MADRID, 10 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- La sesión de hoy pasará a la historia como aquella en la que, cuatro años y dos rescates después, Grecia, el epicentro de la crisis de la Zona Euro, ha vuelto a los mercados de deuda y ha conseguido que los acreedores internacionales confíen en el país y compren bonos a cinco años. Y los han comprado exigiendo una rentabilidad de menos del 5%. “La subasta ha quedado mejor de lo que se esperaba en todos los sentidos: el Tesoro heleno ha colocado más papel del previsto (3.000 millones, cuando se barajaba un rango máximo de 2.500); con una altísima demanda (de hasta 20.000 millones); y con un tipo de colocación del 4,95%, cuando se anticipaba un tipo en el entorno del 5,25%”, ofrece las cifras Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets.
Joshua Mahony, analista de Alpari UK, es optimista pero realista: “Es la señal de un claro retorno hacia la confianza en Grecia. La subasta de hoy no significa que la economía esté fuera de peligro, pero proporciona estabilidad en cuanto a los pagos de la deuda y ratifica la trayectoria hacia la recuperación”.
Las voces “oficiales” suenan triunfalistas a un día de que la canciller alemana, Angela Merkel, visite Atenas. La emisión de deuda de hoy ha coincidido con la presencia en el país del comisario de Competencia de la Unión Europea (UE), el español, Joaquín Almunia, que ha asegurado que esta subasta “refuerza la confianza en superar la crisis”. También se ha pronunciado sobre este acontecimiento la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, desde Washington. Desde la reunión de primavera del organismo y el Banco Mundial. Lagarde ha asegurado que el éxito de Grecia configura “una muestra de que el retorno total a los mercados de deuda se ve en el horizonte”.
Pingarrón considera que esta subasta “adquiere un gran simbolismo, pues a efectos prácticos supone el fin de la necesidad de los programas de rescate de la UE, y pone de manifiesto el máximo interés existente en adquirir deuda de los países periféricos”. Añade además que este interés se ha visto reforzado por una combinación de factores: el descenso del riesgo asociado a la deuda periférica; la atracción de capitales provenientes de otras regiones (como las economías emergentes) en un entorno de máxima liquidez; el menor interés suscitado por otras deudas más seguras y menos rentables; y la inflación negativa que están registrando las economías de la Europa periférica. “Los riesgos han descendido en una proporción mucho mayor que la rentabilidad de doble dígito que pagaban los bonos griegos a juicio del mercado, y este nuevo ratio riesgo/beneficio ha hecho posible esta subasta”, concluye.
Pero no todas las declaraciones son tan positivas. Mike Riddell, miembro del equipo de renta fija de M&G Investments, advierte que mientras algunos aseguran que esto marca el final de la crisis de la Zona Euro, otros le avisan de que el exceso de liquidez que ha generado el Banco Central Europeo (BCE) ha creado un “riesgo moral colosal, basado en la promesa de liquidez infinita y en la percepción de que no se permitirá nada que provoque una quiebra, lo que permite a los inversores ignorar los riesgos”. Para Riddell, “la liquidez no es el sustituto de la solvencia y creo que Grecia no es solvente”.
De hecho, el muy buen resultado de la subasta griega no ha tenido ninguna repercusión en las bolsas europeas. Las principales plazas han cerrado con caídas del 0,60% y el Ibex 35 se ha dejado un 1,42% y mañana partirá desde los 10.336,1 puntos. No obstante, el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, tranquiliza, porque ve dos posibles frenos en el índice antes de que se dé el caso de perder los psicológicos, redondos y bonitos 10.000. “Coquetea desde hace varias sesiones con los 10.350 puntos, máximos de marzo. En teoría, por estos niveles, el Ibex debería rebotar pero, si no lo hiciera, tampoco es 'el fin del mundo'. Y digo esto porque la semana pasada nuestro selectivo marcó un nuevo máximo anual en los 10.705 puntos, lo que quiere decir que seguimos teniendo mínimos y máximos crecientes, que es lo que de verdad importa. Dicho esto, es verdad que existe otro pequeño soporte, justo en los 10.199 puntos, que se corresponde con el hueco alcista del 28 de marzo. Y ya por debajo, tendríamos que irnos hacia niveles cercanos a los 9.900”.
María Gómez