María Vázquez, consejera delegada de Quadriga, lo explica así: “En nuestro país se comercializan hoy más de 8.000 fondos. ¿Cómo saber cuáles son los más interesantes para el inversor y no para el vendedor de fondos que va a comisión? Con Quadriga queremos facilitar al inversor la elección, acercándole una selección del mejor talento gestor español independiente”.
 
Para formar parte de Quadriga no basta con ser un buen gestor. Hay que cumplir con un estricto criterio de selección. En primer lugar, el gestor tiene que tener una trayectoria impecable en instituciones financieras de primer nivel y disponer de una filosofía de inversión visiblemente diferenciada. En segundo lugar, es un emprendedor que ha levantado un fondo desde cero y demostrado su capacidad de crecimiento año tras año. Finalmente, se trata de un gestor comprometido, que invierte una gran parte de su patrimonio en el fondo que gestiona.


La compañía inicia su andadura en el mercado con cinco fondos que ya conforman una cartera global de más de 450 millones de euros:
Quadriga Vitrio Real Return, gestionado por John Monnelly
Quadriga Kirites, bajo la gestión de José Antonio García
Quadriga RHO Investments, gestionado por Rodrigo Hernando
Quadriga GFED Aequitas, liderado por María Vázquez
Quadriga Global Allocation, gestionado por Luis Bononato

Accesibilidad y máxima solvencia
En ese objetivo de acercar estos gestores al inversor particular, sus fondos se pueden contratar través de www.quadrigafunds.es. Esta plataforma tecnológica permite contratar los fondos de forma online, simple, rápida y totalmente segura.

Además, para reforzar la confianza que aporta tanto la coinversión como la accesibilidad de los fondos, Quadriga ha puesto el máximo celo en asegurar que la gestora y sus fondos cuentan con todos los mecanismos de control que garantizan la mayor protección de las inversiones.

Toda la estructura de Quadriga está orientada a aumentar la confianza en sus productos remunerando adecuadamente el talento del equipo gestor tanto por su gestión como por su estrategia y ejecución de sus decisiones de inversión. Esto garantiza que los recursos se destinan al talento que hace crecer el dinero del inversor y no en pagar a una amplia red comercial dedicada a captar clientes, como sucede en la actualidad en las entidades bancarias.