la historia clínica del paciente, sus síntomas y un examen físico detallado. En este sentido, el doctor Fernando Álvarez-Sala precisa que, para confirmar y evaluar la gravedad de la estenosis, se realizan pruebas de imagen para observar la estructura ósea y la degeneración.
El tratamiento varía según la gravedad de los síntomas, la causa subyacente y las circunstancias individuales de cada paciente.
“Los tratamientos iniciales suelen ser conservadores, que persiguen mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente antes de considerar opciones más invasivas. Fisioterapia, ejercicios de rehabilitación, medicamentos para el dolor y la inflamación, terapia manual y cambios en el estilo de vida. Los pacientes también pueden beneficiarse de distintos tipos de infiltraciones con corticoesteroides u otras técnicas similares para aliviar el dolor y la inflamación local”, describe el jefe de la Unidad de Patología vertebral del Hospital Ruber Internacional.
Sin embargo, "cuando el tratamiento conservador no es suficiente, la cirugía es una excelente opción para la mejoría de los síntomas y para recuperar la calidad de vida de estos pacientes", advierte el especialista.
De acuerdo al doctor Álvarez-Sala, la cirugía consiste en aliviar la presión sobre los nervios espinales y las raíces nerviosas que puedan estar comprimidos debido al estrechamiento del canal, ya sea mediante la eliminación de parte del hueso que cubre la médula espinal y las raíces nerviosas, o la remoción de tejidos y espolones óseos que causan compresión, generando más espacio para las estructuras nerviosas. Por otro lado, en dotar de estabilidad al segmento, colocando unos implantes y dispositivos en las vértebras.
"Los sistemas de navegación guiados por imágenes tridimensionales y los sistemas de asistencia robótica, han llevado las tasas de éxito en la colocación de implantes en la columna vertebral a niveles cercanos al 100%. Estos sistemas permiten una colocación más precisa y segura de los implantes, lo que tiene como resultado tratamientos quirúrgicos más exitosos", reconoce el doctor Álvarez-Sala.
La Unidad de Patología Vertebral del Hospital Ruber Internacional, cuenta con la tecnología más avanzada en el campo de la cirugía de columna como es el sistema de cirugía robótica Mazor X y el sistema de navegación guiado por scanner intraoperatorio O-Arm.