En la rueda de prensa en la que José Ignacio Goirigolzarriy José Sevilla, presidente y CEO de Bankia
, han explicado que los resultados del ejercicio 2016, que han quedado por debajo de lo previsto por el mercado, se han visto afectados por “la desconsolidación del City National Bank (162 millones, si esta desconsolidación, la caída sería del 8,4% (74 millones menos), la provisión de las cláusulas suelo, que ha cubierto por completo esta contingencia (65 millones)”.
Además, el margen de intereses se ha visto muy afectado por la evolución de los tipos de interés. El impacto de la situación de tipos actual en las carteras en los dos últimos años ha supuesto una reducción de 1.000 millones de euros de intereses. La caída del euríbor ha tenido un impacto en 2016 de 200 millones de euros. Pero Goirigolzarri se muestra esperanzado porque “el efecto del euríbor se va a ver atemperado y en el cuarto trimestre ya empezamos a mostrar incrementos en el margen de intereses. Se ha compensado el impacto gracias a la evolución de gastos de explotación y provisiones de crédito. Así, generamos capital de forma orgánica”. De hecho, el directivo ha defendido que “nuestro modelo nos permite financiar nuestro crecimiento, dar dividendos e incrementar nuestro capital de forma orgánica”.
Goirigolzarri se congratula de que han conseguido cumplir con su plan de posicionamiento, que pasaba porque “Bankia fuera visto como un banco cercano, sencillo y transparente. Para ello, quitamos las comisiones y potenciamos el servicio personalizado a los clientes”.
Desde Bankia han destacado la mejora de solvencia. De hecho, en 2012 tenían el nivel de solvencia más bajo de los seis bancos principales (6,82%) y hoy tienen un 13,02%, competitivo con los bancos similares. Reconocen que esto “nos permitirá proponer en la próxima junta un incremento prudente del dividendo en un 5% hasta los 317 millones, lo que supone un payout del 39,5%. Desde el año 2014, el primero en el que pudimos repartir dividendo, estos se traduce en 820 millones de euros y, en términos de devolución de las ayudas supone más de 1.800 millones”.
La caída gastos de explotación del 2,8% ha potenciado la generación de un ratio de eficiencia del 53,2% y las dotaciones para insolvencias se han reducido un 31,4%. Hay que tener en cuenta que la nueva norma de provisiones requiere coberturas más reforzadas en los adjudicados y algo más de la mitad de las dotaciones este año han sido por los adjudicados.
Además, en el 2016 se han desinvertido un 20% de activos adjudicados del total del stock a inicio de año, descendiendo en 9.107 unidades, por lo que los activos adjudicados netos han caído en 438 millones en el año.
Así todo, la morosidad ha bajado del 10,8% al 9,4% y, aunque los saldos dudosos se han incrementado en 492 millones, las cobertura del 55,1% son de las más altas del sector. José Sevilla, CEO de Bankia, afirma que “tenemos una cobertura cómoda de los vencimientos con los activos líquidos que tenemos. Además, la entidad cuenta con un colchón de 466 pb por encima de las exigencias de cobertura del regulador”.
Bankia en 2017: el último año del plan de reestructuración
José Ignacio Goirigolzarri recalca que este año es clave para Bankia, ya que “el 2017 es el último del plan de reestructuración”. Esto supone que, a partir de este ejercicio, la entidad queda eximida de los corsés que han limitado su actividad. Por ejemplo, a partir del 30 de junio podrán realizar operaciones corporativas. En este sentido, Sevilla ha reconocido que “si el FROB al final toma la decisión de fusionar Bankia y BMN, veremos cómo tenemos que adaptarnos pero, de momento, no hemos contratado ningún asesor”. Si bien, consideran que su “actual situación de liquidez es muy positiva en todos los escenarios, incluso en el de la privatización”. Al respecto, consideran que el FROB no deshará más posiciones en la entidad hasta que se evalúe la posible fusión con Banco Mare Nostrum.
Entre tanto, en estos meses Bankia quiere cerrar el capítulo de las cláusulas suelo a la mayor brevedad y, para ahorrarse mayores costes judiciales, a partir del 3 de febrero todas las oficinas del grupo tendrán información de los clientes afectados por las cláusulas suelo y los intereses que se derivan de las cláusulas, así como los intereses de demora para que puedan solicitar su devolución. “Vamos a dar una solución rápida a los clientes, alineando los intereses de los clientes a los de los accionistas y, así, evitar los cuantiosos gastos judiciales”, ha dicho Goirigolzarri.
Con todo ello, desde Bankia miran a 2018 y 2019 y afirman que “el escenario para el sector bancario va a ser muy positivo para los próximos años por el cambio en la política monetaria y nosotros contaremos con un extra, pues quedaremos liberados de los corsés que han limitado nuestra actividad” y lograr así, su gran objetivo de medio plazo: alcanzar un ROE del 10%.
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